viernes, 18 de septiembre de 2009

Con banda, CD e instrumento nuevo, llega Malosetti a La Plata

En el teatro café concert a las 21.30

Presenta Electrohope, su CD. Lo acompañará la banda No tan Big

Javier Malosetti estrena disco, banda e instrumento y se lo podrá escuchar esta noche junto a su banda Electrohope en el teatro Café Concert (43 entre 7 y 8) a las 21.30 para presentar su nueva producción musical que lleva el mismo nombre.

Malosetti, fue marcado a fuego en la música por sus consanguíneos. Desde su padre, Walter músico de jazz, su abuelo paterno acordeonista y guitarrista, y su tío, luthier de unas guitarras “buenísimas”, su historia tenía una destino asignado. Comenzó desde chico junto a los acordes paternos y a partir de allí su capacidad musical lo llevó a codearse con grandes artistas locales e internacionales como Luis Alberto Spinetta, Norberto Minchilo, Horacio Larrumbe, Jaime Roos y Pappo, entre otros cantantes de renombre mundial.

Sin embargo, decidió embarcarse en un nuevo proyecto. Dejó paso el trío que integró junto a Hernán Jacinto y Oscar Giunta, para conformar un cuarteto donde él es el más viejo, asegura.
A Electrohope lo conforman, Nico Raffetta (teclados), Hernán Segret (guitarra, bajo y voz) y Tomi Sainz (batería) y el propio Javier Malosetti (voz y M2: una especie de guitarra y bajo en uno solo instrumento). Los estilos del cuarteto abarcan desde el jazz, blues, soul, y rock and roll, junto a la influencia de música afro-americana.

La nueva banda es un mix de edades que oscilan desde los cuarenta y pico a los veinti y pico cortos. “El más chico es Tomi Sainz que tiene solo 20 años. Al resto fueron las circunstancias de la vida las que nos llevaron a que hoy estemos juntos. Ellos son grandes músicos, como seguramente hay un montón por ahí, tipos que se tocan todo pero no los conoce nadie”.

–¿A qué se debió la conformación de un nuevo grupo?

–El cambio es bueno y después de cuatro y cinco años con mi ex compañeros no está nada mal un vuelco. Quizás en las relaciones humanas un cambio no es tan bueno, pero en el arte está bueno pegar el volantazo y darle frescura a un material nuevo.

El primer giro fue en tratar de componer algo más enfocado en el ritmo que esa cosa de armonía y solos abrumadores que tiene el jazz. Entonces, alejándome del jazz acústico es que le puse el nombre de la banda con el vocablo electro, que da a entender una nueva dirección musical. Pero ese cambio de composiciones más directas y enfocadas en la parte rítmica de las canciones con la banda anterior, no escuchaba la real diferencia. Después de tantos años, nosotros habíamos cohesionado muy bien, ellos son números uno, pero me sonaba lo mismo de siempre. Y ahí entendí que tenía que cambiar de banda y de forma de componer. Y tener músicos como los que están ahora, que son músicos jóvenes que ninguno viene del jazz, por eso me gustan cómo enfocan lo que yo compongo. Lo llevan para un terreno bastante novedoso para mí y me llenan de entusiasmo.

–¿Se podría definir por un ritmo en particular?

–No, me parece una pérdida de tiempo, en la música no. Mi viejo es guitarrista de jazz clásico y escucha y toca eso. Yo disfruté toda la vida del jazz, del rock y la música clásica y la música afro americana del siglo XX. La música que estoy haciendo ahora está armada de los mismos ingredientes, pero los porcentajes están cambiados, no tanto jazz como en otro momento, sino un poco más de soul y blues.

–Dos de los que integran la banda eran alumnos suyos, digamos que los tocó con la varita mágica...

Ellos ya están tocados por una varita, yo los toqué con la escoba. Se han tomado el proyecto como propio y se pusieron la camiseta a full. Cada uno abandonó más o menos lo que tenían y se abocaron de lleno a esto. Cada uno tiene sus cosas, pero apostamos por este proyecto en común y estamos muy contentos por como va todo.

Fuente: Diagonales

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