martes, 15 de septiembre de 2009

Visiones de un coreógrafo renovador

Entrevista con Thierry Malandain

Presentado por el Mozarteum, su Ballet Biarritz bailará hoy y mañana La sangre de las estrellas en el Coliseo

Zeus sedujo a la ninfa Callisto y luego la transformó en osa, según narra Ovidio en La metamorfosis . Es la fuente del coreógrafo francés Thierry Malandain en Le sang des ...toiles (La sangre de las estrellas), una de sus celebradas creaciones para el Ballet Biarritz, la compañía que dirige desde 1998 y que se presentará hoy y mañana en las funciones del Mozarteum Argentino en el teatro Coliseo.

Le sang? cuenta con música de Strauss, de Waldteufel y canciones de Mahler. Fue estrenada en 2004 en la ex estación ferroviaria Du Midi, de Biarritz (sede de la compañía). Thierry Malandain (1959) bailó en el Ballet de l´Opéra de París y en el Ballet de Nancy; se retiró como intérprete en 1986, pero para entonces ya había obtenido varios premios como coreógrafo.

"Comencé a coreografiar a los 23 años, por diversión; gané varios concursos, y así dejé el Ballet de Nancy para fundar mi primera compañía, Temps Présent", dice el coreógrafo. Por tal precocidad, a esta altura acumula unos 60 títulos. Dejó de bailar a los 26 años, pero antes vino a Buenos Aires en 1984, junto con Nureyev, con el Ballet de Nancy. Dio su versión de clásicos de repertorio, como las Sylphides (1990) o la reciente El amor brujo (Falla, 2008). Y aportes "originales", como la que será su carta de presentación en la Argentina.

Malandain no vino con su compañía, pero sostuvo un diálogo telefónico con LA NACION, desde Francia, sobre su trayectoria.

-Emprendió una nueva creación de La muerte del cisne, sobre Saint-Saëns. ¿Cómo es esta versión para tres bailarinas de un clásico asociado con la soledad?

-Siempre fue un solo, sí, pero en mi versión muere y se reencarna tres veces. Hay tres versiones de la partitura de Saint-Saëns para piano y chelo, y hay otra para orquesta. Las tres bailarinas hacen, cada una, su solo y en el cuarto tiempo bailan simultáneamente.

-Su código habitual es neoclásico, pero en El amor brujo los bailarines bailan descalzos y en La sangre de las estrellas hay trabajo de torsos, con técnica contemporánea. ¿Es por eso que se declara "un renovador" más que "innovador"?

-Sí, hay rasgos "renovadores", aunque mi punto de partida ha sido clásico. En esas dos piezas hay destellos de lo contemporáneo. No he hecho danza clásica totalmente académica, sino relecturas de clásicos como Cascanueces . Pero no son aceptadas en Francia, así que opté por un lenguaje que oscila entre lo clásico y lo contemporáneo.

La sangre de las estrellas tiene un sentido ecologista. La presencia de osos ¿es una metáfora de la extinción de especies?

-Cuando comencé con Le sang? yo aspiraba a trazar un ballet con osos, una especie en extinción. Los científicos señalan que el territorio de los osos no existirá más, lo que deparará un desastre para la humanidad. Con eso podía haber hecho un "ballet político", pero no sirvo para hacer política: yo sólo sé hacer danza. Así que encontré la metáfora de Ovidio. Aludo a lo ecológico contando la creación mitológica de la Osa Mayor y la Osa Menor.

-La línea de osos bailando parece un diseño de una coreografía de Petipa. El contraste de la levedad de Petipa con la pesadez de los osos ¿es intencionalmente irónico?

-Sí, es un poco irónico porque yo puse allí "Las sombras" de La Bayadera; ellas están en el cielo, son las estrellas que bailan. Reemplacé las sombras por osos.

-¿Y el resto de la pieza?

-No todo es irónico; allí hay dos clases de música: está Mahler, que contrasta con Waldteufel y con Strauss. Hay música de efecto, como el vals, para señalar la despreocupación de los hombres frente al compromiso. Es música para el placer, para aturdirse, mientras afuera resuenan ruidos de cañones.

Néstor Tirri

Para agendar

Le sang des Etoiles, por el Ballet Biarritz. Coreografía de Thierry Malandain.

Teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125. Hoy y mañana, a las 20.30.

Fuente: La Nación

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