Frin está basado en dos novelas de Luis Pescetti, dirigido por Juan Ruy Cosín, en la zona del Abasto
Nuestra opinión: buena
La llegada de un nuevo compañero es el catalizador que genera cambios en las relaciones del grupo de amigos de Frin. Afloran celos y solidaridades, se ponen en juego primeros amores y repercuten situaciones familiares conflictivas. Los acontecimientos se suceden de modo que los días ya no son "fotocopia del anterior", al decir del protagonista
La adaptación teatral realizada por Juan Ruy Cosín a partir de fragmentos de Frin y Lejos de Frin , dos novelas de Luis Pescetti que alcanzaron notable popularidad entre los pequeños lectores, recorta hábilmente una trama dinámica. La estructura de las novelas, desarrolladas originalmente por Pescetti en México como un guión radial por entregas, favorece su reconversión en obra teatral. Los personajes en escena son retrato fiel de los del texto, a través de una labor encomiable del juvenil elenco. Las dudas de Frin, el desarraigo de Arno, la franqueza de Lynko, el nuevo, y los coqueteos de las chicas, sutiles en el caso de Alma, más directos, en el de Vera, son los elementos en que se basa el desarrollo de la acción del típico grupo de amigos en esa edad entre la inocencia de la infancia y la turbulencia de la adolescencia.
El resto del mundo adulto, a veces un tanto oprimente, se oculta tras las puertas de las casas, resaltadas en la escenografía, resuena a través de voces en off, y condiciona el ánimo de los personajes infantiles. El mismo Cosín interpreta al único adulto visible de la obra, un profesor, también nuevo en el pueblo, que de alguna manera oficia de presentador de la acción ante la platea, a la vez que exhibe en su vena literaria y desprejuiciada una opción más atractiva de acercamiento a los adultos.
Es probable que Frin, la obra de teatro, se ofrezca con más perspectivas como introducción al mundo literario del personaje para quienes aún no lo conocen, antes que como sustituto de la lectura. Para quienes leyeron las novelas, tampoco va a reemplazar la vivencia de recorrer las páginas de los libros, de mayor densidad no sólo desde la complejidad de la trama, sino también en lo que respecta a la intensidad emotiva. Pero es, de cualquier manera, una de las escasas oportunidades de presenciar una obra teatral que tenga por interlocutores principales a los chicos que ya están en las últimas etapas de la escuela primaria.
La obra escrita de Pescetti, paralela a su trayectoria como músico e intérprete, se extiende actualmente sobre diversos escenarios, junto a Frin aparecen en la cartelera Moc y Poc y la inefable Natacha . En el caso de la puesta en escena de Cosín, el aporte está, ante todo, en abrir el juego del teatro hacia el público preadolescente y su problemática existencial, sin excluir a los espectadores de otras edades.
Por Juan Garff
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