Entrevista A Bárbara Rodriguez Laguens.La directora del Museo Municipal de Arte de la ciudad de La Plata,habla de los objetivos de su nueva gestión.
"Queremos que el museo sea un lugar para todos", fueron las primeras palabras de la directora del Mumart (Museo Municipal de Arte), Bárbara Rodríguez Laguens, apenas recibió a Diagonales en la oficina del Pasaje Dardo Rocha.
Con tan sólo 39 años, la nueva responsable del Mumart asumió sus funciones en abril pasado.
Pero su historia dentro de este edificio se remonta unos cuantos años atrás, cuando arribó por primera vez como colaboradora ad-honorem al Macla (Museo de Arte Contemporáneo). "Primero llegué al Macla donde estuve por más de diez años. Allí aprendí muchísimo con el director, César López Osornio, que aún sigue en sus funciones. Después de un tiempo pasé a formar parte del Mumart y, a principios de este año, me eligieron para dirigirlo”, remarcó la artista platense.
–Y enseguida la interrumpió el receso de actividades como prevención ante la pandemia de la Gripe A...
–Por suerte, tenemos un equipo de doce personas con las que trabajamos incansablemente a pesar de las adversidades que se suscitan. Con el tema de la gripe A, para nosotros no cesaron las actividades, cada uno se llevó tarea para el hogar para seguir con el objetivo que nos planteamos todos como equipo.
–¿Cuáles son los objetivos principales del Mumart?
–Hay muchas cosas por hacer. Uno de los objetivos principales es darle una identidad propia al museo. El hecho de que la entrada al Pasaje Dardo Rocha (donde funciona la sala) sea por calle 50, ubica al Mumart como si estuviera en la parte de atrás del edificio, cuando el Pasaje como tal tiene entradas por las cuatro calles de las manzanas, 6, 7, 49 y 50. Si se abrieran todas las puertas, el Mumart sería visto por todos los ciudadanos platenses que caminan por 6 o 49 y la gente lo identificaría como tal.
–¿Han hecho alguna propuesta al respecto?
–Sí, pero los argumentos apuntan a una falta de presupuesto. El hecho de abrir todas las entradas del Pasaje implica mayor seguridad y, por ende, otros costos. El Intendente ha declarado varias veces la intención de mantenerlo como pasaje, pero por ahora no hubo ninguna movilización al respecto. Por otro lado, se perjudicó porque desde sus inicios el museo mutó por toda la ciudad, lo que no permitió que se lo identificara con un lugar determinado. Algunos creen que el Macla y el Mumart son lo mismo. Nosotros queremos que la gente lo identifique, y que sepa que pertenece a todos los platenses. Otro de los objetivos es la recuperación de las obras de arte que son patrimonio del museo. Para ello, se realiza un trabajo de investigación, se estudia si las obras pertenecen al museo, dónde se encuentran, si se pueden recuperar, cómo hacerlo y, luego, si se encontraran en mal estado, se hace una restauración. Ahora estamos trabajando con una restauradora que vino del Museo Quinquela Martín de la Boca y que está ayudando bastante para la recuperación de las obras de arte. Nosotros, como responsables, tenemos la obligación de proteger las obras que circulan por el museo o que son patrimonio del mismo. Y seguimos con la idea del "Museo Abierto", es decir, que no sea un espacio exclusivo, cerrado, para eruditos, sino que sea un espacio de construcción, de interacción, de experiencia. De ahí que hemos realizado un programa de extensión en el que las obras de arte son llevadas a otros espacios por fuera del museo.
Estuvimos en el Centro Cultural Los Hornos en junio, donde se expusieron obras patrimoniales de la ciudad, y la narración de cuadros a cargo de Claudio Ledesma. También expusimos en City Bell, en el Teatro de Cámara Lumen Artis.
–¿Este año el museo festeja el cincuentenario?
–En realidad sus orígenes se remontan a varios años atrás, por ordenanza sería el 3 de julio de 1939, presidida por Huberto D´Amelio en esa fecha quedó conformada la Comisión Municipal de Bellas Artes que luego se convertiría en Museo. El impulso sobrevino con la donación de varias obras de arte de la viuda de Numa Rossotti, luego otras tantas contribuyeron a su crecimiento, como las de Raúl Buongiorno, Salvador Calabrese, José Speroni, Ernesto Riccio, Cleto Ciocchini. En 1959 se crea la Dirección de Cultura de la Municipalidad de La Plata y, paralelamente, se gestiona la creación del Museo Municipal de Bellas Artes en septiembre del ‘59, donde se incorporaron obras de Koek-Koek, Arturo González, entre otros tantos.
–¿Cómo se convierte una obra en patrimonio cultural?
–En este caso, el museo municipal tiene una fundación importante, la Fundación Numa Rossotti, donde la viuda donó del artista donó obras que se convirtieron en patrimoniales. Pero no todas las obras que pasan por el museo se convierten en patrimonio. Algunas son sólo exhibidas, otras son regaladas y se convierten en bien del museo. Hay concursos donde se premian obras y quedan como patrimonio del museo, después hay artistas que ofrecen la donación, pero queda en el museo la decisión de aceptar o no. La Fundación Numa Rossotti, dio origen a que llegaran obras extranjeras al museo de la Plata, porque donó parte de su obra cuando vivió en Europa. Hay obras patrimoniales que hacen a la propiedad del Mumart y obras temporales que expone un artista o un grupo, que se brindan al público pero luego se retiran.
–¿Dónde quedan las obras del museo luego de ser expuestas?
–Las obras que fueron expuestas están guardadas en un depósito precario, en este mismo edificio. Otras en el espacio de las oficinas, preservadas con mucha precaución, en sitios donde no se fuma, otras empiezan a girar por distintos sitios. Las obras del museo son patrimonio y eso implica su cuidado. Estamos trabajando en la recuperación de las obras, luego vemos en qué condiciones se encuentran y la restauradora determina cómo acondicionarlas. En otras obras se han hecho un trabajo de limpieza, de mejorar las condiciones de los marcos, tenemos pendiente un proceso más grande de restauración de obras que están tajeadas o donde es más profundo el deterioro que han sufrido. Son dificultades pero también son oportunidades de ir construyendo un museo de verdad, con un espacio real, un lugar donde guardar las obras y donde restauralas. Y el tema de la investigación es fundamental, porque nuestra historia merece un archivo, para poder después seguir trabajando y construir un museo de verdad. Estamos tramitando un subsidio para la digitalización del museo, para tener archivos escritos, de la obra patrimonial, para realizar un catálogo que hable de la identidad del museo y de los platenses también.
–¿Considera que la ciudad tiene lugares para los artistas independientes?
–Sí, tiene muchos espacios de arte y muchos artistas en todas las áreas, lo que no tiene es mucho mercado. Hay un espacio nutrido como la Facultad de Bellas Artes y además de espacios institucionales hay grupos de centros culturales que son marca registrada en la ciudad. Pero si uno quiere ir a la cima del mercado, es como dice el dicho: "Dios atiende en Buenos Aires". Eso depende de lo que quiera cada uno. En este poco tiempo, hemos experimentado una relación con los artistas donde empezamos a ofrecer un espacio de interacción todos los jueves: una especie de taller, donde se conversa sobre las propuestas que ellos tienen, las falencias de la ciudad y también lo que respecta al trabajo del artista en sí. Se está creando una muy buena atmósfera en la ciudad. El “Museo Abierto” tiene que ver con esto, con ser perceptivo y amplio en estos conceptos.
–¿Hay recursos para la labor del museo?
–No. Todos saben que hay pocos recursos, sin embargo, todo este equipo de trabajo apuesta al museo, y tratamos de hacerle frente a las adversidades aunque a veces se hace muy difícil. Otra intención es crear vínculos con otros museos a nivel provincial y nacional, lo que facilitaría abrir el juego y compartir con otros lugares para llevar las obras a todos lados.
–¿Qué puede hacer la gente para ayudar al museo?
–El museo está hecho de lo que hacen los artistas, ellos participan, ofrecen obras y se acercan. La gente permanentemente colabora. Se va a hacer un taller sobre producción plástica a partir de septiembre para atraer a los chicos, con un bono contribución que facilitará el acercamiento de los más chicos.
–¿Tienen alguna muestra en mente?
–Como el Macla cumple 10 años y nosotros 50, la idea es hacer más delante una muestra en conjunto donde se pueda ver qué ofrecen los museos, para conocer los artistas y para que la gente se acerque. Estamos viendo cuándo lo organizamos.
Fuente: Diagonales
"Queremos que el museo sea un lugar para todos", fueron las primeras palabras de la directora del Mumart (Museo Municipal de Arte), Bárbara Rodríguez Laguens, apenas recibió a Diagonales en la oficina del Pasaje Dardo Rocha.
Con tan sólo 39 años, la nueva responsable del Mumart asumió sus funciones en abril pasado.
Pero su historia dentro de este edificio se remonta unos cuantos años atrás, cuando arribó por primera vez como colaboradora ad-honorem al Macla (Museo de Arte Contemporáneo). "Primero llegué al Macla donde estuve por más de diez años. Allí aprendí muchísimo con el director, César López Osornio, que aún sigue en sus funciones. Después de un tiempo pasé a formar parte del Mumart y, a principios de este año, me eligieron para dirigirlo”, remarcó la artista platense.
–Y enseguida la interrumpió el receso de actividades como prevención ante la pandemia de la Gripe A...
–Por suerte, tenemos un equipo de doce personas con las que trabajamos incansablemente a pesar de las adversidades que se suscitan. Con el tema de la gripe A, para nosotros no cesaron las actividades, cada uno se llevó tarea para el hogar para seguir con el objetivo que nos planteamos todos como equipo.
–¿Cuáles son los objetivos principales del Mumart?
–Hay muchas cosas por hacer. Uno de los objetivos principales es darle una identidad propia al museo. El hecho de que la entrada al Pasaje Dardo Rocha (donde funciona la sala) sea por calle 50, ubica al Mumart como si estuviera en la parte de atrás del edificio, cuando el Pasaje como tal tiene entradas por las cuatro calles de las manzanas, 6, 7, 49 y 50. Si se abrieran todas las puertas, el Mumart sería visto por todos los ciudadanos platenses que caminan por 6 o 49 y la gente lo identificaría como tal.
–¿Han hecho alguna propuesta al respecto?
–Sí, pero los argumentos apuntan a una falta de presupuesto. El hecho de abrir todas las entradas del Pasaje implica mayor seguridad y, por ende, otros costos. El Intendente ha declarado varias veces la intención de mantenerlo como pasaje, pero por ahora no hubo ninguna movilización al respecto. Por otro lado, se perjudicó porque desde sus inicios el museo mutó por toda la ciudad, lo que no permitió que se lo identificara con un lugar determinado. Algunos creen que el Macla y el Mumart son lo mismo. Nosotros queremos que la gente lo identifique, y que sepa que pertenece a todos los platenses. Otro de los objetivos es la recuperación de las obras de arte que son patrimonio del museo. Para ello, se realiza un trabajo de investigación, se estudia si las obras pertenecen al museo, dónde se encuentran, si se pueden recuperar, cómo hacerlo y, luego, si se encontraran en mal estado, se hace una restauración. Ahora estamos trabajando con una restauradora que vino del Museo Quinquela Martín de la Boca y que está ayudando bastante para la recuperación de las obras de arte. Nosotros, como responsables, tenemos la obligación de proteger las obras que circulan por el museo o que son patrimonio del mismo. Y seguimos con la idea del "Museo Abierto", es decir, que no sea un espacio exclusivo, cerrado, para eruditos, sino que sea un espacio de construcción, de interacción, de experiencia. De ahí que hemos realizado un programa de extensión en el que las obras de arte son llevadas a otros espacios por fuera del museo.
Estuvimos en el Centro Cultural Los Hornos en junio, donde se expusieron obras patrimoniales de la ciudad, y la narración de cuadros a cargo de Claudio Ledesma. También expusimos en City Bell, en el Teatro de Cámara Lumen Artis.
–¿Este año el museo festeja el cincuentenario?
–En realidad sus orígenes se remontan a varios años atrás, por ordenanza sería el 3 de julio de 1939, presidida por Huberto D´Amelio en esa fecha quedó conformada la Comisión Municipal de Bellas Artes que luego se convertiría en Museo. El impulso sobrevino con la donación de varias obras de arte de la viuda de Numa Rossotti, luego otras tantas contribuyeron a su crecimiento, como las de Raúl Buongiorno, Salvador Calabrese, José Speroni, Ernesto Riccio, Cleto Ciocchini. En 1959 se crea la Dirección de Cultura de la Municipalidad de La Plata y, paralelamente, se gestiona la creación del Museo Municipal de Bellas Artes en septiembre del ‘59, donde se incorporaron obras de Koek-Koek, Arturo González, entre otros tantos.
–¿Cómo se convierte una obra en patrimonio cultural?
–En este caso, el museo municipal tiene una fundación importante, la Fundación Numa Rossotti, donde la viuda donó del artista donó obras que se convirtieron en patrimoniales. Pero no todas las obras que pasan por el museo se convierten en patrimonio. Algunas son sólo exhibidas, otras son regaladas y se convierten en bien del museo. Hay concursos donde se premian obras y quedan como patrimonio del museo, después hay artistas que ofrecen la donación, pero queda en el museo la decisión de aceptar o no. La Fundación Numa Rossotti, dio origen a que llegaran obras extranjeras al museo de la Plata, porque donó parte de su obra cuando vivió en Europa. Hay obras patrimoniales que hacen a la propiedad del Mumart y obras temporales que expone un artista o un grupo, que se brindan al público pero luego se retiran.
–¿Dónde quedan las obras del museo luego de ser expuestas?
–Las obras que fueron expuestas están guardadas en un depósito precario, en este mismo edificio. Otras en el espacio de las oficinas, preservadas con mucha precaución, en sitios donde no se fuma, otras empiezan a girar por distintos sitios. Las obras del museo son patrimonio y eso implica su cuidado. Estamos trabajando en la recuperación de las obras, luego vemos en qué condiciones se encuentran y la restauradora determina cómo acondicionarlas. En otras obras se han hecho un trabajo de limpieza, de mejorar las condiciones de los marcos, tenemos pendiente un proceso más grande de restauración de obras que están tajeadas o donde es más profundo el deterioro que han sufrido. Son dificultades pero también son oportunidades de ir construyendo un museo de verdad, con un espacio real, un lugar donde guardar las obras y donde restauralas. Y el tema de la investigación es fundamental, porque nuestra historia merece un archivo, para poder después seguir trabajando y construir un museo de verdad. Estamos tramitando un subsidio para la digitalización del museo, para tener archivos escritos, de la obra patrimonial, para realizar un catálogo que hable de la identidad del museo y de los platenses también.
–¿Considera que la ciudad tiene lugares para los artistas independientes?
–Sí, tiene muchos espacios de arte y muchos artistas en todas las áreas, lo que no tiene es mucho mercado. Hay un espacio nutrido como la Facultad de Bellas Artes y además de espacios institucionales hay grupos de centros culturales que son marca registrada en la ciudad. Pero si uno quiere ir a la cima del mercado, es como dice el dicho: "Dios atiende en Buenos Aires". Eso depende de lo que quiera cada uno. En este poco tiempo, hemos experimentado una relación con los artistas donde empezamos a ofrecer un espacio de interacción todos los jueves: una especie de taller, donde se conversa sobre las propuestas que ellos tienen, las falencias de la ciudad y también lo que respecta al trabajo del artista en sí. Se está creando una muy buena atmósfera en la ciudad. El “Museo Abierto” tiene que ver con esto, con ser perceptivo y amplio en estos conceptos.
–¿Hay recursos para la labor del museo?
–No. Todos saben que hay pocos recursos, sin embargo, todo este equipo de trabajo apuesta al museo, y tratamos de hacerle frente a las adversidades aunque a veces se hace muy difícil. Otra intención es crear vínculos con otros museos a nivel provincial y nacional, lo que facilitaría abrir el juego y compartir con otros lugares para llevar las obras a todos lados.
–¿Qué puede hacer la gente para ayudar al museo?
–El museo está hecho de lo que hacen los artistas, ellos participan, ofrecen obras y se acercan. La gente permanentemente colabora. Se va a hacer un taller sobre producción plástica a partir de septiembre para atraer a los chicos, con un bono contribución que facilitará el acercamiento de los más chicos.
–¿Tienen alguna muestra en mente?
–Como el Macla cumple 10 años y nosotros 50, la idea es hacer más delante una muestra en conjunto donde se pueda ver qué ofrecen los museos, para conocer los artistas y para que la gente se acerque. Estamos viendo cuándo lo organizamos.
Fuente: Diagonales
No hay comentarios:
Publicar un comentario