
Sebastián Arias
Este viernes desde las 19 y hasta la medianoche se celebrará el Día Nacional del Tango. El sitio web de Diagonales habló con Rosalina Nazarre, la joven voz tanguera de la región. Experiencias, sueños, y proyectos.
No es común encontrar jóvenes en lugares vinculados al tango. Y mucho más raro es ver gente bailando tango en una plaza, un lugar que le pertenece, al menos en los 90, a la cultural del rock.
Sin embargo, este viernes, después de las19, el tango invade Plaza Moreno, en un evento que contará con clases dobles gratuitas para principiantes e intermedios dictadas por Profesores de la Guardia Tanguera y de la Casa del Tango.
Rosalina Nazarre es un poco la excepción la regla. Es joven en un ambiente de viejos. Tiene sólo 30 años. Y canta tango desde pequeña. Es, para ella, como una tradición familiar. “Fue algo que mamé de chica; llevo la cultura del tango y del folclore gracias a mi papá que toca la guitarra y nos enseñó a cantar”, dijo la tanguera oriunda de Berisso.
En dialogo con este medio, habló de la incursión de los jóvenes, de la dificultades del ambiente y de sus sueños en un espacio popular con letras que nos hablan de la nostalgia, el fracaso, las penas, el amor, los desengaños y los malevos. En fin, un conjunto de ideas sobre la vida.
“Está bueno que la juventud forme parte de este fenómeno. Porque es la herencia que tenemos de nuestros antepasados, de nuestros abuelos y es nuestra música, la música popular que nos identifica. Hay muchos cantantes jóvenes que están realizando nuevas experiencias”, contó Rosalina.
Ahora bien, ¿los jóvenes son aceptados en esa ambiente? “En mi caso, me aceptaron de una manera fantástica, pero creo que tiene que ver mucho con la personalidad del artista: el público te retribuye lo que vos le brindás. Es cierto que existe la competencia como en todo ambiente artístico. Cuando alguien joven llega con todas sus ganas, su fuerza, su empuje, es como que algunos se sienten perjudicados y ponen trabas. El derecho de piso siempre se paga, pero no es imposible lograrlo”, explicó la Rosi, que estudia Comunicación Social en la UNLP.
Uno de sus sueños ya los cumplió: grabó su primer CD, llamado simplemente, “Rosalina”. “Es importante destacar que para alguien anónimo resulta engorroso hacerlo ya que es mucho el dinero que se invierte”. Y ahora va por más. “Otro proyecto es el de poder expandirme con más frecuencia hacia el ámbito de Capital Federal donde está la más importante movida en este rubro”, aventuró.
Fuente: Diagonales
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