lunes, 21 de diciembre de 2009

Lo nuevo, lo bueno

Balance 2009

La segunda entrega del repaso por lo mejor del año está dedicada a los directores debutantes. O no tanto, porque en el listado hay un viejo descubrimiento que sigue haciendo esperar a los platenses y un documental único e irrepetible sobre el Rey del Pop, firmado por un amigo y colaborador suyo.

Criatura de la noche - Vampiros (Tomas Alfredson)

Sí, Alfredson dirigió algunas películas en su Suecia natal, pero vayan a encontrarlas. Tras varios amagues y tras su estreno porteño, ni siquiera pudimos sacarle el cartelito de “A confirmar” en la web de los cines platenses. No importa nada: a todo efecto, esta historia de amor preadolescente entre un nene victimizado en la escuela y su vecina vampira, este relato que va de la melancolía a la sordidez y del blanco nieve al rojo sangre a pura elegancia es la película del año.

Lluvia de hamburguesas (Phil Lord y Christopher Miller)

¿Existe la animación por computadora más allá de Pixar? ­¡Existe, y cómo! Cine catástrofe 3D para chicos, fiesta para los sentidos de todos: esta aventura en la isla perdida donde un tal Flint hace llover comida y su mono / mascota / ayudante caza ositos Yummy lo demostró. Una gran banda sonora, ritmo vertiginoso e intensidad y colorido desacostumbrados hicieron de Nublado con probabilidades de albóndigas, como reza su hermoso título original, la mejor fantasía animada del año que se va.

Castro (Alejo Moguillansky)

Miembro destacado de eso que ha dado en llamarse “la factoría Llinás” (el grupo de cineastas reunido en El Pampero Cine, comandado por el director de Historias extraordinarias), Moguillansky concretó un debut singular y valiente, casi una reacción contra ése y contra cualquier otro encasillamiento. Filmada entre La Plata y Constitución, Castro es la búsqueda coreografiada del personaje del título, que corre y corre, en una fuga hacia adelante que atraviesa los géneros cinematográficos pero no se establece en ninguno.

This Is It (Kenny Ortega)

El registro de los ensayos de las frustradas presentaciones en el O2 Arena de Londres con que Michael Jackson planeaba volver con todo a las pistas sorprendió porque no hay agregados oportunistas post mortem ni golpes bajos de ninguna clase. Sólo la cocina de un show tremebundo, a escala ciclópea, que dejó descubrir, detrás de la sobreexposición chismosa de los últimos 20 años, a un profesional dedicadísimo, un perfeccionista obsesivo, y una persona (medio loca, como todas) que vivió, a la vez, en este mundo y en una galaxia muy muy lejana.


Parador Retiro (Jorge Leandro Colás)

La primera película de Colás es un documental de observación que transcurre, casi por completo, en un galpón de chapa y ladrillo a la vista pegado a la estación de ómnibus de Retiro, donde funciona un refugio para sin techos del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Con planos largos y puestas de cámara rigurosas, la vida íntima de ese espacio semicarcelario y poblado por una inverosímil fauna humana se despliega, implacable, ante nuestros ojos. Arrasó en el circuito festivalero y confirmó al Espacio Incaa del Pasaje Dardo Rocha como un espacio necesario para el cine nacional más vital, urgente y comprometido.

Agustín Masaedo

Fuente: Hoy

No hay comentarios: