martes, 1 de septiembre de 2009

Entre la pasión y las ideas

Osmar Núñez y Alejandra Darín

Mario Diament escribió sobre la relación entre Heidegger y Hannah Arendt


El desafío de escribir una historia basada en la relación amorosa entre los filósofos Martin Heidegger y Hannah Arendt se planteó el dramaturgo y periodista Mario Diament en Un informe sobre la banalidad del amor, que subió a escena en la sala Orestes Caviglia, del Teatro Nacional Cervantes (con funciones de jueves a sábados, a las 21.30, y los domingos, a las 21).

Dirigidos por Manuel Iedvabni, Osmar Núñez y Alejandra Darín son los protagonistas de una historia de amor que trascendió porque ambos se convirtieron en influyentes pensadores del siglo XX, con el agregado de que el encuentro entre ellos ocurrió en la Alemania nazi. Además, en el rol de cuatro académicos, aparecen en proyecciones, a la manera de coro, Marta Bianchi, Héctor Bidonde, Ingrid Pelicori y Horacio Roca.

En diálogo con LA NACION, el autor destacó que la obra ya se había estrenado, en inglés, en Miami, "con estupenda repercusión", aunque opinó que entre ambas propuestas existen diferencias de carácter y de procesamiento del texto. "A los argentinos nos es más cercano, porque somos capaces de comprender ese tipo de circunstancias", opinó.

Aunque reside en Estados Unidos, Diament tuvo la oportunidad de asistir a varios ensayos. "Junto con el elenco, nos quedamos helados, porque parecía que estuviéramos hablando de la Argentina de hoy, en la descripción de las circunstancias." En ese sentido, opinó que el público no tendrá dificultades en comprender el dilema que la obra presenta, ya que aborda el rol de los intelectuales en la política y trata la pasión de dos personajes que están, ideológicamente, en las antípodas.

-¿Cómo se origina la idea de escribir un texto de este tipo?

-Estaba viendo un documental sobre el proceso a Adolf Eichmann y, en ese momento, pensé en Hannah Arendt y en su importantísimo libro Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal . En algún lugar del cerebro me pareció haber leído de su relación amorosa con Martin Heidegger, entonces empecé a investigar y me pareció un tema fantástico, por estar muy asociado a mi historia, a la de los argentinos, al período del gobierno militar y al rol de los intelectuales en la política.

"Al mismo tiempo -reconoció Diament, divertido-, lidiar con dos personajes de esta magnitud me producía un considerable terror, pero cuando uno empieza a escribir nadie se entera, y pensé: «Si es espantosa, la tiro, y nadie se va a enterar jamás». De todas formas, preferí no meterme con el lenguaje filosófico, porque en teatro sería insoportable", expresó.

-¿Es posible definir cuánto hay de ficción y cuánto de investigación histórica?

-La obra sucede en cinco encuentros. Cuatro de ellos antes de la guerra y uno cuando Arendt vuelve a Alemania en los años 50. Entonces las circunstancias de los encuentros responden a hechos históricos. Por otro lado, hay mucha correspondencia entre ellos, y eso me permitió adentrarme en su mundo íntimo. El resto es imaginación. No quería hacer una obra de reconstrucción histórica. Es una obra acerca de la pasión amorosa.

El primer encuentro entre Heidegger y la joven estudiante judía Arendt sucedió en febrero de 1925, en la Universidad de Marburgo.

Paula Gingins
Fuente: La Nación

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