viernes, 7 de agosto de 2009

Denuncian discriminación contra inmigrantes africanos

Venta ambulante en la ciudad de La Plata

Desde una organización no gubernamental aseguran que los procedimientos contra la venta callejera ilegal en la ciudad son más duros con los ciudadanos de Senegal. En Control Urbano niegan que haya algo contra ellos.

Que atraviesan una situación difícil, nadie lo niega. Lejos de su país de origen, de su cultura y de su gente, deben abrirse camino en un sitio extraño, con personas que no los entienden y los miran como si fueran “bichos raros”. Son los vendedores ambulantes oriundos de Senegal, que recorren las calles platenses y de muchas otras ciudades del país cargando valijas con bijouterie para vender a los transeúntes.

Hace poco más de una semana, un procedimiento de inspectores de Control Urbano terminó con el decomiso de la mercadería y una multa para dos de estos vendedores. Conmovidos por la complicada situación, desde la Organización Identidad contra la Discriminación decidieron intervenir para que se conozca esta dura realidad, y para que los ciudadanos “sean un poco más solidarios”, según palabras de su presidente, Juan García Espino.

“Son refugiados, vienen de una situación terrible en su lugar de origen, y por eso terminan acá, haciendo un trabajo para el cual no cuentan con habilitación, pero que es preferible a que se dediquen a delinquir”, señaló el hombre en diálogo con Hoy. Aunque reconoce que la misma situación les toca a muchos vendedores argentinos, y también de otras nacionalidades, manifiesta que “siempre el más débil resulta más afectado”. García Espino admitió sentirse muy apenado por lo que viven estos inmigrantes “cuyos derechos están vulnerados de todos lados”, y resaltó que “los comerciantes deberían ser más considerados, porque a nadie le gusta deambular por las calles pasando frío o calor extremos”.

Al tomar contacto con los vendedores cuya mercadería fue decomisada, García Espino pidió la intervención del Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi). El lunes pasado, los inmigrantes fueron citados en el Juzgado de Faltas para aclarar su situación y, pese a que no debieron pagar ninguna multa, tampoco recuperaron la mercadería retenida. “Ya iniciamos una apelación a través de la Defensoría Ciudadana de la ciudad, a cargo de Monserrat La Palma, y tenemos mucha confianza en que se resuelva”, adelantó García Espino que, cabe mencionar, en todo momento reconoció que se trata de una actividad ilegal, aunque considera que, “antes de dictar las leyes, los gobernantes tendrían que garantizar las condiciones necesarias para que puedan ser cumplidas”.

Ilegales

Ante la consulta de Hoy, el director de Control Urbano, Juan Martín Malpeli, hizo hincapié en que “de ninguna manera hay algo en contra de los inmigrantes senegaleses, pero lo que están haciendo es ilegal”. En ese sentido, explicó que los procedimientos contra la venta ambulante se hacen de la misma forma, independientemente de la nacionalidad de cada persona, y recalcó que “de ningún modo existe discriminación por parte de los inspectores municipales”.

Por su parte, fuentes del Inadi explicaron a este medio que su actuación se limitó a “algunos llamados telefónicos para agilizar los trámites en el juzgado de faltas, pero sólo como una colaboración, porque la venta de mercadería ilegal está prohibida”, según manifestaron. Asimismo, destacaron que “como entidad, no podemos hacer otra cosa que pedir que se solucione la situación de todos los vendedores ambulantes, porque son muchas las personas que quieren trabajar y terminan violando las normas legales porque no tienen más opción”.

Condiciones mínimas

Para García Espino “hace falta que las autoridades busquen soluciones antes de aplicar las normas porque, de lo contrario, ni siquiera hay posibilidades de que se puedan cumplir”, y “deben tener en consideración que se están viviendo momentos de crisis”. “El problema de los vendedores es consecuencia de la política de los gobernantes, que nunca se preocuparon por incluirlos en ningún plan, y sólo actúan para reprimirlos”, puntualizó el hombre que, además, subrayó su disconformidad con la actuación del Inadi ya que, según sus palabras, “en principio se mostró muy comprometido a ayudar y, de repente, manifestó que desde allí no se podía hacer nada”. “Tengo desconfianza contra los organismos oficiales de derechos humanos, ya que siempre pareciera que son juez y parte”, concluyó.

Salvarse

En los últimos años ha sido evidente la llegada de hombres jóvenes de Senegal, Nigeria, Camerún, Liberia y Sierra Leona, entre otros orígenes. En casi todos los casos, cruzaron el Atlántico huyendo de guerras o de penurias económicas y ahora buscan su lugar en calles céntricas de grandes ciudades, desplegando lonas con bijouterie de fantasía adquirida en Once. Algunos dicen que ganan unos 1.000 pesos por mes.

Fuente: Hoy

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cero comentarios??!! asombroso que no comentemos un asqueroso acto como este,yo como millones de argentinos soy hijo de inmigrantes y si nos olvidamos de eso perdemos una de las cosas más importantes de la vida,la empatía;qué nos pasa? lloramos si vemos niños en África desnutridos y cuando los tenemos enfrente no le brindamos nuestro apoyo? sigo pensando que somos buena gente pero como todo,hay que ponerlo en práctica,saludos. Anibal.