jueves, 26 de noviembre de 2009

Clase práctica y bailable de salsa brava

A beneficio de los “bailadores”. Los miembros de la banda apuestan por la danza.

Calambuco se presenta por primera vez en buenos aires

Por primera vez ante el público argentino, hoy a las 21 horas en el teatro Metropolitan se presentará la orquesta colombiana Calambuco: once músicos orgullosos abanderados del género que vienen a presentar, la salsa brava. Con apenas cuatro años de carrera y dos discos -Como en el barrio y Rompiendo el cuero- son los mayores representantes de su ritmo, cuyo propósito es, explica Francisco “Pancho” Echeverría, rescatar el sonido y sentimiento de la salsa de los años 70. “La salsa brava es ésa que se hace para el bailador –dice–. Como decimos en nuestro país: ‘para azotar baldosas’, una expresión muy coloquial. Es la que hacían los grandes artistas antes, y que estamos rescatando y llevando a todo el mundo ahora”.

–¿Por qué es diferente?

–En estos momentos hay salsa romántica; hay timba, la que están haciendo los cubanos Van Van, que es también salsa pero habla más del amor. Nuestra temática es hacia la propia música, al bailador, a las cosas cotidianas de barrio. En cambio la otra habla de sentimientos y de cosas de pareja.

–¿Cómo se formó el grupo?

–La formó Andrés, el pianista y director de la banda, qen Bogotá, que con el bajista empezó moelestando en su apartamento los fines de semana. Lo tenían en la sangre, lo traían de Cali y lo llevaron a la capital. Lo practicaban después de clases hasta que un día apareció una presentación y les fue muy bien, y ahí convocaron más integrantes. En poco tiempo hemos tenido muy buena repercusión.

Al hablar del ritmo for export caribeño por definición, el reguetón, Pancho dice que “hay algo muy importante: innovar. Son personas que utilizaron un ritmo africano y lo han ido evolucionando con nuevos sonidos y nuevos golpes. Está muy bien que haya funcionado. Nosotros también hemos tomado esa salsa del pasado y tratado de sostenerla, pero con algunas cositas y fraseos un tanto modernas también”.

Fuente: Crítica

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