
La dramaturga española inicia una pequeña gira con su grupo Remiendo Teatro
Hay muchos motivos que llevaron a la joven dramaturga española Gracia Morales a meterse en el mundo de los desaparecidos y de los forenses que tratan de devolverles nombre e historia a partir de sus restos encontrados. Es que, además de una mujer de teatro, Morales es profesora de literatura hispanoamericana en Madrid, hecho que la ha traído varias veces, no sólo a la Argentina, sino también a Chile. Pero fue en un avión que la llevaba de Italia a España donde terminó de decidirse por indagar en ese universo. Allí se topó un artículo sobre el trabajo que realiza el Equipo Argentino de Antropología Forense, y el tema la volvió a tomar.
"La verdad: es la tercera vez que abordo esta temática, en la que evidentemente he necesitado meterme. Tanto por lo que está pasando en mi país, donde este tema está ahora muy vigente, como por mi vinculación con la literatura y la historia de los países americanos, de alguna manera la cuestión sobre las dictaduras y sus consecuencias es algo que ha estado latente en mí desde hace mucho tiempo. Y me parece que el teatro es un espacio ideal para presentar lo complejo de las relaciones sociales y de las actitudes individuales; en mis textos, de alguna forma, yo misma intento aclararme cómo puede llegar una sociedad a esa situación de violencia", explica Gracia Morales desde España, antes de viajar a Buenos Aires para presentar en una pequeña gira nacional su última obra, NN 12 , que sube a escena -en una primera escala en el Celcit-, de la mano de la Compañía Remiendo Teatro, de la que es cofundadora.
A pesar de que Gracia también es actriz, esta vez quiso mantenerse fuera del escenario. "Este montaje suponía un compromiso muy fuerte; hemos estado trabajando en él a lo largo de casi un año y yo no hubiera podido compatibilizar las clases con este proceso. Sí estuve como ayudante de dirección, lo que supone participar, pero siempre como alguien que opina, propone, plantea dudas, intenta facilitar las cosas, pero no toma decisiones. Las decisiones son del director, Juan Alberto Salvatierra. Por otra parte, es cierto que en esta puesta ha podido funcionar mucho el trabajo colectivo".
Más liberada, Morales supo entregar su material a este director amigo que -según ella- ha sabido imprimirle a NN 12 un ritmo muy ágil y usar una forma de tensión contenida que nunca cae en lo melodramático. También ha buscado explotar otros elementos que están en el texto, como la mezcla de lo real con lo mágico, el juego con el tiempo y el factor de la intriga.
Para agendar
NN 12, de la compañía española Remiendo Teatro.
Celcit, Moreno 431. Hoy y mañana, a las 21; y el domingo, a las 20. Entrada: $ 40; $ 20 para estudiantes y jubilados.
Verónica PagésFoto: Gentileza Remiendo Teatro
Fuente: La Nación
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