El argentino se presentó con su grupo Bajofondo en el teatro Koko del centro de Londres. En una entrevista exclusiva con "Clarín", habló del poder sanador de la música, recordó los años de Arco Iris, dijo que estos son tiempos de transición y contó sus múltiples proyectos en cine.
Por: Alfredo Rosso, Enviado especial para ClarínBajofondo Tango Club junto a Gustavo Cerati haciendo "El mareo" en la última entrega de los Premios Clarín.
Hace pocos minutos que Bajofondo dejó bailando y aullando por más bises a un público mixto – compuesto por británicos y latinos– que colmó las instalaciones de Koko, el hermoso teatro del barrio de Camden. Fueron más de dos horas de música tocada con fervor y con pasión que concluyeron con un impresionante baile colectivo. Pero a pesar del intenso esfuerzo, a Gustavo Santaolalla se lo ve lleno de adrenalina, repartiendo abrazos y autógrafos en el backstage. De paso, Se tomó un buen rato para charlar con Clarín. "Es la quinta vez que venimos a Londres. Siempre tocamos en salas de mucho prestigio, como The Barbican, un maravilloso lugar donde hace poco estuvo el Café de los Maestros; en The Roundhouse –que es como tocar en la Capilla Sixtina– y en el Royal Festival Hall, donde se toca de todo, desde world music a música clásica. Esta vez lo hicimos en Koko, donde han actuado desde Amy Winehouse hasta los White Stripes. Koko es un teatro antiguo convertido en un club, donde en otras épocas se presentaba Chaplin, y está en un barrio como Camden Town, lugar clave en l a historia del rock británico. De modo que es un sitio mágico, lleno de historia."
Hoy quizás algunos llegaron seducidos por la idea tradicional de tango y se encontraron con una propuesta que los sorprendió aún más...
Hoy tuve una especie de epifanía, porque me di cuenta que nosotros no hacemos world music, sino que hacemos music for the world, música para el mundo, que es otra cosa. Desde los días de Arco Iris yo manejaba ya un cierto concepto de world music sin saberlo, pero parecería que a todas las cosas hay que ponerles una etiqueta y por eso a Bajofondo en algún momento se le puso "tango electrónico", etiqueta a la cual le escapamos porque sentimos que no hacemos ni tango ni electrónica.
¿Qué hacen?
Hacemos Música Contemporánea del Río de la Plata, música moderna de ese lugar del mundo, una
música que esperamos que nos represente. Somos gente que creció con una genética musical que involucra totalmente al tango, la milonga, la murga, el candombe... El tango está en nuestros genes desde chicos. Mi viejo se afeitaba cantando tangos. Pero también crecí escuchando a los Beatles, crecí escuchando rock and roll, jazz, blues y folclore, que es también parte de lo que hacemos. Por eso siempre lo aclaro: nosotros no hacemos tango. Si lo nuestro aporta algo a ese género, es algo de lo cual podremos analizar de aquí a diez o quince años. Porque estamos hablando de un género que ha cambiado y que se ha renovado; eso también es parte de la historia del tango.
Viendo a la Banda en este contexto londinense se aprecia mejor cómo esa fusión de músicas rioplatenses se Proyecta de un modo natural a las nuevas audiencias que ven a Bajofondo. ¿Sos consciente de eso o ya lo das por sentado?
Yo no doy nada por sentado en mi vida. Todo lo que hice a través del tiempo me ha costadomucho esfuerzo y mucho trabajo y siempre lo digo y trato de enseñárselo mis hijos. Me parece muy importante el concepto de trabajo. Todo es trabajo: las relaciones de pareja son trabajo, las relaciones entre amigos son trabajo. Entonces, será mejor que te guste trabajar en la vida, porque sino estás en problemas. Pienso que el mundo hoy día está en un momento de transición. Cuando yo crecí estábamos descubriendo todo: era la época de los Beatles, del Che Guevara, de ir a la India y aprender filosofías orientales, de experimentar con drogas, de los primeros gritos de la ecología. Fue un período increíble en el que intentamos cambiar el mundo y en buena medida lo conseguimos. Lo que sucede es que esos cambios se han integrado, se han incorporado; hay muchas cosas que cambiaron. Por ejemplo el concepto de religión y la forma en que nos relacionamos con ella ha sido profundamente influenciado por las culturas de Oriente. Por otro lado, ,Los Beatles le gustan a mis hijos! Pero en esta transición actual no sabemos muy bien qué está pasando, ni adónde vamos. Algo está por suceder pero no sabemos bien qué. Entonces, en este momento en bueno tener un rato para disfrutar y acordarte de lo linda que es realmente la vida. Y nosotros llevamos eso con nuestra música y siento que las barreras entre los países y culturas que en apariencia son distintas se rompen en todas partes.
La música como elemento sanador...
Exactamente. La música tiene ese poder. Ahora que tengo la suerte de trabajar con algunos de los grandes directores de cine del mundo, es increíble ver la sana envidia que tienen de nosotros,
los músicos, porque es un arte tan diferente al de ellos. Tan abstracto e inmediato. Abstracto, porque vos tocás una canción y... ¡se fue! Es intangible en cierto nivel. Y en otro nivel tiene una gran inmediatez: yo agarro una guitarra y te toco un tema. Un tipo que filma tiene que tener un guión, filmarlo, editar la película, procesarla, verla; es totalmente distinto. Por eso se mueren con la música, porque la música, como arte, es una cosa sumamente poderosa. Otros artes tienen otros poderes, pero la música definitivamente tiene ciertas cualidades que la convierten en algo muy útil para la sanación, para hacerte sentir bien, para cambiar tu energía y movilizar tu estructura atómica.
Cada vez es más sólido tu aporte al cine... ¿Qué representó unir tu música a lo visual?
Siempre tuve muy claro que mi música tenía un fuerte contenido visual. Desde los primeros discos de Arco Iris, la utilización de los sonidos, las influencias de las cosas que yo escuchaba, desde los Beatles a los Pet Sounds –y aquí no me refiero solamente al álbum de los Beach Boys sino al concepto de 'sonidos queribles', sonidos que son como mascotas; toda esa forma de hacer música siempre la he relacionado con lo visual y con la cosa narrativa–. Está incluso mezclado mucho el tema de los sueños con las películas y con la música. Fijate que mientras los hermanos Lumière estaban desarrollando el cine, paralelamente Freud estaba desarrollando la Teoría de los Sueños y la Teoría del Inconsciente. De modo que para mí fue algo natural entrar en el mundo de las imágenes
Volviendo a Arco Iris, es obvio que tu pasado musical está muy vigente en tu presente...
Por supuesto. Incluso en No pregunto cuántos son, que es uno de los temas con los que abrimos el show de Bajofondo, hay toda una referencia musical a Quiero llegar, el tema que abre el primer album de Arco Iris, algo que hice cuando tenía dieciocho años. Ahora tengo cuarenta más...
" Tenés fama de ser un "trabajólico", de estar operando con varios proyectos a la vez. ¿Alguna primicia?
Acabo de terminar la nueva película de Alejandro González Iñárritu, que se llama Biutiful, escrito así, castellanizado. Para mí es como estar trabajando con Antonioni, con Godard... Es uno de los grandes directores de nuestro tiempo; tiene un manejo de los personajes y de las historias que es muy personal. Y esta nueva película es impresionante. Me dijo que hace poco estuvo con The Edge y con Bono y que les había gustado mucho a ambos tanto la película como la música. Estoy por hacer también un filme con un director alemán sobre un momento en la vida de Reinhold Messner, el alpinista más importante del mundo. Y estamos terminando discos de dos artistas nuevos: Gustavo Galindo, que es un mexicano-estadounidense y otro de Debi Nova, una cantante costarricense radicada en Los Angeles. También haciendo un disco de Terraplén, que son Diego Vainer, Gaby Kerpel y Daniel Martín, y que realizan una especie de folclore electrónico, pero también rockero.
Esta gira que los trajo a Inglaterra, ¿cómo sigue?
Ahora vamos al sur de Francia, luego a Madrid y terminamos en Praga. Y en septiembre nos estamos yendo otra vez de gira por los Estados Unidos. Y en lo que hace a grabaciones, estamos trabajando en un nuevo EP de Juan Campodónico, un nuevo disco acústico de Luciano Supervielle, el nuevo disco de Santullo, el Rrapero, que ya está terminado y que es espectacular. Y también estamos trabajando en un álbum en vivo y un DVD de Bajofondo. En el 2010 vamos a estar escribiendo y trabajando todo el año en el nuevo disco en estudio de la banda. La cosa está movidita.
Fuente: Clarín
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