miércoles, 25 de noviembre de 2009

Perros de la calle

Drama policial

La bestia que habita la noche es un registro policial que conjuga el misterio, el dinero, las mujeres y el crimen para presentar una historia simple de un hombre triste y perturbado.

Cuando nos sumergimos en la noche podemos desarrollar al cien por ciento los sentidos. El silencio de lo profundo hace que el oído esté alerta a pasos, maullidos o ráfagas de viento. La intensidad de la oscuridad prepara al cuerpo para lo peor, el miedo se hace presente como una compañía, es casi una sombra. Las luces de los carteles luminosos, con su encendido y apagado, marcan los latidos del corazón. En este clima de intriga, suspenso y previo a la acción, se desenvuelve La bestia que habita la noche.

Es un policial cargado con los condimentos que forman parte integral de una obra contextualizada en los años ‘50, con una ley de emergencia que limita la libre circulación del hombre que transita la noche y pone en jaque a los personajes con poder. Por momentos este contexto bien podría funcionar como analogía de la realidad que presentan los medios hoy.

En la obra, los protagonistas cargan con un momento del pasado que no los deja manejarse con destreza, difícilmente viven con tranquilidad. Cada uno tiene algo de qué arrepentirse o añora un amnesia para no sentir culpa en este presente. El alma de Jack Dogo, el detective, es oscura, lúgubre y misteriosa; su secretaria, Elsa Blond, es fiel, romántica y desconfiada, y bajo todos los medios intentará prevenir a su jefe de la violencia que lo acecha en el mundo real. Ellos, como el resto de los personajes, están obsesionados por el dinero, buscan en su encuentro un pasaje hacia el éxito, sabiendo que todo el tiempo está latente la muerte como consecuencia final, “el dinero es la delgada línea que separa el éxito del fracaso, la medida exacta de nuestros sueños. En un mundo como este, un hombre muere a cada instante por dinero. La muerte por el dinero es la marca de aquello que llamamos civilización”.

En La bestia que habita la noche desde el comienzo queda planteado el riesgo, la puesta en escena, la temática del género, las actuaciones. Se ve poco en cartelera este tipo de teatro en la ciudad; quienes se hayan deleitado con Sodería Espósito (en La Fabriquera) podrán volver a sentir la misma sensación cuando se levanten de la butaca. Tiene todo lo que comúnmente tiene una obra: luces, actores, un buen texto, sólo que la diferencia está en la intensidad con la que está presentada, la acción es al límite. Hay pasión, desencuentro, tiros, tristeza y algún que otro guiño de humor manifestado con ironía en la voz de los actores. Es altamente recomendable para pasar un momento casi de película oscura de los años ‘50 donde aparecen todos los personajes: el detective misterioso, la secretaria ciega de amor, el mafioso marginado, la figura de la vedette como anzuelo, y la gran protagonista que además da marco a la historia, la noche, con todo lo que genera en el sentir del hombre: miedo, respeto, oscuridad e intriga.

Ficha técnica

Elenco: Gustavo Parola-Jack Dogo. Virginia Naón-Ingrid Lucero. Claudia González-Elsa Blomd. Edgardo Desimone-Extorsionador, Hombre Misterioso, Matón y Freddy Macro. Dramaturgia y dirección: Diego de Miguel. Supervisión de dramaturgia: Alejandra Varela. Vestuario: Julieta Sargentoni. Escenografía e iluminación: Claudio Cogo. Funciones: viernes y sábados, a las 23, en El Viejo Almacén El Obrero, 13 esq. 71. Reservas: 451-9497.
www.vaelobrero.com.ar - www.vaelobrero.blogspot.com.

Fuente: Hoy

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