sábado, 1 de agosto de 2009

Roxana Carabajal en La Plata

La santiagueña Roxana Carabajal se presenta este sábado en La Salamanca. Con varios discos bajo el brazo demuestra que es una artista íntegra y de raza.

La Telesita comenzaba a sonar despacio en la voz de aquella niña, Roxana Carabajal, mientras transcurría su infancia en el barrio de Los Lagos en la ciudad de La Banda, a pocos kilómetros de Santiago del Estero. Ya a los 6 años, puso sus pies en la peña de su “padre”, Carlos Carabajal, el padre de la chacarera. Hasta los 17 años, junto a Carlos, tuvo la felicidad de recorrer gran parte del país. Luego, Peteco Carabajal la integra a su proyecto. Grabando varios discos y participando de innumerables festivales y peñas. Con la zamba La tristecita, de Ariel Ramírez, gana el premio Consagración Cosquín 1999. Desde ese momento hasta el día de hoy, fueron sucediendo discos, muchos reconocimientos, y un gran crecimiento artístico. Su primer trabajo se llama Astilla, luego vino Fe. Roxana trasmite calidez, sabe cómo llegar al público. Es esa clase de cantante que, a partir del instante que se la escucha, llega hasta lo más profundo de nosotros. Su último disco es Amor, sangre y silencio, con varias zambas y hermosas chacareras como es La finadita, de los Hermanos Díaz. Roxana sostiene que el aprendizaje es muy amplio y eso permite hacer una muy buena fusión con el folclore. Recuerda que son muchos los artistas referentes a la hora de hacer que nuestra música tenga un sentido más universal. Hay un gran compromiso social, de lucha, de integración por parte de Roxana y es así como lo refleja en el tema Sangre y silencio, en su último disco: “No temas que aquí estoy / luchando por tu paz / nada me va a detener / pienso volar hacia ti / cruzar las nubes y allí / allí encontrarte, hija, por fin”, canta, como doblándole la voz a Olga, madre de Patricia Villalba, una de las víctimas del crimen de la Dársena, en febrero de 2003. De voz suave, dulce y serena, dice: “Vivir en Buenos Aires no tiene nada que ver con Santiago del Estero, y trato de preservar la paz interior que viene de allá. Mi corazón quedó en Santiago y mi meta es pasar los últimos años en mi tierra”. Definida por León Gieco como “la chacarera hecha mujer”, la mejor forma de saber lo que significa Roxana como artista no es la extensión de la palabra, sino verla y escucharla, simplemente eso. Roxana Carabajal se presenta en nuestra ciudad el sábado a las 22 en La Salamanca (avenida 60 y 10).

Pablo Andrada

Fuente: Hoy

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