lunes, 2 de noviembre de 2009

La belleza lírica de las diagonales

MUSICA › ANUNCIO DE LA TEMPORADA 2010 DEL TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA

Lady Macbeth del Distrito de Mtsensk, de Shostakovich, abrirá la programación. Será la primera ópera rusa que suba a ese escenario. En tanto, Eugenio Oneguin, de Tchaikovsky, en coproducción con el Teatro de Opera de Poznam, en Polonia, abrirá la temporada 2011.

Por Diego Fischerman

El Teatro Argentino de La Plata fue un proyecto tan magnífico como desmesurado. Ya la sala es gigantesca y ésa es apenas una parte mínima de la parte que el teatro tiene en funcionamiento que, además, es una pequeña proporción de la superficie total del complejo, que, en rigor, nunca fue terminado.

Allí, el presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, licenciado Juan Carlos D’Amico, junto al administrador general del Teatro Argentino, Leandro Iglesias, y Marcelo Lombardero (foto), su director artístico, anunciaron la temporada 2010 y adelantaron la noticia de la puesta de Eugenio Oneguin, de Tchaikovsky, que, en coproducción con el Teatro de Opera de Poznam, en Polonia, abrirá la programación de 2011.

D’Amico señaló que constituía “un orgullo poder presentar esta ambiciosa programación, que se encuadra dentro de los lineamientos de la política cultural que impulsa el gobernador Scioli, que incluye entre otros objetivos primordiales la inclusión social, la creación de ciudadanía y el fomento de las industrias culturales”. Destacó que “el Teatro Argentino no pertenece sólo a La Plata sino a toda la provincia, por lo cual continuaremos llevando los espectáculos a los distritos bonaerenses a través de las transmisiones satelitales”.

También subrayó que la programación que se estaba anunciando contemplaba la necesidad de “formar nuevos públicos” y de “abrir el teatro a la comunidad”. En ese sentido, planteó su defensa de iniciativas actuales, como la realización de actividades conjuntas con las demás instituciones que integran OLA (Opera Latinoamérica), organismo que reúne los principales teatros líricos de la región y que se reunirá este mes en el Argentino con la participación, entre otros, de Gérard Mortier, ex director artístico de la Ópera de París y próximo conductor del Teatro Real de Madrid.

Iglesias, por su parte, manifestó que “la temporada 2010 está enmarcada por dos circunstancias muy especiales: la celebración del bicentenario de la patria y el festejo de los 120 años del teatro”. También expresó que “el modo en que se programa una temporada permite vislumbrar cuál es la política institucional que se pretende impulsar” y que “entendemos que 2010 debe ser el año de consolidación de un proyecto”.

Añadió que tanto el Tacec (el Centro de Experimentación y Creación del teatro) como Opera Estudio son parte fundamental de dicho proyecto, en tanto buscan favorecer la experimentación y la formación de artistas jóvenes. En cuanto al objetivo de insertar al Teatro Argentino en el mundo, destacó la importancia de la coproducción con la Opera de Montecarlo de una de las óperas previstas para 2010, como así también la coproducción con teatros polacos que ya está comprometida para 2011. Aclaró que “la característica de teatro-fábrica que tiene el Argentino, capaz de producir íntegramente sus espectáculos, algo que es cada vez menos frecuente, le otorga ventajas comparativas para relacionarse con otras casas similares del resto del mundo”.

Lombardero, por su parte, hizo hincapié en que una programación es el reflejo de políticas culturales y, más que anunciar la temporada, lo que hizo fue ir comentándola con numerosas referencias a los antecedentes de los cantantes, directores musicales y de escena convocados, a las particularidades de las obras y a hechos como que con el Giulio Cesare de Händel anunciado será la primera vez que en la historia de ese teatro se haga ópera barroca. También señaló que el Fausto de Gounod nunca se había interpretado en el Argentino y que Lady Macbeth del Distrito de Mtsensk, de Shostakovich, que abrirá la temporada, será la primera ópera rusa que suba a ese escenario. Respecto de la programación de ballet, que dirige Rodolfo Lastra, subrayó la participación de primeros bailarines invitados como Iñaki Urlezaga y Silvina Perillo en Giselle, el esfuerzo que significa la producción de una obra de la envergadura de Espartaco, la reposición de El lago de los cisnes y la recuperación de las funciones de verano en el Teatro Martín Fierro, con un programa que incluirá obras de coreógrafos argentinos.

En cuanto a la temporada de conciertos, comprenderá nueve programas diferentes. En cada caso, estará presente una obra de un compositor argentino. “Salvo el estreno de música de ballet de Antonio Tauriello, privilegiaremos las segundas y terceras audiciones, ya que hay muchísimas piezas de autores argentinos que tuvieron la oportunidad de ser estrenadas pero nunca más volvieron a ejecutarse”, especificó. También puso de relieve “el esfuerzo de presentar una obra como la Sinfonía N° 8, de Mahler, que por su monumentalidad es muy difícil de poder escuchar en vivo, con la participación de nuestros cuerpos estables más el Coro Polifónico Nacional y un conjunto muy destacado de solistas”.

En el marco del intercambio artístico con otros países de la región, señaló la participación de directores latinoamericanos, como la brasileña Ligia Amadio y el mexicano José Areán, como así también resaltó “el feliz retorno al teatro de Stefan Lano”. Y uno de los puntos más altos será el estreno argentino, el 25 de mayo, de la ópera Ainadamar”, de Osvaldo Golijov, que tiene a Margarita Xirgu y Federico García Lorca como personajes. La obra se presentará en un programa doble junto al ballet Estancia de Ginastera, con coreografía de Carlos Trunsky.

Fuente: Página 12

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