sábado, 14 de noviembre de 2009

La solidaridad viaja en camión

Gracias al esfuerzo de los platenses

Una ONG local extiende su mano solidaria hacia aquellos parajes a los que no llega la ayuda oficial. Se trata de Caesa, entidad que ayer envió dos camiones con donaciones a la provincia de Formosa.

A pesar del individualismo que es tan propio de la sociedad de consumo, hay quienes se juntan para resolver las necesidades de los que menos tienen. Allí donde la mano del Estado no se hace visible, llega la ayuda solidaria de la Comisión de Ayuda a Escuelas Argentinas (Caesa), una entidad platense con varios años de trayectoria. Sin ir más lejos, ayer envió dos camiones con donaciones a la comunidad wichi que habita en el departamento de Ramón Lista (Formosa).

Consultada por Hoy, la vicepresidenta de Caesa, Mercedes Pistarino, contó que “los wichis viven como hace años” y tienen sus necesidades básicas insatisfechas. “Están circunscriptos a ese territorio, y allí no pueden cazar ni pescar; algunos tienen planes pero con eso no alcanza”.
El cargamento de más de 20 toneladas cuenta con calzado, ropa, comida, mobiliario, juguetes y artículos varios de primera necesidad que serán donados a 17 escuelas.

La zona elegida se ubica en el límite entre Paraguay y Salta. Su geografía es desértica y la carencia de agua hace que sea imposible el cultivo, hecho que no permite el autoabastecimiento de sus pobladores.

“La gente nos pide elementos de labranza, quieren trabajar, también elementos de carpintería. Nosotros no tenemos recursos para comprarles ese tipo de elementos, pero esto te demuestra su voluntad de salir adelante y trabajar”, contó Pistarino.

Esta voluntad de crecimiento dentro de un medio hostil lamentablemente no es acompañada con firmes políticas estatales. Más allá del aporte del ministerio de Educación y de grupos políticos locales para el traslado de la mercadería, el gran ausente sigue siendo el Estado. “El Gobierno tendría que tener mayor presencia, tendría que ponerse las pila”, sostuvo Mercedes.
Agregó que “la organización depende de la ayuda de todos. Este año renovamos nuestro compromiso solidario con la provincia de Formosa, más precisamente con la comunidad wichi, porque tiene todo tipo de necesidades que no alcanzan a ser resueltas con un Plan Trabajar”.

Escuela y trabajo

Para llevar adelante esta tarea solidaria resulta fundamental el papel que cumplen los docentes y escuelas de la zona. Allí no sólo se realizan tareas educativas, sino que se da de comer a los chicos y padres de la comunidad wichi. “La educación es el eje fundamental que cumplen las escuelas, pero además junto a los docentes coordinamos el tipo de ayuda que necesitan”, contó la vicepresidenta de Caesa, ONG que también viajó a Jujuy.

A través de una encuesta personalizada entregada a los docentes de las escuelas formoseñas, la ONG fue recabando la información necesaria para perfilar el tipo de donaciones que deben enviar a las escuelas carenciadas.

Durante el año, la gente vinculada a Caesa se encarga de recolectar las donaciones en la sede de la organización. Ahí se clasifican, etiquetan y guardan en bolsas o cajas, separando fundamentalmente alimentos por un lado, y ropa y juguetes por otro.

El objetivo de trabajar junto a escuelas radica en la intención de contribuir a generar conciencia en los niños y desarrollar la cultura del trabajo y la producción. Además del resultado didáctico y formativo, estas iniciativas buscan resolver parte del abastecimiento de alimentos para las escuelas de las zonas elegidas para el programa de donación.

La fábrica de dulces

Uno de los objetivos de Caesa es gestionar los recursos para la construcción y equipamiento de un salón para la elaboración de dulces. Necesitan la mano de obra y materiales para la construcción de un salón para la elaboración de dulces artesanales de fruta de la zona y procesado de miel cultivada en terrenos de la escuela de frontera nº 5 “El Quebracho”, ubicada en el departamento de Ramón Lista, de Formosa.

El salón se construirá en mampostería de ladrillos y techo de chapa. Constará de un amplio ambiente de trabajo y baño. El piso se construirá de baldosas cerámicas y el cielorraso será de placas de yeso. Para el desarrollo de la tarea de elaboración se equipará con piletones, mesadas e instalación de agua fría y caliente. Los muros se revestirán en su totalidad con cerámico esmaltado.

El equipamiento contará con la maquinaria mínima necesaria, vajilla, utensilios, recipientes, envases para comenzar la producción y etiquetas para los envases.

Con este proyecto, Caesa busca abastecer a la escuela y originar puestos de trabajo. Las utilidades serán administradas por la asociación cooperadora de la escuela con el objeto de asistir a los niños de menores recursos y realizar mejoras edilicias y mantenimiento del edificio escolar. Su costo aproximado será de 20 mil pesos.

“Es genial”

Tres miembros de Caesa serán los encargados de entregar personalmente las donaciones en cada una de las 17 escuelas pautadas. “Yo les aseguro que las cosas llegarán”, contó entusiasmada Pistarino, y destacó que “el perfil del platense es genial, es muy solidario, sin la solidaridad de la gente nosotros no existiríamos. Se acercan muchos, sobre todo jóvenes, y cada vez son más. Hay que mostrar la solidaridad de las nuevas generaciones, chicos que se acercan y se comprometen, jóvenes que no se quedan en la mera crítica”.

Para quienes estén interesados en colaborar con la ONG o en seguir sumando donaciones, pueden comunicarse a los teléfonos 452-8802, 475-0495 y 450-5055.

Fuente: Hoy

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