lunes, 20 de julio de 2009

A cuatro décadas del pequeño paso

El hombre quiere volver a la Luna

El 20 de julio de 1969 el astronauta Neil Armstrong pisaba por primera vez en la historia el satélite natural de la Tierra. Desde entonces se tejieron las más variadas especulaciones. Pero lo cierto es que la Nasa trabaja para repetir la epopeya.

Hace 40 años el mundo era totalmente distinto. No existía la internet, no había trasplantes de rostro y a nadie se le ocurría pensar en que algún día sería posible la clonación. Ni siquiera existían los teléfonos celulares, pero con la llegada a la Luna, la humanidad escribía una de las páginas más brillantes de su historia.

“Este es un pequeño paso para un hombre pero un salto gigantesco para la humanidad”, dijo el astronauta norteamericano Neil Armstrong cuando, el 20 de julio de 1969, pisó la superficie lunar en una epopeya de la que mañana se cumplirá un nuevo aniversario. Su frase se sobrepuso a las interferencias y se escuchó para la posteridad en el centro de comando de Houston, cuenta el escritor Norman Mailer en su libro Fuego en
la Luna.

Fue una jornada inolvidable para el mundo entero. En ese sentido, el astrónomo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) Marcos Machado contó que por entonces era estudiante de la Universidad Nacional de La Plata y “al día siguiente no dejábamos de hablar del tema con una profesora”.

La gesta de la Apolo XI -en la que además de Armstrong viajaron Buzz Aldrin y Michael Collins- también tuvo una fuerte connotación política, ya que significó un duro golpe de EEUU para su rival soviético en la conquista del espacio. Fue a partir de eso que se tejieron distintas especulaciones sobre la veracidad del asunto.

La trompada

Desde tiempos remotos, los poetas habían vaticinado la hazaña, pero después de producida estalló una polémica sobre si el hecho fue fabricado por Washington (en el desierto de Arizona) para ganarle la carrera espacial a los rusos.
A tal punto llegó la controversia, que hace algunos años el octogenario Aldrin volteó de una trompada a un seguidor de las teorías que niegan ese hecho.


Ya en 1865, el escritor francés Julio Verne
-padre de la ciencia ficción- había profetizado la llegada al satélite, con la publicación de su novela De la Tierra a la Luna; mientras que al conocer luego la noticia el prestigioso filósofo británico Bertrand Russell exclamó: “Se ha expandido el ámbito de la estupidez humana” (¿Hace falta recordar que aún quedan el hambre y muchas otras cuestiones por resolver en la Tierra?).

El proyecto de viajar a la Luna fue elaborado por el alemán Wernher von Braun y nació durante la presidencia del demócrata John Fitzgerald Kennedy, que en mayo de 1961 anunció su intención de “poner un estadounidense en la Luna antes del final de la década”.
En julio del ‘69, el presidente Richard Nixon -golpeado por las adversidades de la guerra de Vietnam- señaló que la conquista sería “la mayor hazaña de toda la especie humana a lo largo de la historia”.
Pero hasta el día de hoy, hay científicos que plantean dudas debido a que la tecnología de entonces no estaba suficientemente avanzada para un logro de semejante magnitud. Otros preguntan por qué se paralizaron los vuelos tripulados a la Luna a principios de los ‘70.

Un presupuesto

El largo período sin misiones tripuladas desde el último viaje (en diciembre de 1972), “fue por la gran inversión que demandan esos programas”, dicen otros expertos. En ese sentido, Machado calculó la cifra actualizada: “La inversión anual que demandó el programa Apolo -de unos 8 mil millones de dólares- equivaldría hoy a unos 40 mil millones de dólares al año, teniendo en cuenta la inflación y la devaluación de la moneda estadounidense”.
Lo cierto es que, a 40 años de aquel fantástico viaje, la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) prepara para 2020 una misión con astronautas al satélite natural de la Tierra. El proyecto ya recibió críticas por el alto costo de los cohetes.
“No son sólo banderas y pisadas”, dijo el director del Sistema de Exploración de la NASA, John Olson, que también proyecta llevar sus naves a Marte.

Las rocas de la Luna

Mientras Armstrong y Aldrin clavaban la bandera estadounidense en la superficie lunar, emplazaban instrumentos de medición y saltaban ultralivianos a través de la atmósfera del satélite, Collins continuaba dando órbitas alrededor de la Luna.
La estadía de Armstrong en la superficie lunar duró dos horas, un poco menos la de Aldrin, y volvieron a la cápsula con 22 kilos de muestras de roca para estudios científicos.
A esa misión le siguieron otras cinco, y otros diez estadounidenses caminaron sobre el satélite de la Tierra, a un costo estimado en unos 25 mil millones de dólares.

El discurso de Kennedy

En su famoso discurso ante el Congreso:
-el 25 de mayo de 1961-, el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy anunció que antes de que terminara la década enviarían un hombre a la Luna, siempre y cuando se aprobara su pedido de fondos extras. Para justificar la empresa, el mandatario apeló a cuestiones como el liderazgo mundial de su país y la guerra fría.
La Unión Soviética llevaba entonces ventaja en la carrera espacial, con sus primeros vuelos tripulados al espacio. Es por eso que uno de los argumentos de Kennedy ante la sesión plenaria fue “la batalla” que se estaba dando en el mundo “entre libertad y tiranía”.

Fuente: Hoy

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