Los actores, con oficio, aportan sensibilidad y ternura
Nuestra opinión: regular
Para la inauguración del Multiespacio Los Angeles la dupla Pepe Cibrián-Angel Mahler decidió quebrar con la tendencia de trabajos espectaculares. En este caso, 30 días es una pieza de teatro musical, sumamente intimista y en la que sólo tres intérpretes representan una historia pequeña, emotiva y en la que, sobre todo ellos, los actores, aportan los valores más destacados de la experiencia.
Juana y Manu se conocen desde pequeños. Y aunque han fortalecido una entrañable amistad, muchas cosas personales parecen haberlos separado, también, toda la vida. Y esto no está ligado al afecto, sino a cuestiones materiales que en ambos parecen haber dejado duras marcas. El proviene de una humilde familia judía y ella, de una tradición aristócrata. El es hoy un reconocido fotógrafo, muy exitoso entre las mujeres. Ella está separada, en malas condiciones, y no logra recuperar su afectividad.
La pieza comienza cuando Juana decide suicidarse y Manu recibe la noticia de su médico de que sólo le quedan 30 días de vida. A partir de allí la pareja se dedicará a vivir ese tiempo modificando, y mucho, sus conductas habituales. Sobre todo ella ingresará en un mundo hasta ahora desconocido en el que el juego, la transgresión y hasta el despertar al verdadero amor serán toda una novedad.
La obra posee, en general, situaciones pequeñas y un endeble diseño de personajes. Es más: los datos que se aportan de esas criaturas son muy pocos como para reconocer, verdaderamente, quiénes son y por qué esos sucesos que describen resultan tan determinantes en sus vidas. Aun así, Francisco Pesqueira y Heidi Fauth los recrean con sensibilidad y logran aportarles cierta ternura que los vuelve reconocibles y cercanos. Ambos, sin duda, encuentran en sus experiencias personales y profesionales un campo rico que pueden proyectar sobre este pequeño mundo que, por suerte, además, logran completar.
Laura Manzini, en las primeras escenas, recrea a las madres de los jóvenes ?la judía y la aristócrata? con muy buenos recursos; logra composiciones exactas y revela una vez más su rica experiencia teatral. El monólogo de la madre de Juana, si bien la vuelve a mostrar como una gran comediante, expone problemas en su texto que se dispara hacia salidas poco atractivas, como si en verdad hubiera sido concebido a partir de una improvisación mal orientada en la que todo hubiera estado admitido con tal de lograr la risa en la platea. La música de Angel Mahler se destaca, en especial, en los momentos más íntimos de la pareja, porque logra que esa relación conmueva en su búsqueda por sobreponerse a la muerte.
Carlos Pacheco
1 comentario:
Vi la obra dos vaces.30 días es un poema de amor a la vida. Un "ángel" mezcló las notas para transformarlas, como por arte de Ma..hler en dulces sonidos, caricias para el alma; o en desesperadas súplicas, o en humor inteligente, dándole alas al texto profundo, sabio, amoroso de Pepe Cibrián. Qué sigan JUGANDO los actores!!! Son MARAVILLOSOS!!!
Publicar un comentario