martes, 11 de agosto de 2009

Cachetazo de humor hiriente

MULTIPLE ADEMAS DE ACTOR, DIRECTOR Y AUTOR, GOMEZ TAMBIEN ES PROFESOR DE HISTORIA.

ENTREVISTA A JORGE GOMEZ, AUTOR Y DIRECTOR DE "MEMORIAS DEL AGUA"

La obra, elogiada por Dario Fo, aborda la problemática de la falta de agua y la explotación del hombre en un futuro cercano.

Por: Gaspar Zimerman

Un hombre corre sin parar en una cinta. No debe parar: su cuerpo es la vía para desalinizar el agua y volverla potable, en un mundo asolado por la sequía y la contaminación. No puede parar: de eso se encargan los burócratas de la multinacio nal que monopoliza ese recurso vital. En tono de sátira, Memorias del agua trasciende el planteo ecologista para desnudar la explotación del hombre y las perversas relaciones de poder entre superiores y subordinados.

"Detrás de la problemática de la falta de agua y la polución hay un tema político-económico. Por eso imaginé un laboratorio futurista con un modo producción similar a la mecánica de un campo de concentración: porque el horror de los campos se puede repetir, pero bajo la forma de la explotación de la mano de obra con el pretexto de la eficiencia. Lo pensé en un futuro cercano, pero es algo que ya ocurre: termina siendo preferible ser explotado en los campos de concentración empresariales que no servir, ser desechado y estar fuera del sistema".

Habla Jorge Gómez, autor, director e integrante del elenco de la obra, formado con Alejandro Catalán y Pompeyo Audivert. También es docente de Historia, profesión que lo lleva a escribir textos con raíces sociopolíticas: lo hizo en El bufón de Rosas, obra sobre el Restaurador, y en Biblioclastas, acerca del plan de genocidio cultural de la última dictadura. "Estos temas me surgen desde una preocupación profunda vinculada a mi formación. Mi teatro no se enmarca dentro de la vieja guardia ni de la nueva, aunque admiro a gente como Griselda Gambaro, Tato Pavlovsky, Norman Briski o Alberto Ure".

Dos de las fuentes de Memorias del agua fueron el libro Las guerras por el agua, de Elsa Bruzzone, y el documental Sed, invasión gota a gota, de Mausi Martínez. La obra fue elogiada, entre otros, por Dario Fo: "Se la mandé a través de un amigo que lo entrevistó. Y un día me llegó un mail suyo diciendo que era un cachetazo de humor hiriente a la estupidez humana y una denuncia sobre la voracidad de un sistema que olvidó al hombre. No lo podía creer: me quedé 25 horas frente al monitor. Es el sueño del pibe".

Fuente: Clarín

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