Este sábado 7 de noviembre, Tolosa se llena de música con la fiesta Cala Discos desde las 23 en el Galpón de Tolosa (3 y 526) Lejos de la urbe y casi haciendo propio aquel deseo/anhelo de los Manal cuando cantaban: “No puedo más, vivir en la ciudad entre humo y soledad (…)/ un jardín y amigos no se puede comparar, con el ruido infernal de esta guerra de ambición”, los Villelisa idearon una poderosa y frugal banda de rock. Buenas letras + buenas melodías + buenos músicos, a veces (como en este caso) resultan una operación aritmética posible.
El trío integrado por Gustavo Caccavo (voz y guitarra), Alejandro “Racu” Pérez (bajo) y Sebastián Porro (batería) eligieron la localidad Villa Elisa como su lugar de anclaje con el mundo. Sitio cada vez más elegido por los músicos platenses. “Es verdad que cada vez son más y muchos somos vecinos. No sé que tiene, pero se está transformando como en el patio de La Plata, en un patio recreativo. En parte debe responder a una cuestión económica, pero con eso sólo no basta. Es la búsqueda de un lugar más tranquilo, con un mayor contacto con la naturaleza”, explicó a Diagonales el cantante de la banda en la previa de la fiesta Caladiscos, que hoy desde las 23 en el Galpón de Tolosa (3 y 526), los tendrá junto a Norma y Mostruo como animadores.
–Su primer disco se llama Frugal y se definen como un trío de rock silvestre. ¿Eso los hace una banda hippie del siglo XXI?
–En verdad no sé. Habría que definir hippie del siglo XXI. Lo de Frugal fue por una vieja canción mía que algunas veces tocamos pero que curiosamente no está incluida en el disco, eso nos gustó especialmente. Y lo de rock silvestre fue una cuestión de encontrar nuestro lugar en el género si se quiere.
–¿El contacto con la naturaleza fue buscado o apareció espontáneamente?
–En mi caso se dio sin más, terminé viviendo en Villa Elisa hace ya un pilón de años, cuando era todavía más silvestre de lo que ahora es y la verdad que adoro las tardecitas de sol como así también las noches crudas de invierno. Así que, si eso se ve reflejado en las canciones, no me sorprende; pero hay canciones que huelen a ciudad también.
–¿En qué ocupa su tiempo Villelisa por estos días?
–Ahora estamos terminando de grabar lo que será nuestro segundo disco. A pesar que se mantiene esa cosa de canciones inmediatas, buscamos algo más cerrado, pero siempre manteniendo un sonido fresco. Es un plan diferente al del primer disco.
–¿Qué le gusta más, la etapa de laboratorio y grabar o tocar en vivo?
–Las dos cosas me gustan. Aunque disfruto más tocar en vivo. Las canciones las considero plataformas de despegue, por lo que nunca van a sonar iguales. Va depender mucho del estado de ánimo y en vivo es cuando mejor se refleja eso. Me gusta mucho hacerlo, de hecho nuestro último disco tratamos de tocarlo en vivo, como una cuestión más fotográfica, de capturar el momento.
–¿En vivo la pasa tan bien como parece?
–Hay veces que sí y otras que no. Cuando armás un concierto se suscitan un montón de cosas, que tienen que ver con la organización y las relaciones humanas y no siempre se dan como esperás. Pero a la hora de tocar trato de olvidarme de todo y buscar en mí el momento inicial de la canción.
–¿Principales influencias?
–El amor, las tardes plateadas, el viento, los niños, el dolor, la alegría, la casa y las cosas que habitan en ella, el tiempo, el jardín, los libros, los amigos, los temporales y los intentos infructuosos por dejar de pensar aunque sólo un poco.
Este sábado, desde las 23, Villelisa llevará sus canciones al Galpón de Tolosa en una fecha que no será sólo un recital de tres bandas, que comparten un sello discográfico. “Va a haber música, va a estar DJ San Martan. Va a ser una fiesta para tirar la casa por la ventana y quizás sea la última celebración del año. Los recitales no van a ser demasiado largos y después va a haber música para ponerse a bailar y a beber”.
Fuente: Diagonales
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