sábado, 14 de noviembre de 2009

Un ex recluso de San Quintín estrena en España una obra de Beckett

Rick Cluchey, que fue indultado de cadena perpetua en 1966, abandonando la famosa cárcel californiana, actuará en Girona

Barcelona. (EFE).- El ex recluso de la emblemática cárcel californiana de San Quintín Rick Cluchey estrenará mañana en España, en una representación en la sala La Planeta de Girona, la obra "Krapp's Last Tape (La última cinta de Krapp)", una de las primeras piezas del dramaturgo Samuel Beckett, escrita en 1958.

Se trata de un monólogo de unos 45 minutos de duración sobre el fracaso y la soledad en el que Cluchey, hoy un hombre de 76 años que fue indultado de cadena perpetua en 1966, se transmuta en Krapp, un anciano a punto de morir que escucha una cinta que él mismo ha ido grabando con el paso del tiempo en la que se lamenta de sus debilidades y se atormenta por la pérdida de su mujer.

Durante una larga rueda de prensa ofrecida este mediodía, el ahora actor ha explicado la intensa relación que mantuvo con Beckett, a quien conoció en París personalmente a finales de los sesenta, aunque ya había quedado impresionado por sus textos dentro de la cárcel, donde en dos años y medio participó en tres producciones de textos del autor irlandés.

Fue en 1957 cuando montó la pieza "Esperando a Godot" y, al año siguiente fundó la compañía "The San Quentin Drama Workshop", junto con otros internos.Cluchey interpretó por primera vez "Krapp's Last Tape" cuando tenía 31 años y estaba en la cárcel y después, en 1977, cuando ya pasaba de los cuarenta y había acabado su encierro, empezó a rodar por todo el mundo con la versión que se verá en Girona, diseñada por el propio Beckett.

El ex presidiario, que subraya que el dramaturgo irlandés y el teatro le han cambiado la vida y le han ayudado a "volar por encima del nido del cuco", ha rememorado hoy cómo trabajaba con Beckett, de quien ha destacado la intensidad de su mirada y la exigencia con la que se enfrentaba a los actores.A modo de ejemplo, ha comentado que la grabación que se escucha durante la obra tiene una duración de unos 17 minutos, pero pasaron tres días grabándola.

Además, ha dicho que el escritor se interesó por sus circunstancias vitales, especialmente, "porque trabajaba mucho con la dimensión humana y con la idea del fracaso, algo que nunca antes se había tratado con tanta elocuencia en el teatro", que, además, el actor reconocía por lo que le había ocurrido.

Antes de dirigir a Cluchey en este montaje, Beckett había trabajado con un actor francés y un alemán. "A mi -ha proseguido el actor norteamericano- lo que me hizo entender es que la obra iba sobre un hombre encerrado en sí mismo, en la jaula de su memoria".En estas circunstancias, le recalcó durante los ensayos, que debía tener en cuenta conceptos como los del fracaso, el encierro y la rabia.

Rick Cluchey, que hoy estaba acompañado por su hijo, a quien Beckett también dirigió de pequeño, se dedica, por otra parte, a explicar su experiencia por las cárceles en las ciudades en las que recala con su compañía de teatro y ayudar así a los presos.

En el caso de Girona, sin embargo, ha señalado que no será posible por problemas con los permisos y porque "no hay dinero para un traductor".Después de la actuación en La Planeta, los espectadores podrán participar en un coloquio con el intérprete de Chicago.Posteriormente, el montaje se podrá ver entre los días 18 y 21 de noviembre en el Festival de Otoño de Madrid.

Fuente: La Vanguardia

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