DISTINTA ELLA DICE QUE HABRÁ MUCHOS CAMBIOS RESPECTO A "VEDETTISIMA", LA REVISTA QUE ENCABEZÓ HASTA EL MES PASADO.
Entrevista Carmen Barbieri El jueves, en Mar del Plata, estrena "Fantástica", la revista que dirige su esposo, Santiago Bal.
Por: María Ana Rago
Antes fue Vedettísima. Ahora será Fantástica. "Es una revista apta para todo público. Se verán transparencias y desnudos", explica a Clarín Carmen Barbieri, actriz que encabezará uno de los espectáculos que promete estar entre los más taquilleros de la temporada teatral marplatense. La declaración hace ruido y, tal vez porque al decirla a ella misma le haya sonado contradictoria, aclara: "Se van a ver cosas como las que salen en el programa de Tinelli. Y si las puede ver toda la familia por televisión, ¿por qué no las pueden ver en el teatro?" La evaluación de los dichos queda a criterio del lector y del eventual espectador. Lo cierto es que Fantástica subirá al escenario del Teatro Atlas de Mar del Plata a partir del jueves.
"Es una revista sin imitadores ni temas políticos. Es popular, actual, divertida y en algunos cuadros transmite emoción", enumera.
El año pasado habías dicho que tu idea era instalar una marca, un tipo de revista con sello propio, ¿sentís que empezó a concretarse?
Sí. Para mí, con la primera revista, con Vedettísima, ya se concretó ese objetivo, porque empecé a demostrar que se podía volver a la revista clásica. Y sigo en esa línea.
Dice que, como contrapartida, recibió de parte de colegas y a modo de crítica, el mote de "antigua", en su afán por buscar recuperar la esencia del género. Pero se defiende, dice que el adjetivo exacto es "clásica" y que no es al público al que tiene que explicarle nada, porque "el público es el aliado del artista. Los que son nuestros enemigos, a veces, son nuestros propios colegas, que tienen prejuicios, que critican un espectáculo antes de verlo", sentencia.
Hace un mes bajó de cartel Vedettísima, que después de la temporada de verano en Mar del Plata hizo funciones en Buenos Aires. "Terminamos a sala llena", asegura. Después, se tomó una semana de vacaciones. "Me fui a Disney con el nieto de Santiago y con mi hijo Federico, y lo pasamos realmente muy bien. Bajé del avión y retomé los ensayos de Fantástica. Estoy cansada, pero con un cansancio lindo", dice.
"Es una revista glamorosa y eso que soy de barrio, yo soy popular popular", enfatiza. Pero sobre el escenario, se quiere dar todos los gustos. Aunque el que manda es su marido, Santiago Bal, autor y director de Fantástica e integrante del elenco. El hace las órdenes de compra, elige los colores que deben pintar cada escena y dicta la letra. El que pone la plata es el productor. "Javier Faroni puso toda la carne a la parrilla", señala Carmen. "Vedettísima era glamorosa, pero ésta es mucho más pretenciosa, ha salido mucho más dinero, llevó más esfuerzo y más tiempo", agrega. Pero si de ahorrar se trata, Carmen tiene sus recursos. "Soy de caminarme todo el Once y conseguí buenos descuentos", dice.
¿Qué tendrá este espectáculo?
Esta vez no haré monólogo. Lo hace Andrea Ghidone. Y también Santiago y Rolo Puente. Yo cubro el espacio de mi monólogo con un número que hago con una "muñeca Muppet" que compré en Nueva York. Es un número musical cantado en vivo, en el que también hablo con la muñeca, que se llama Envidia. Ella se queja de mí, de todos los temas que siempre toco, como la gordura, como hablar de mi abuelo y de mi viejo. En el prefinal hacemos una performance con Santiago, que vendría a ocupar el lugar de la atracción, que da tiempo para armar el número final del espectáculo. Pero es una performance totalmente distinta a la que hacíamos en Vedettísima.
Todo renovado. O casi todo renovado. "Algunas cosas reciclé del espectáculo anterior, pero no muchas, porque a Santiago se le ocurrió hacer la presentación toda de blanco, y el final violeta y lila, así que hubo que comprar todo nuevo. Y algunos nombres del elenco se repiten, pero muy pocos.
¿Tu hijo vuelve a estar a cargo del material fílmico?
Sí, la proyección del fílmico la hace mi hijo Federico. Le compré un equipo de filmación para hacer películas y en la puesta usamos la pantalla de cine que tiene el teatro Atlas.
La charla se interrumpe abruptamente. "Pará un minuto que se me fue el perro", explica y llama a los gritos al animal, de dos años y medio, "que se crió en el teatro".
"Espero que esta obra le guste a la gente. El público, el año pasado, me dijo que sí. Y deseo, por supuesto, que vuelvan a confiar en mí y vengan a ver la revista". Fin. El ensayo debe continuar.
Antes fue Vedettísima. Ahora será Fantástica. "Es una revista apta para todo público. Se verán transparencias y desnudos", explica a Clarín Carmen Barbieri, actriz que encabezará uno de los espectáculos que promete estar entre los más taquilleros de la temporada teatral marplatense. La declaración hace ruido y, tal vez porque al decirla a ella misma le haya sonado contradictoria, aclara: "Se van a ver cosas como las que salen en el programa de Tinelli. Y si las puede ver toda la familia por televisión, ¿por qué no las pueden ver en el teatro?" La evaluación de los dichos queda a criterio del lector y del eventual espectador. Lo cierto es que Fantástica subirá al escenario del Teatro Atlas de Mar del Plata a partir del jueves.
"Es una revista sin imitadores ni temas políticos. Es popular, actual, divertida y en algunos cuadros transmite emoción", enumera.
El año pasado habías dicho que tu idea era instalar una marca, un tipo de revista con sello propio, ¿sentís que empezó a concretarse?
Sí. Para mí, con la primera revista, con Vedettísima, ya se concretó ese objetivo, porque empecé a demostrar que se podía volver a la revista clásica. Y sigo en esa línea.
Dice que, como contrapartida, recibió de parte de colegas y a modo de crítica, el mote de "antigua", en su afán por buscar recuperar la esencia del género. Pero se defiende, dice que el adjetivo exacto es "clásica" y que no es al público al que tiene que explicarle nada, porque "el público es el aliado del artista. Los que son nuestros enemigos, a veces, son nuestros propios colegas, que tienen prejuicios, que critican un espectáculo antes de verlo", sentencia.
Hace un mes bajó de cartel Vedettísima, que después de la temporada de verano en Mar del Plata hizo funciones en Buenos Aires. "Terminamos a sala llena", asegura. Después, se tomó una semana de vacaciones. "Me fui a Disney con el nieto de Santiago y con mi hijo Federico, y lo pasamos realmente muy bien. Bajé del avión y retomé los ensayos de Fantástica. Estoy cansada, pero con un cansancio lindo", dice.
"Es una revista glamorosa y eso que soy de barrio, yo soy popular popular", enfatiza. Pero sobre el escenario, se quiere dar todos los gustos. Aunque el que manda es su marido, Santiago Bal, autor y director de Fantástica e integrante del elenco. El hace las órdenes de compra, elige los colores que deben pintar cada escena y dicta la letra. El que pone la plata es el productor. "Javier Faroni puso toda la carne a la parrilla", señala Carmen. "Vedettísima era glamorosa, pero ésta es mucho más pretenciosa, ha salido mucho más dinero, llevó más esfuerzo y más tiempo", agrega. Pero si de ahorrar se trata, Carmen tiene sus recursos. "Soy de caminarme todo el Once y conseguí buenos descuentos", dice.
¿Qué tendrá este espectáculo?
Esta vez no haré monólogo. Lo hace Andrea Ghidone. Y también Santiago y Rolo Puente. Yo cubro el espacio de mi monólogo con un número que hago con una "muñeca Muppet" que compré en Nueva York. Es un número musical cantado en vivo, en el que también hablo con la muñeca, que se llama Envidia. Ella se queja de mí, de todos los temas que siempre toco, como la gordura, como hablar de mi abuelo y de mi viejo. En el prefinal hacemos una performance con Santiago, que vendría a ocupar el lugar de la atracción, que da tiempo para armar el número final del espectáculo. Pero es una performance totalmente distinta a la que hacíamos en Vedettísima.
Todo renovado. O casi todo renovado. "Algunas cosas reciclé del espectáculo anterior, pero no muchas, porque a Santiago se le ocurrió hacer la presentación toda de blanco, y el final violeta y lila, así que hubo que comprar todo nuevo. Y algunos nombres del elenco se repiten, pero muy pocos.
¿Tu hijo vuelve a estar a cargo del material fílmico?
Sí, la proyección del fílmico la hace mi hijo Federico. Le compré un equipo de filmación para hacer películas y en la puesta usamos la pantalla de cine que tiene el teatro Atlas.
La charla se interrumpe abruptamente. "Pará un minuto que se me fue el perro", explica y llama a los gritos al animal, de dos años y medio, "que se crió en el teatro".
"Espero que esta obra le guste a la gente. El público, el año pasado, me dijo que sí. Y deseo, por supuesto, que vuelvan a confiar en mí y vengan a ver la revista". Fin. El ensayo debe continuar.
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