lunes, 16 de noviembre de 2009

"Me gusta ir de mujer barbuda"

Juliette Lewis dejó el cine para ser una estrella del rock. Bocazas, directa, conflictiva y segura de sí misma, vuelve a visitar España con un nuevo disco junto a su banda, New Romantiques.

ROCIO AYUSO - Los Ángeles

Juliette Lewis no es Mick Jagger, pero su boca es igual de grande. No por los labios, también carnosos aunque con una diferente sensualidad a la de morritos Jagger, sino por su lengua viperina. No calla ni debajo del agua. Este torbellino de mujer ha pasado en los últimos cinco años de ser la actriz salvaje y transgresora de El cabo del miedo y Asesinos natos a convertirse en una cantante igual de salvaje y transgresora. Claro, que en ambos casos le mata ese aire de diletante que le acompaña desde siempre y que quita credibilidad a todo lo que hace. Aunque cuando se mete en faena, lo hace muy bien.

Lewis sólo tiene 36 años, pero en su rostro, avejentado por el tute que se ha metido, se pueden leer muchos más. Se emancipó legalmente de sus padres cuando no era más que una niña para poder trabajar en cine como un adulto, se enganchó a las drogas a los 19 y quedó redimida por la gracia de esa secta de la que siempre habla y que tantas ampollas levanta llamada Cienciología. Las plumas de faisán que viste la estrambótica intérprete enamorada de John Galliano, Alexander McQueen y sobre todo Marina Glaza Toybina no la rejuvenecen, pero mantienen su look. Con su imagen se ganó a pulso el título de "la peor vestida" cuando apareció en los Oscar defendiendo su candidatura por El cabo del miedo del brazo de Brad Pitt y con el pelo trenzado en lo que parecía un campo arado.

Pero la energía está toda ahí, vestida de spandex, sin poder evitar ese bamboleo a lo Johnny Depp en Piratas del Caribe (heredado de Keith Richards) y con el pecho para delante como un torero que entra a matar o, en su caso, como una rockera a punto de tirarse en plan stage surfing encima de su público. Eso es lo que piensa hacer durante sus conciertos por España con su nuevo grupo, New Romantiques, y su tercer álbum, Terra Incognita.

Juliette Lewis. Nunca he sido una muñeca dócil y sumisa. Y a medida que me hago mayor, tengo menos tontería, me preocupa menos mi propia mierda y lo que quiero es dejar huella en la cultura y en las mujeres. Por eso puse en marcha el grupo. Porque representa mi espíritu, complejo, vital y libre. Mi propia voz.

EP3. Rockera a los 30? ¿No ha tardado mucho en decidirse?

J. L. ¡Ya voy por mi tercer álbum! Y estoy en medio de mi nueva gira. Europa, Australia, Brasil, Turquía, Israel. ¡Acabo de ser telonera de Pretenders! Me estoy recorriendo el mundo con este pequeño sueño rock and roll que tenía. Y? ¡quién sabe! Quizá me lleve cuatro álbumes, o cinco, que me tomen en serio, pero mientras, es mi forma de expresión, algo que llevo muy dentro. Y algún día podré realizar el espectáculo de rock and roll a lo Terry Gilliam que quiero poner en marcha.

EP3. ¿Quiénes son sus ídolos?

J. L. Patti Smith, Chrissie Hynde y PJ Harvey, aunque también me rompieron los esquemas cuando era joven espectáculos como All that jazz, Hair o The rocky horror picture show. La gente siempre me identifica con cosas más tétricas pero no me importa. Me gusta ir de mujer barbuda por la vida.

EP3. ¿Y el cine?

J. L. En los últimos 15 años he hecho muchas películas. Ahora se lo quiero dar todo a la música.

EP3. ¿Para que la tomen en serio en la música o porque en el cine no le dan nada de bola?

J. L. Hasta la fecha el público está siendo increíble conmigo. Pero está en mi naturaleza ser un bicho raro, romper el molde. Evité la música durante años para huir del estereotipo de actriz que canta. Además, combinar ambas cosas es tremendo, para qué mentir. Tengo la energía y nunca pensé en dejar la interpretación para siempre, por mucho que lo lea en la prensa. Pero es duro. Y me costó encontrar proyectos que me motivaran como los que acabo de rodar con Drew Barrymore (Whip It!) o Mark Ruffalo (Sympathy for delicious).

EP3. Donde por cierto interpreta a una drogadicta que toca el bajo?

J. L. Son películas que me interesaron porque tratan de mostrar algo fresco.

EP3. ¿Qué le da la música?

J. L. La música libera mi alma. Siempre tuve un problema para conectar con la gente a nivel emocional y esa barrera desaparece en vivo. La música lo es todo para mí. El cine es más cerebral pero la música es más visceral. De todos modos mis sonidos son muy visuales. No soy una artista musical convencional. Por eso amo ambos medios de expresión. Pero no hay nada como el directo.

EP3. Y la Cienciología, ¿qué piensa de su cambio de carrera?

J. L. Se ha escrito tanto de todo el folclore que es ridículo, obsceno. Hubbard fue un escritor extremadamente inteligente, con un gran sentido común y muy práctico. Lo que he aprendido de su obra es a utilizar la comunicación para resolver los problemas y especialmente, cuando tu trabajo es artístico, cómo puedes afectar a otros y motivarles emocionalmente.

EP3. Son muchos sus compañeros de religión que prefieren callar.

J. L. Soy portavoz por defecto. No me va callar la boca ni lo de jugar sobre seguro. Yo disfruto de libertad religiosa y me entristece cuando ridiculizan a Tom Cruise, es un reflejo de la cultura que estamos viviendo.

EP3. ¿Qué siente de cómo la ridiculizaron durante su paso por los Oscar?

J. L. Que no entendieron mi sentido del humor. De ahí mi peinado. Ése es mi humor. He hablado de este tema en varias clases de interpretación para motivar a los alumnos. Porque la cultura de Hollywood puede ser muy fea y superficial. Yo recuerdo los Oscar como una experiencia salvaje. A los 19 años, candidata. Algo fuera de mi comprensión porque aunque mi padre era actor mi relación con el cine era práctica, nada que ver con el mundo de las estrellas.

EP3. ¿De ahí las drogas?

J. L. La gente me describió como una drogadicta antes incluso de que lo fuera. Por eso mi lema en la vida es hablar alto y claro. ¿No lo habías adivinado escuchándome? [risas]. Y bien orgullosa de quién eres. Porque te lloverán preguntas por todos lados. ¿Con quién te acuestas? ¿Cuáles son tus creencias? ¿Cómo dejaste las drogas? A mí no me importa hablar de todo porque dejé las drogas a los 22 y me gusta compartir esa experiencia.

EP3. ¿Y con quién se acuesta?

J. L. Eso no te importa porque no es nadie que conozcas. Pero es muy majo y le gusta mi lado creativo. Y lo pintoresca que es mi personalidad.

Terra Incognita está publicado en Roadrunner.Actúa el 25 de noviembre en Madrid, el 26 en Oiartzun (Guipúzcoa) y el 27 en Barcelona.

Fuente: El País

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