De Colombia a Parque Avellaneda

El Grupo Ensamblaje Teatro cerrará el Festival de Teatro Callejero

El prestigioso grupo presentará este domingo una obra con mensaje antibélico

Carlos Gómez, es actor y productor del grupo colombiano Ensamblaje Teatro. Está en Buenos Aires porque su grupo es uno de los invitados al quinto Encuentro de Teatro Callejero de Grupos que se está realizando en Parque Avellaneda.

Si en Buenos Aires el teatro callejero (o "al aire libre" o "teatro abierto", como le gusta decir a Carlos) tuvo su momento de apogeo durante la década del ochenta, una vez que terminó la dictadura, durante los noventa, neoliberalismo de por medio y crisis del espacio público, perdió aquel empuje. En los tiempos actuales, y gracias también a iniciativas como la del Grupo La Runfla, organizadores del encuentro que termina mañana, se podría decir que este tipo de experiencias escénicas está buscando su lugar en el mundo.

Sin embargo, según lo que afirma el actor de este prestigioso grupo de proyección internacional, en Colombia, aún teniendo en cuenta los complejos índices de inseguridad urbana, está viviendo una "reacreación". "Hasta la desgracia tiene una lectura conveniente -explica el actor-. En países como la Argentina hubo hitos específicos que marcaron una historia y que permitieron una evolución, una transformación. En cambio, Colombia se ha mantenido en una hipocresía permanente de aguas tibias en donde no hubo golpes militares, salvo el del '56, pero tampoco hubo y hay gobiernos honestos. Se saben las desgracias, se cometen los desmanes, hay asesinatos en manos de la guerrilla y el narcotráfico, pero no pasa nada. Sin embargo, la proyección del teatro al aire libre ha sido vital. Durante las décadas del 60 y 70 el teatro de este tipo adquirió un tono panfletario. Luego, todo eso dio paso a propuestas estéticas con contenido social sin referirse a un conflicto puntual".

En esa línea, Historia de un soldado que ayer llegó de la guerra (que se presentará este domingo 22 de noviembre a las 20.30) es una obra antibélica realizada en un país militarizado.

Fuente: La Nación