Divas. Las niñas saben lo que quieren. Cocina, desfiles y spaFestejos de cumpleaños personalizados
Cada vez más emprendedores aprovechan los caprichos de los más chiquitos y ofrecen originales opciones de fiestas. Cobran hasta $ 4.000 por dos horas de animación.
Por Deborah Maniowicz
Los festejos de cumpleaños para chicos cada vez son más sofisticados. Pocos recuerdan hoy las fiestas de antaño con globos, chizitos, palitos y papas fritas, que eran amenizadas por animadoras o payasos con fórmulas ya probadas. Luego siguió el furor de las fiestas en peloteros, canchas de fútbol y salones de fiestas. Hoy, así como existen “wedding planners” que planean megabodas, hay una nueva categoría de expertos creativos que sacan provecho de los caprichos de los teens –víctimas de la moda, los medios y sus propios padres– para ofrecer propuestas personalizadas y hechas a la medida de los más bajitos. Las últimas tendencias incluyen salones de bellezas, spa, clases de cocina y hasta juegos interactivos. Y como la lógica emprendedora indica: lo sofisticado cuesta caro. Una fiesta de dos horas para una nena de menos de ocho años puede cotizar hasta en 4.000 pesos.
Lara cumplió siete años y para el festejo les pidió a sus padres realizar algo diferente en el Barbie Store de Palermo. La propuesta consiste en un maquillaje y peinado para la agasajada, una clase de modelaje para las invitadas y la realización de una coreografía acorde con los gustos de la cumpleañera. Barbie realiza entre 20 y 25 fiestas por mes a un costo de entre 1.500 y 4.000 pesos las dos horas, según la opción elegida. Lo que da como resultado una facturación anual de aproximadamente 740 mil pesos, que ya es un 30 por ciento mayor a la obtenida en el 2008. “Festejar los cumpleaños de lunes a viernes y en horario de almuerzo es lo más económico. Los fines de semana se encarecen un 30 por ciento más. Ofrecemos fiestas privadas, donde cerramos los salones especialmente para el festejo y otras, en donde las chicas sólo ocupan una parte del local. Eso sí, todas incluyen una merienda diferente: minitortas pintadas de fucsia y blanco, alfajores cubiertos con azúcar rosa, masitas con formas de haditas y hasta una torta elegida por la agasajada”, explica Pebly García, CEO de Barbie Store.
Otra opción es la del Club Interactivo, que consiste en juegos en pantalla gigante. La idea creada por Eduardo Szterenberg, especializado en organización de eventos y en el área informática, tiene un costo básico de 600 pesos. Incluye animador, auxiliar, operador con equipos multimedia y tiene una duración de una hora y media. En promedio, realiza entre 45 y 60 fiestas mensuales. También hay opcionales, que tienen un costo extra de entre 150 y 250 pesos, como juegos en 3D, campeonatos de Nintendo Wii, Pictionary –donde se dibuja en tiempo real en la pantalla–, karaoke y plataformas de baile. “La tendencia de personalizar más los festejos comienza a partir de la nueva generación de chicos bombardeados con información multimedia. Se han vuelto más exigentes y tienen más poder de decisión al momento de elegir su propio cumpleaños”, analiza Szterenberg, que trabaja en el rubro de eventos desde hace 25 años y cerrará el año con una facturación cercana a los 370 mil pesos.
El principal objetivo de los nuevos emprendedores es seducir a los más chicos con propuestas innovadoras. Aunque muchas de ellas son tan simples como exitosas. Valeria Erlich se recibió de chef profesional en 2007 y enseguida lanzó Clases de Cocina en Casa, una pyme dedicada a dictar cursos de cocina –desde comidas light hasta sushi, asiática, buffette, pastelería y panadería– en la casa de sus clientes. Este año decidió inaugurar una nueva categoría: festejos de cumpleaños con clases de cocina incluidas. La idea consiste en dos horas de juegos relacionados con el mundo de la cocina, donde se elaboran diferentes platos dulces y salados, incluyendo la torta de cumpleaños, y luego los chicos meriendan lo preparado. “La mayoría de mis clientas son chicas de 6 a 12 años que están acostumbradas a cocinar con sus mamás y se apasionan por el mundo de la cocina”, cuenta Erlich, que a diferencia de la mayoría de los emprendedores cobra entre 25 y 60 pesos por chico, según el menú seleccionado y varía si los chicos se llevan el gorro y el delantal que utilizaron para jugar como souvenir.
En sintonía con Barbie, la empresa Princesas invita a las más bajitas a imitar los fetiches que tienen sus madres. “Si bien se nota una vuelta a los cumpleaños en la casa, indagamos sobre qué podía ser novedoso. Así nos planteamos armar propuestas originales que tuvieran ‘cosas de mamás, famosas y de mujeres bellas’. Una de las más pedidas es la fiesta Spa, en donde las chicas se realizan máscaras faciales a base de cremas naturales y antialérgicos, tienen sales aromáticas para pies y belleza de manos y terminan con un maquillaje social y un peinado para la ocasión. Ya producidas al mejor estilo reggaetón, arman una coreografía, tipo comedia musical, y todo se filma y se entrega de recuerdo para la cumpleañera”, explica Denise Álvarez, una de las emprendedoras de Jugamos A, que cobra un básico de 700 pesos y ofrece como extras, souvenires de sales y jabones por 10 pesos por niña y hasta catering personalizado que incluye jugos naturales, barritas de cereal y pinchos de fruta.
Seducir y conquistar a los más pequeños no es una tarea fácil. Por eso, cada vez más emprendedores se animan a probar con nuevas ideas. Un nicho de negocio que crece, pese a todo.
Los festejos de cumpleaños para chicos cada vez son más sofisticados. Pocos recuerdan hoy las fiestas de antaño con globos, chizitos, palitos y papas fritas, que eran amenizadas por animadoras o payasos con fórmulas ya probadas. Luego siguió el furor de las fiestas en peloteros, canchas de fútbol y salones de fiestas. Hoy, así como existen “wedding planners” que planean megabodas, hay una nueva categoría de expertos creativos que sacan provecho de los caprichos de los teens –víctimas de la moda, los medios y sus propios padres– para ofrecer propuestas personalizadas y hechas a la medida de los más bajitos. Las últimas tendencias incluyen salones de bellezas, spa, clases de cocina y hasta juegos interactivos. Y como la lógica emprendedora indica: lo sofisticado cuesta caro. Una fiesta de dos horas para una nena de menos de ocho años puede cotizar hasta en 4.000 pesos.
Lara cumplió siete años y para el festejo les pidió a sus padres realizar algo diferente en el Barbie Store de Palermo. La propuesta consiste en un maquillaje y peinado para la agasajada, una clase de modelaje para las invitadas y la realización de una coreografía acorde con los gustos de la cumpleañera. Barbie realiza entre 20 y 25 fiestas por mes a un costo de entre 1.500 y 4.000 pesos las dos horas, según la opción elegida. Lo que da como resultado una facturación anual de aproximadamente 740 mil pesos, que ya es un 30 por ciento mayor a la obtenida en el 2008. “Festejar los cumpleaños de lunes a viernes y en horario de almuerzo es lo más económico. Los fines de semana se encarecen un 30 por ciento más. Ofrecemos fiestas privadas, donde cerramos los salones especialmente para el festejo y otras, en donde las chicas sólo ocupan una parte del local. Eso sí, todas incluyen una merienda diferente: minitortas pintadas de fucsia y blanco, alfajores cubiertos con azúcar rosa, masitas con formas de haditas y hasta una torta elegida por la agasajada”, explica Pebly García, CEO de Barbie Store.
Otra opción es la del Club Interactivo, que consiste en juegos en pantalla gigante. La idea creada por Eduardo Szterenberg, especializado en organización de eventos y en el área informática, tiene un costo básico de 600 pesos. Incluye animador, auxiliar, operador con equipos multimedia y tiene una duración de una hora y media. En promedio, realiza entre 45 y 60 fiestas mensuales. También hay opcionales, que tienen un costo extra de entre 150 y 250 pesos, como juegos en 3D, campeonatos de Nintendo Wii, Pictionary –donde se dibuja en tiempo real en la pantalla–, karaoke y plataformas de baile. “La tendencia de personalizar más los festejos comienza a partir de la nueva generación de chicos bombardeados con información multimedia. Se han vuelto más exigentes y tienen más poder de decisión al momento de elegir su propio cumpleaños”, analiza Szterenberg, que trabaja en el rubro de eventos desde hace 25 años y cerrará el año con una facturación cercana a los 370 mil pesos.
El principal objetivo de los nuevos emprendedores es seducir a los más chicos con propuestas innovadoras. Aunque muchas de ellas son tan simples como exitosas. Valeria Erlich se recibió de chef profesional en 2007 y enseguida lanzó Clases de Cocina en Casa, una pyme dedicada a dictar cursos de cocina –desde comidas light hasta sushi, asiática, buffette, pastelería y panadería– en la casa de sus clientes. Este año decidió inaugurar una nueva categoría: festejos de cumpleaños con clases de cocina incluidas. La idea consiste en dos horas de juegos relacionados con el mundo de la cocina, donde se elaboran diferentes platos dulces y salados, incluyendo la torta de cumpleaños, y luego los chicos meriendan lo preparado. “La mayoría de mis clientas son chicas de 6 a 12 años que están acostumbradas a cocinar con sus mamás y se apasionan por el mundo de la cocina”, cuenta Erlich, que a diferencia de la mayoría de los emprendedores cobra entre 25 y 60 pesos por chico, según el menú seleccionado y varía si los chicos se llevan el gorro y el delantal que utilizaron para jugar como souvenir.
En sintonía con Barbie, la empresa Princesas invita a las más bajitas a imitar los fetiches que tienen sus madres. “Si bien se nota una vuelta a los cumpleaños en la casa, indagamos sobre qué podía ser novedoso. Así nos planteamos armar propuestas originales que tuvieran ‘cosas de mamás, famosas y de mujeres bellas’. Una de las más pedidas es la fiesta Spa, en donde las chicas se realizan máscaras faciales a base de cremas naturales y antialérgicos, tienen sales aromáticas para pies y belleza de manos y terminan con un maquillaje social y un peinado para la ocasión. Ya producidas al mejor estilo reggaetón, arman una coreografía, tipo comedia musical, y todo se filma y se entrega de recuerdo para la cumpleañera”, explica Denise Álvarez, una de las emprendedoras de Jugamos A, que cobra un básico de 700 pesos y ofrece como extras, souvenires de sales y jabones por 10 pesos por niña y hasta catering personalizado que incluye jugos naturales, barritas de cereal y pinchos de fruta.
Seducir y conquistar a los más pequeños no es una tarea fácil. Por eso, cada vez más emprendedores se animan a probar con nuevas ideas. Un nicho de negocio que crece, pese a todo.
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