El actor en acción en su unipersonal, donde encara la realización teatral desde distintos ángulos
Todos los sábados, Estanislao Pedernera presenta sus cuatro monólogos. Basado en cuatro textos de José Sanchis Sinisterra y con dirección de Carolina Donnantuoni, explicó que "si bien los monólogos son diferentes, hablan de alguna manera del teatro desde diferentes lugares y así surgió la idea de darle forma al unipersonal".
Estanislao Pedernera es actor y todos los sábados del mes presenta su espectáculo de monólogos, Cuarteto de cuerdos, a partir de las 19 en Espacio 44 (44 Nº 496 entre 4 y 5).
Basado en cuatro textos de José Sanchis Sinisterra y con dirección de Carolina Donnantuoni, Pedernera explicó que "si bien los monólogos son diferentes, hablan de alguna manera del teatro desde diferentes lugares y así surgió la idea de darle forma al unipersonal". Con respecto al "teatro de humor leve" con el cual se publicita al Cuarteto de cuerdos, el actor aclaró que "es un poco por el humor que maneja la obra, porque si bien los textos son de humor, no es un humor que lleve mucho a la carcajada, es más sutil".
El vestuario de la obra es neutro: "La diferencia que marcamos con el cambio de los personajes es sólo por los zapatos y, obviamente, por la actuación, pero no hay otra cosa que marque el cambio de un personaje a otro".
–¿Puede contar de qué se trata cada uno de esos monólogos?
–Cada monólogo tiene su nombre, que en la obra no se dicen, pero el primer es “Monológico”. Allí, el personaje reflexiona acerca de los elementos que necesita para decir su monólogo, está batallando con su neurosis permanentemente. Va de problema en problema, tratando de justificar las cosas y que todo sea lógico y razonable. Después hay otro que se llama “Al lado”: el personaje le explica a la audiencia que en ese espacio no va a pasar nada interesante, porque lo verdaderamente jugoso va a ocurrir al lado y empieza a contarles qué es eso que está pasando. Juega mucho con esto que se da en el teatro a la italiana, donde uno siempre ve una parte de algo, siempre algo queda oculto. Ahí se basa el texto. El tercero se llama “Otaler” (relato, al revés). Está estructurado de tal manera que es la ruptura de una pareja relatada al revés: desde que el personaje sale de la casa hasta que llega ese mismo día a la cita. Y el último se llama “La puerta”, es un personaje que sobre el final de su obra debe irse del espacio y decide que no tiene ganas de irse, así que se planta frente al público y explica por qué no quiere irse, porqué se quiere quedar.
Para finalizar, Estanislao Pedernera remarcó que pertenece al grupo Hierba roja, y que, a pesar de haber trabajado con monólogos, esta es la primera vez que "encaraba" cuatro textos y en formato unipersonal. "Está bueno como desafío. La preparación fue muy paulatina, trabajar los monólogos de a poco, porque corrés el riesgo de que todo se termine pareciendo. Entonces lo que fuimos trabajando fue darle una unidad desde lo físico y lo vocal, y se logró bastante bien la diferenciación, cada uno tiene su propio nervio. El trabajo es ese, antes de cada función hacer un pequeño repaso de cada uno y después meter el cuerpo".
Fuente: Diagonales
Todos los sábados, Estanislao Pedernera presenta sus cuatro monólogos. Basado en cuatro textos de José Sanchis Sinisterra y con dirección de Carolina Donnantuoni, explicó que "si bien los monólogos son diferentes, hablan de alguna manera del teatro desde diferentes lugares y así surgió la idea de darle forma al unipersonal".
Estanislao Pedernera es actor y todos los sábados del mes presenta su espectáculo de monólogos, Cuarteto de cuerdos, a partir de las 19 en Espacio 44 (44 Nº 496 entre 4 y 5).
Basado en cuatro textos de José Sanchis Sinisterra y con dirección de Carolina Donnantuoni, Pedernera explicó que "si bien los monólogos son diferentes, hablan de alguna manera del teatro desde diferentes lugares y así surgió la idea de darle forma al unipersonal". Con respecto al "teatro de humor leve" con el cual se publicita al Cuarteto de cuerdos, el actor aclaró que "es un poco por el humor que maneja la obra, porque si bien los textos son de humor, no es un humor que lleve mucho a la carcajada, es más sutil".
El vestuario de la obra es neutro: "La diferencia que marcamos con el cambio de los personajes es sólo por los zapatos y, obviamente, por la actuación, pero no hay otra cosa que marque el cambio de un personaje a otro".
–¿Puede contar de qué se trata cada uno de esos monólogos?
–Cada monólogo tiene su nombre, que en la obra no se dicen, pero el primer es “Monológico”. Allí, el personaje reflexiona acerca de los elementos que necesita para decir su monólogo, está batallando con su neurosis permanentemente. Va de problema en problema, tratando de justificar las cosas y que todo sea lógico y razonable. Después hay otro que se llama “Al lado”: el personaje le explica a la audiencia que en ese espacio no va a pasar nada interesante, porque lo verdaderamente jugoso va a ocurrir al lado y empieza a contarles qué es eso que está pasando. Juega mucho con esto que se da en el teatro a la italiana, donde uno siempre ve una parte de algo, siempre algo queda oculto. Ahí se basa el texto. El tercero se llama “Otaler” (relato, al revés). Está estructurado de tal manera que es la ruptura de una pareja relatada al revés: desde que el personaje sale de la casa hasta que llega ese mismo día a la cita. Y el último se llama “La puerta”, es un personaje que sobre el final de su obra debe irse del espacio y decide que no tiene ganas de irse, así que se planta frente al público y explica por qué no quiere irse, porqué se quiere quedar.
Para finalizar, Estanislao Pedernera remarcó que pertenece al grupo Hierba roja, y que, a pesar de haber trabajado con monólogos, esta es la primera vez que "encaraba" cuatro textos y en formato unipersonal. "Está bueno como desafío. La preparación fue muy paulatina, trabajar los monólogos de a poco, porque corrés el riesgo de que todo se termine pareciendo. Entonces lo que fuimos trabajando fue darle una unidad desde lo físico y lo vocal, y se logró bastante bien la diferenciación, cada uno tiene su propio nervio. El trabajo es ese, antes de cada función hacer un pequeño repaso de cada uno y después meter el cuerpo".
Fuente: Diagonales
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