viernes, 27 de noviembre de 2009

Fuego interior en tablas porteñas

TEATRO › EL PLAN FEDERAL DEL CERVANTES PONE EN ESCENA ELENCOS DE LAS PROVINCIAS

Hoy, mañana y el domingo se verá No hay que llorar, con dirección de Julio Baccaro, interpretada por actores santafesinos. Luego habrá obras dirigidas por Tony Lestingi y Andrés Bazzalo, con actuaciones de misioneros y entrerrianos.

Por Cecilia Hopkins

Un director teatral de la ciudad de Buenos Aires, instalado en una ciudad del interior del país, selecciona actores locales para concretar una puesta en escena de un autor nacional. Así se define el modus operandi del Plan Federal que desde 2005 organiza el Teatro Nacional Cervantes, en estrecha colaboración con los organismos de Cultura de las provincias. Ahora, tres de las obras creadas en ese marco llegan a la sala María Guerrero del teatro ubicado en Córdoba y Libertad. Se trata de No hay que llorar, de Roberto “Tito” Cossa; El herrero y el diablo, de Juan Carlos Gené, y He visto a Dios, de Francisco Defilippis Novoa, dirigidas, respectivamente, por Julio Baccaro, Tony Lestingi y Andrés Bazzalo. La primera en subir a escena (estrena hoy, repite mañana y el 29) será la obra de Cossa, estrenada en septiembre pasado en el Teatro Dante de Casilda, provincia de Santa Fe. Según la mecánica habitual de este plan de coproducciones, el elenco fue seleccionado en una audición de alcance provincial. Los actores que integran el elenco son Diego Juan Emmi, Omar Abrate, María Florencia Sanfilippo, Liliana Elena Belinsky, Horacio Sensacore y Patricia Viviana Tudor. La puesta tiene diseño de iluminación de Marcelo Valiente y Sebastián Cavalieri, diseño de vestuario y escenografía del mismo Valiente y asistencia de dirección de Guillermo Verdolini. Escrita en 1988, No hay que llorar descubre los dobleces de una madre, sus tres hijos y sus esposas, durante una fiesta familiar. Todas las obsesiones, complejos y frustraciones de estos personajes giran en torno de los logros económicos que ninguno de ellos supo alcanzar.

“Que el Teatro Cervantes se ocupe de un municipio pequeño como el de Casilda es muy importante”, afirma Baccaro en conversación con Página/12. “A los actores de provincia les da mucha felicidad comprobar que son tenidos en cuenta, que forman parte del país.” El director se sorprendió cuando comprobó el poder de convocatoria del proyecto: se presentaron a la audición más de noventa actores de todos los rincones de Santa Fe. “Quedaron representados Arequito, Rosario y Chabás”, enumera. En cuanto a la obra, el director afirma sus valores: “No hay... no da descanso al espectador, porque le renueva el interés todo el tiempo: habla de la frustración de los que no lograron cumplir sus objetivos, algo que los argentinos todavía tenemos pendiente. Además, cuando aparece la posibilidad de salvarse mágicamente, surge en todos los personajes un tremendo egoísmo, algo que evidencia que esa sociedad familiar está desintegrada, porque son capaces de cualquier extremo para alcanzar lo que ansían. Y así, todos padecen lo que ellos mismos generan”, concluye.

Por su parte, El herrero y el diablo, de Gené, en versión de Julian Howard, subirá a escena el 4, 5 y 6 de diciembre. El estreno se produjo en octubre pasado, en el flamante Centro del Conocimiento, un predio de 26.000 metros cuadrados de superficie, ubicado en las cercanías del aeropuerto de Posadas, Misiones, que cuenta con dos salas para teatro y ópera, biblioteca y observatorio. La obra, que se basa en un relato popular latinoamericano, tiene una puesta de marcado tono festivo y popular, “con una estética a lo Molina Campos”, según adelanta Lestingi, cuyo objetivo fue “ganar espectadores de teatro con una propuesta alternativa a la televisión”. El director resolvió mudarse a la capital misionera durante los dos meses que duró el montaje: “Quise meterme de lleno en la vida cultural de Posadas y me encontré con una ciudad que en un tiempo más va a convertirse en un verdadero polo de atracción artístico”, asegura. Satisfecho por los resultados logrados (“la obra quedó en el programa escolar, así que se van a hacer funciones todo el año próximo”, sostiene), Lestingi armó su elenco después de un casting riguroso: “Participan un guardaparques de Iguazú, un profesor de folklore, un ex inspector de aduana y hasta una ex abogada”, enumera. Interpretan Luis Stivala, Pocha Sánchez Recio, Raúl Cayetano Gallardo, Samuel Delfino, David Riveros, Buki Rosa y Carli Bastarrechea.

Por último, el 11, 12 y 13 de diciembre tendrán lugar las funciones de He visto a Dios, estrenada en agosto pasado en el Teatro 3 de Febrero, de Paraná, Entre Ríos. La ciudad es la cuna del autor, Defilippis Novoa, considerado junto con Armando Discépolo como uno de los creadores del grotesco en versión rioplatense. La obra, que gira en torno de un inmigrante obsesionado en acrecentar sus ganancias y que se verá envuelto en una farsa que le hará descubrir sus carencias espirituales, también se presentó en Crespo, Nogoyá, Rosario del Tala, Concepción del Uruguay, Gualeguay, Concordia y Chajarí. “Se realizaron castings en las dos orillas: Gualeguaychú y Paraná”, cuenta Bazzalo, el director. “El protagonista es Mario Lorán, de Concepción del Uruguay; el coprotagonista, Hernán Reyero, de Concordia, y el resto del elenco son actores de Paraná.” El director analiza la estética de la obra: “Defilippis estaba muy interesado en el expresionismo y, como era también director de cine, estaba muy impresionado por el cine alemán. Por eso, a mi entender, la obra es un grotesco con algunos rasgos expresionistas”. En cuanto a la versión, que le pertenece, Bazzalo explicó: “Sin traicionar el mundo del autor, fueron alivianados los aspectos melodramáticos y moralizantes. Traté de elaborar una puesta en escena que diera cuenta de ese teatro intenso, de corte popular, sencillo, pero sensible, que intercalara el humor y las pinceladas costumbristas con un pathos trágico, casi verdiano”, concluye. Interpretan, además de los actores mencionados, Martín Castagno, Roberto Miguel Fadil, Martina Marco y Sergio Regner.

Fuente: Página 12

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