jueves, 5 de noviembre de 2009

Siempre crítica, Griselda Gambaro fue nombrada Ciudadana Ilustre

CON AGRADECIMIENTO Y RETICENCIA. ASÍ, DIJO GAMBARO, RECIBIO LA DISTINCION, QUE ENTREGÓ EL DIPUTADO DI FILIPPO.

En la Legislatura porteña. La dramaturga pidió medidas de gobierno para tener una ciudad "más equitativa"

No es como ciudadana ilustre que quisiera agradecer este honor, sino como una ciudadana común, atenta y preocupada por las soluciones que la ciudad necesita. Todos sabemos que Buenos Aires, tan hermosa en sus zonas privilegiadas, también es terrible en aquellas donde la pobreza, el abandono y la marginación, son implacables y evidentes con sus niños en la calle, sus villas, sus habitantes sin techo, sus hospitales y escuelas con personal mal remunerado, y en deficientes condiciones edilicias", dijo ayer Griselda Gambaro en el acto en el que se la reconoció como Ciudadana Ilustre en la Legislatura porteña.

La reconocidísima dramaturga y novelista -y autora de obras como La malasangre, Antígona furiosa y Ganarse la muerte -prohibida durante la última dictadura militar- recibió su medalla y su diploma de manos del diputado Facundo Di Filippo (Coalición Cívica). El funcionario subrayó su compromiso con su arte y con su época, no sólo como autora de teatro sino desde lo civil.

Concisa y contundente, Gambaro se dirigió a las autoridades legislativas y ejecutivas porteñas con un discurso de esos que se escuchan con mucha atención y se aplauden con intensidad.

"El pulso de esta ciudad late desparejo, en barrios donde las condiciones respectivas crean segmentaciones socialmente injustas y desafortunadas", aseguró, y remarcó la problemática de la polución ambiental, tanto como visual y auditiva, así como la mendicidad y la drogadicción de chicos y adolescentes. Además, subrayó que las decisiones del Poder Ejecutivo representan "una piedra que entorpece el trabajo de los profesionales" en el área de la salud mental.

"De la Legislatura y del Ejecutivo dependen las soluciones. Y la inercia, que provoca muchas dificultades, con la excusa de que los problemas provienen de gestiones anteriores". A ellos, les exigió "leyes y decisiones de gobierno, que no sean sólo multas, aumentos impositivos o soluciones a corto plazo, sino planes con vistas al presente y al futuro de una Buenos Aires socialmente equitativa".

El acto, realizado en el Salón Dorado, fue presenciado por más de 50 personas, que homenajearon a Gambaro con varios ramos de flores y muchos abrazos. Entre ellas estuvieron la dramaturga Laura Yusem, el director teatral Silvio Lang y los editores Daniel Divinsky y Kuki Miler (De la Flor); además, se leyó una carta de Tito Cossa, en representación de Argentores, en la que se la reconocía por su compromiso y por su trayectoria.

"Para que este honor que me otorgan sea verdadero y no ceremonia halagadora, sólo espero, como ciudadana común, la política que esta ciudad reclama; para que Buenos Aires por fin nos enorgullezca, como a mí me enorgullecerá realmente entonces este reconocimiento, que hoy recibo con gusto, con agradecimiento, pero también con cierta reticencia", concluyó Gambaro, cerrando su discurso y abriendo el último -y larguísimo- aplauso.

Fuente: Clarín

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