Hasta el 20 de diciembre podrá verse en el Mumart la serie de heliografías realizadas por el artista argentino en la década del '80, cuando se exilió en San Pablo
La muestra de heliografías del irreverente artista plástico argentino León Ferrari, que ya recorrió el país, desembarcó esta semana en la ciudad de las diagonales para quedarse hasta el próximo 20 de diciembre. Las obras del controvertido creador, considerado uno de los artistas vivos más importantes de Latinoamérica, fueron realizadas en la década del ‘80 durante su residencia en la ciudad de San Pablo, Brasil.
Con la curaduría de Andrés Duprat, esta serie de obras que están expuestas en el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha llevan consigo toda la impronta de los años de refugio de él y su familia, en época de dictadura militar. Sus primeros planos heliográficos realizados en San Pablo se concretaron en paralelo a su contacto con las vanguardias brasileras, a través de la relación que entabló con artistas e intelectuales como Regina Silveira, Julio Plaza, Aracy Amaral y Mira Schendel, y donde encontró el campo propicio para la experimentación de nuevos lenguajes.
En este contexto, León Ferrari realiza sus primeras obras sobre poliéster para ser reproducidas en copias heliográficas. Especies de planos, estructuras arquitectónicas y situaciones urbanas en las que recurrió como lenguaje al dibujo técnico. Sin dudas, utilizar en la década del ‘80 técnicas heliográficas como vehículo de obra era, en sí mismo, un gesto de vanguardia.
Como bien explicó el curador de la muestra, a través del diseño de plantas de arquitectura y de la utilización de estampas Ferrari construyó obras que exacerban hasta el límite un imaginario de las relaciones humanas: nudos de autopistas imposibles, rotondas que concentran multitudes, estructuras en las que los usos del automóvil y los peatones están invertidos; organizaciones espaciales contradictorias, construcciones inverosímiles que nos precipitan en un universo de extraña fascinación. Combinando y reiterando una y otra vez los mismos elementos -muros, puertas, mingitorios, personas, automóviles, inodoros, camas- crea una nueva realidad o, mejor, la escenificación de una realidad hipotética y opresiva.
Con su particular diseño espacial de disposición de los elementos que utiliza, aborda temáticas como las situaciones de poder, las jerarquías, la masificación, la uniformidad, la disciplina, el hacinamiento, la explotación, el sometimiento y la desesperanza. El carácter monocromo de las heliografías genera composiciones geométricas, tramadas y texturadas que la proximidad de la mirada va transformando y cargando de sentido, recreando una magnífica y crítica metáfora de la sociedad global contemporánea.
El artista
León Ferrari nació en Buenos Aires en 1920. Autodidacta, comenzó a hacer arte en 1955 con diversos materiales: cerámica, yeso, cemento, madera y alambres de acero inoxidable. Por razones políticas abandonó el país en 1976 y se radicó en San Pablo, Brasil, donde retomó las esculturas metálicas y realizó experiencias con diversas técnicas: fotocopia, arte postal, heliografía, microficha, video-texto, libro de artista, etc.
Desde 1991 volvió a residir en Buenos Aires, donde continúa haciendo arte sobre el cristianismo y también pasteles y dibujos. En el año 2000 realizó la muestra Infiernos e idolatrías en el ICI Centro Cultural de España, contra las torturas humanas y divinas. En una sala expuso 40 reproducciones de infiernos famosos (Miguel Angel, Giotto, Bosco, etc.) y en otra inventó o copió formas de torturas cristianas, pero aplicándolas a vírgenes, sagrados corazones y santos de yeso. La muestra originó reacciones en grupos católicos que instalaron una suerte de altar en las puertas del ICI y en medio de banderas y estandartes rezaron el rosario y arrojaron basura, pintura y una granada de gases lacrimógenos en el interior del local.
En 2001 presentó en la galería Sylvia Vesco 30 collages con el diario L’Osservatore Romano y un libro con esas imágenes.
Fuente: Hoy
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