martes, 10 de noviembre de 2009

Sobre apocalípticos e integrados

CINE › UNA MIRADA SOBRE AMERICA LATINA EN EL FESTIVAL DE MAR DEL PLATA

Mientras la uruguaya Mal día para pescar y sobre todo la cubana El cuerno de la abundancia reiteran viejos vicios del cine de la región, como el pintoresquismo for export, la mexicana Daniel y Ana y la chilena Huacho demuestran que hay un futuro posible.

Por Horacio Bernades

Desde Mar del Plata

Aunque este año la proporción de cine latinoamericano es menor de lo deseable, la grilla del Festival de Mar del Plata programa, por estos días, dos de las tres películas latinoamericanas (no argentinas) incluidas en la Competencia Internacional. Se trata de la uruguaya Mal día para pescar y la cubana El cuerno de la abundancia, ambas coproducciones con España. Al mismo tiempo, la Competencia Latinoamericana del festival presenta otras dos películas de sumo interés: la chilena Huacho (coproducción con Francia) y la mexicana Daniel y Ana. Buen momento, entonces, para echar, desde Mar del Plata, una mirada –o varias– sobre el cine de la región.

Hay diferencias bien de fondo entre Mal día para pescar y El cuerno de la abundancia, por un lado, y Huacho y Daniel y Ana, por otro. Las dos películas que presenta la Competencia Internacional cuentan con una importante inversión española, son de gran formato y se dirigen a un público masivo e internacional. Lo de “gran formato” incluye, en el caso de la película uruguaya, la utilización del Scope, así como un par de nombres internacionales en el elenco. El de los dos protagonistas, concretamente. Uno de ellos es el español Gary Piquer, que en su carácter de coproductor y coguionista aparece, en buena medida, como factótum. El otro es el finlandés Jouko Ahola, que años atrás había coprotagonizado Invincible, de Werner Herzog. Basada en un largo relato de Juan Carlos Onetti (Jacob y el otro), Mal día para pescar es una de esas películas enteramente dedicadas a ilustrar un guión. Recién sobre el final, cuando el realizador y coguionista Alvaro Brechner se permite tratar a sus personajes como tales y no como meros tipos (cosa que sucede durante casi una hora y media), Mal día para pescar respira una cierta verdad humana y cinematográfica, viéndose imbuida de un hasta entonces ausente fatalismo onettiano.

Hasta ese momento, Mal día para pescar había reconvertido la Santa María de Onetti en una ciudad pintoresquista, en la que tanto puede oírse un mambo como tomarse un mate, con alguna población andina y en una época que no se sabe bien si son los ’50, los ’60 o los ’70. Todo eso no es nada si se lo compara con El cuerno de la abundancia. Estrenada en España –¡hace un año!–, la película coproducida por Gerardo Herrero eleva el pintoresquismo a un grado caricaturesco, que Mal día para pescar no llega a tener. Co-realizador de Fresa y chocolate, el cubano Juan Carlos Tabío intenta repetir el éxito de aquélla, echando mano de sus tres actores protagónicos (Jorge Perugorría, Vladimir Cruz y Mirta Ibarra) y sumiéndolos en una Habana que responde, sin dejar un solo cliché afuera, a lo que el turismo internacional entiende por “lo cubano”: son mulatas desnudas, castrismo, alegría de vivir y sabor. Un verdadero país bananero del cine, capaz de deshonrar la programación de cualquier festival.

Pero Mar del Plata –y el cine latinoamericano– tienen, por suerte, quien los honre. Uno es el chileno Alejandro Fernández Almendras, que en su ópera prima, Huacho, se atiene al modelo del cine de observación, para echar una mirada sobre una familia campesina de la región de Chillán. En ausencia del padre (de allí el título), la familia de Huacho tiene cuatro integrantes visibles: el abuelo, la abuela, la madre y el hijo. Fernández Almendras muestra, alternativamente, momentos de la vida cotidiana de los cuatro, sin pretender que esos momentos sean “representativos” (esa mala palabra que películas como la de Tabío convierten en módulo básico). Son simplemente eso, momentos, tomados de un modo que, aunque no lo sea, luce azaroso. Lo simple no quita lo elaborado en Huacho. Y lo observacional no impide la proximidad, la empatía entre la cámara y los personajes. Todos ellos dotados de una gracia que ubica la película en los antípodas de otros modelos de este tipo de cine, que suele confundir observación con distancia, lejanía, severidad excesiva. Una pequeña gema, testimonio de que el cine chileno es uno de los que más (y mejor) crece en la región.

Presentada en la última edición de Cannes (lo mismo que Mal día para pescar y Huacho), el distanciamiento es, en la mexicana Daniel y Ana, la única herramienta posible para narrar la historia real que transcribe. Un cartel colocado al final advierte que esa historia es una entre muchas. Y es de las que desafían la capacidad de asimilación de lo real por parte del espectador. Parece que una de las últimas tendencias del porno casero es la del sexo (documental) entre parientes directos. Sexo forzado, a punta de pistola y secuestro de por medio, después de lo cual se vuelve a depositar a los secuestrados en la calle, devolviéndolos a una vida que ya nunca volverá a ser la de todos los días. Es lo que sucede con los hermanos del título, chicos de la alta burguesía del DF mexicano, obligados a tener sexo en cámara y entre lágrimas. Daniel y Ana es una de esas películas francamente difíciles de ver, en la que la clave es el modo seco, distante, falsamente prescindente, con que el debutante Michel Franco observa la aniquilación absoluta de la identidad de sus protagonistas. Una suerte de Salò de la hipermodernidad urbana, que apunta, como el film de Pasolini, a un malestar profundo, que haga reaccionar.

Y que haga reaccionar también al cine latinoamericano, se diría, teniendo en cuenta las amenazas del for export en el que a veces aparece sumido.

* Mal día para pescar se verá hoy a las 16.30 en el Teatro Auditorium, y el jueves a las 17.30, en el Ambassador 2. El cuerno de la abundancia, hoy a las 17.30 y mañana a las 15.30, en el Ambassador 2. Huacho, por última vez hoy a las 16.30, en el cine Del Paseo 1, y Daniel y Ana, también por última vez, hoy a las 19 en la misma sala.

Fuente: Página 12

No hay comentarios: