Presentaron el ciclo de teatro que indaga sobre los 10 Mandamientos
El martes se presentó en el Centro Cultural Ricardo Rojas, la tercera y última edición del ciclo Decálogo, que comenzará el próximo fin de semana. En total participaron diez directores, diez dramaturgos y más de 200 profesionales entre artistas y técnicos.
Por: Guido Carelli Lynch
A contracorriente, tal como ha sido su costumbre desde su fundación hace 25 años, el centro cultural más importante de la Universidad de Buenos Aires regresa con Decálogo, la propuesta que reunió a 10 directores y a 10 dramaturgos para que exploren a su manera y con estéticas diferentes cada uno de los mandamientos que Moisés recibió en el Monte Sinaí y que la enorme mayoría de la humanidad se empeña naturalmente en contradecir desde que el mundo es mundo.
A contracorriente, también, de las tendencias imperantes en el mundo del teatro contemporáneo que tienden a fusionar la responsabilidad de la dramaturgia y la dirección en la misma persona, tendencia formal que Roberto "Tito" Cossa, entre otros, por ejemplo, no dudó en criticar, en marzo cuando recibió el Premio Hispanoamericano de las Artes Escénicas. Desde el Rojas tomaron nota hace tiempo y volvieron a convocar a un profesional distinto para cada rubro y para cada obra.
"Que exista la función de un director y un dramaturgo fue una decisión casi política, Desde el Rojas también apoyamos mucho ese tipo de creación", explicó Matías Umpierrez, curador y coordinador del área de teatro del Rojas, durante la informal y descontracturada conferencia de prensa que reunió el martes a la mayoría de los autores y realizadores de las puestas que se estrenarán a partir del sábado.
El año pasado había sido el turno de los equipos creativos conformados por Lautaro Vilo y Rubén Schumacher; Mariana Chaud y Romina Paula; de la mexicana Concepción León Mora y Andrea Garrote; del español Jerónimo Cornelles y Andra Bignetti, de Agustina Muñoz y Mariela Asensio; y de Alejandro López e Inés Saavedra.
"Las tres ediciones tienen espectáculos totalmente distintos. Funcionan como choques. Cada espectáculo es distinto el uno del otro. Éste es un espacio de integración pluralista y queremos que eso suceda desde el Rojas", explica un Umpierrez casi panfletario.
Este año, en cambio, los tándemes de la iniciativa coproducidos por el Rojas y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, la Aecid, el Centro Cultural Helénico de México y la Fundación Iberescena, traen parejas tan disímiles de directores y autores como Maruja Bustamente y el músico y escritor uruguayo Dani Umpi; Matías Feldman y el mexicano Edgar Chías, Guillermo Cacace y la española Angélica Liddell, Bernardo Cappa y Santiago Gobernori, que trabajaron con los cuatro mandamientos que faltaban plasmar.
"En algunos casos la selección de los mandamientos para cada autor tuvo que ver mucho con la creación anterior de esas personas y, en otros casos, tuvo que ver con darles un mandamiento que les resultara más incómodo", agrega Umpierrez.
El carácter ecléctico de las obras se verá arriba del escenario, pero desde lo discursivo cada uno de los creadores se encargó de diferenciarse. La española Angélica Lidell, que escribió Todo cuanto hace es viento, basado en el noveno mandamiento -"No desearás la mujer de tu prójimo"- se refirió, por ejemplo, "al autoritarismo del entusiasmo", a la imposibilidad de sufrir y a la dictadura imperante del mercado. "Trabajo con todo aquello que detesto, con aquello que odio, los mandamientos son casi un chiste. El noveno, de hecho, ya no es un mandamiento, por eso planteé qué pasa con una mujer que quiere amar y ser deseada y por su condición no puede", reflexionó Lidell a propósito del mandamiento más machista de todos. El director Guillermo Cacace describió el texto como un vómito visceral y desgarrador, características –todas- que intentó respetar.
La autora de Adela está cazando patos, Maruja Bustamante reflexionó sobre el musical de su amigo Umpi y sobre el "No robarás". "Mucha gente de la comunidad homosexual no podía creer que Dani hubiera escrito esto, es como si les robaran la identidad", dice sobre el musical que repasa la historia de –en palabras de Bustamante- "un gay que vuelve al closet". Por otra parte, señaló que Nena, no robarás sirvió para cuestionar "otros robos" al estereotipo de la comedia musical y el siempre trillado y ya resuelto problema sobre la imposibilidad de ser originales.
Santiago Gobernori, autor La novedad (no codiciarás los bienes ajenos) en cambio, fue uno de los más provocativos, al señalar que ese fue justamente el mandamiento que más le interesó ya que –dice- es el que más prima en el teatro independiente argentino. "Lo veía muy presente en el espacio del teatro independiente, como la envida de lo que produce el otro. La novedad es tan experimental y lúdica que por momentos parece que se cae la obra", bromeó. El director Bernardo Cappa (La funeraria) explicó que la obra que montó en base al texto de Gobernori sirvió de alegato contra la actuación que en últimos tiempos se sometió a los procedimientos de la dirección y la dramaturgia.
A contracorriente -va el Rojas- del orden, de lo establecido. Esa es la única regla, el único sentido, el mandamiento propio que se inventó para respetar religiosamente durante el último cuarto de siglo.
Fuente: Revista Ñ
A contracorriente, tal como ha sido su costumbre desde su fundación hace 25 años, el centro cultural más importante de la Universidad de Buenos Aires regresa con Decálogo, la propuesta que reunió a 10 directores y a 10 dramaturgos para que exploren a su manera y con estéticas diferentes cada uno de los mandamientos que Moisés recibió en el Monte Sinaí y que la enorme mayoría de la humanidad se empeña naturalmente en contradecir desde que el mundo es mundo.
A contracorriente, también, de las tendencias imperantes en el mundo del teatro contemporáneo que tienden a fusionar la responsabilidad de la dramaturgia y la dirección en la misma persona, tendencia formal que Roberto "Tito" Cossa, entre otros, por ejemplo, no dudó en criticar, en marzo cuando recibió el Premio Hispanoamericano de las Artes Escénicas. Desde el Rojas tomaron nota hace tiempo y volvieron a convocar a un profesional distinto para cada rubro y para cada obra.
"Que exista la función de un director y un dramaturgo fue una decisión casi política, Desde el Rojas también apoyamos mucho ese tipo de creación", explicó Matías Umpierrez, curador y coordinador del área de teatro del Rojas, durante la informal y descontracturada conferencia de prensa que reunió el martes a la mayoría de los autores y realizadores de las puestas que se estrenarán a partir del sábado.
El año pasado había sido el turno de los equipos creativos conformados por Lautaro Vilo y Rubén Schumacher; Mariana Chaud y Romina Paula; de la mexicana Concepción León Mora y Andrea Garrote; del español Jerónimo Cornelles y Andra Bignetti, de Agustina Muñoz y Mariela Asensio; y de Alejandro López e Inés Saavedra.
"Las tres ediciones tienen espectáculos totalmente distintos. Funcionan como choques. Cada espectáculo es distinto el uno del otro. Éste es un espacio de integración pluralista y queremos que eso suceda desde el Rojas", explica un Umpierrez casi panfletario.
Este año, en cambio, los tándemes de la iniciativa coproducidos por el Rojas y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, la Aecid, el Centro Cultural Helénico de México y la Fundación Iberescena, traen parejas tan disímiles de directores y autores como Maruja Bustamente y el músico y escritor uruguayo Dani Umpi; Matías Feldman y el mexicano Edgar Chías, Guillermo Cacace y la española Angélica Liddell, Bernardo Cappa y Santiago Gobernori, que trabajaron con los cuatro mandamientos que faltaban plasmar.
"En algunos casos la selección de los mandamientos para cada autor tuvo que ver mucho con la creación anterior de esas personas y, en otros casos, tuvo que ver con darles un mandamiento que les resultara más incómodo", agrega Umpierrez.
El carácter ecléctico de las obras se verá arriba del escenario, pero desde lo discursivo cada uno de los creadores se encargó de diferenciarse. La española Angélica Lidell, que escribió Todo cuanto hace es viento, basado en el noveno mandamiento -"No desearás la mujer de tu prójimo"- se refirió, por ejemplo, "al autoritarismo del entusiasmo", a la imposibilidad de sufrir y a la dictadura imperante del mercado. "Trabajo con todo aquello que detesto, con aquello que odio, los mandamientos son casi un chiste. El noveno, de hecho, ya no es un mandamiento, por eso planteé qué pasa con una mujer que quiere amar y ser deseada y por su condición no puede", reflexionó Lidell a propósito del mandamiento más machista de todos. El director Guillermo Cacace describió el texto como un vómito visceral y desgarrador, características –todas- que intentó respetar.
La autora de Adela está cazando patos, Maruja Bustamante reflexionó sobre el musical de su amigo Umpi y sobre el "No robarás". "Mucha gente de la comunidad homosexual no podía creer que Dani hubiera escrito esto, es como si les robaran la identidad", dice sobre el musical que repasa la historia de –en palabras de Bustamante- "un gay que vuelve al closet". Por otra parte, señaló que Nena, no robarás sirvió para cuestionar "otros robos" al estereotipo de la comedia musical y el siempre trillado y ya resuelto problema sobre la imposibilidad de ser originales.
Santiago Gobernori, autor La novedad (no codiciarás los bienes ajenos) en cambio, fue uno de los más provocativos, al señalar que ese fue justamente el mandamiento que más le interesó ya que –dice- es el que más prima en el teatro independiente argentino. "Lo veía muy presente en el espacio del teatro independiente, como la envida de lo que produce el otro. La novedad es tan experimental y lúdica que por momentos parece que se cae la obra", bromeó. El director Bernardo Cappa (La funeraria) explicó que la obra que montó en base al texto de Gobernori sirvió de alegato contra la actuación que en últimos tiempos se sometió a los procedimientos de la dirección y la dramaturgia.
A contracorriente -va el Rojas- del orden, de lo establecido. Esa es la única regla, el único sentido, el mandamiento propio que se inventó para respetar religiosamente durante el último cuarto de siglo.
Fuente: Revista Ñ
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