Espectáculos. JARA. La viuda y las dos hijas del cantante aun no han decidido si los restos volverán al mismo nicho en el cual estaban.
El cantautor chileno tendrá la semana próxima un velatorio de tres días, para que sus compatriotas le ofrezcan el homenaje que no pudo recibir en 1973.
El cantautor chileno tendrá la semana próxima un velatorio de tres días, para que sus compatriotas le ofrezcan el homenaje que no pudo recibir en 1973.
Agencia EFE
Treinta y seis años después de su asesinato a manos de militares, el cantautor chileno Víctor Jara tendrá la semana próxima un velatorio de tres días, para que sus compatriotas le ofrezcan el homenaje que no pudo recibir entonces, informaron hoy los organizadores.
Treinta y seis años después de su asesinato a manos de militares, el cantautor chileno Víctor Jara tendrá la semana próxima un velatorio de tres días, para que sus compatriotas le ofrezcan el homenaje que no pudo recibir entonces, informaron hoy los organizadores.
Lo principal "es que Víctor se va a sepultar, pero su crimen continúa impune", dijo hoy la directora de la Fundación Víctor Jara, la actriz Gloria Köning, al anunciar los funerales que tendrán lugar a partir del próximo jueves, 3 de diciembre.
"Ahora queremos saber quiénes son los responsables, ahora que se ha confirmado una realidad que se sabía hace bastantes años", señaló en declaraciones a Radio Cooperativa. La actriz se refería al informe realizado mediante estudios genéticos en Austria que ha confirmado que los restos exhumados en el Cementerio General de Santiago en junio pasado son del cantante, compositor y director de teatro, el cual murió en 1973 a causa de múltiples heridas de bala en la cabeza, tórax, abdomen y piernas.
Köning señaló que la viuda de Jara, la estadounidense Joan Turner está "tranquila" con el informe entregado por los forenses y espera que la constatación de que Víctor fue "brutalmente asesinado" permita "seguir avanzando en la investigación".
Turner había dicho que el autor de canciones como Te recuerdo Amanda y ¡Ay, canto, que mal me sales! recibió 44 disparos y que los militares le trituraron las manos con las culatas de sus fusiles en el Estadio Chile, un recinto deportivo utilizado como centro de reclusión y tortura que hoy lleva el nombre de Víctor Jara.
Tras el asesinato, ocurrido a pocos días del golpe de Augusto Pinochet (11 de septiembre de 1973) el cadáver de Jara fue encontrado cerca de un cementerio en el sector sur de Santiago y llevado al Servicio Médico Legal, donde Turner lo reconoció.
Acompañada de sólo dos personas, la viuda caminó por las calles de Santiago tras el féretro y lo depositó en un humilde nicho del Cementerio General, que con los años se convirtió en un lugar de peregrinación para los admiradores de la música de Jara.
Köning afirmó que ahora "todo será distinto" y que los restos del artista serán velados durante tres días a partir del 3 de diciembre, para que sea homenajeado por los chilenos y por otros artistas que le acompañarán con cantos y poemas, "como a Víctor le hubiese gustado".
El entierro del también autor de El derecho de vivir en paz tendrá lugar el sábado 5 de diciembre a las 13 GMT.
Desde la sede de la Fundación, en el centro de Santiago, saldrá un cortejo que recorrerá las calles hasta el Cementerio General.
La viuda y las dos hijas del cantante, Amanda y Manuela, aun no han decidido si los restos volverán al mismo nicho en el cual estaban o se acondiciona otro lugar.
El único procesado por el crimen de Jara, el ex coronel del ejército Mario Manríquez Bravo, que fue jefe del campo de prisioneros que operó en el Estadio Chile, murió hace algunos meses. La Justicia procesó también a un ex recluta que había declarado ser el autor del homicidio por orden de sus superiores y después se desdijo, pero lo exoneró por falta de pruebas.
Mientras siguen los esfuerzos por identificar a "El Príncipe". Se trata de un oficial de rasgos germánicos que, según testimonios de supervivientes, torturó a Jara, le descerrajó un tiro en el cráneo mientras jugaba a la ruleta rusa y en seguida ordenó a varios soldados que lo acribillaran.
Fuente: La Voz
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