jueves, 12 de noviembre de 2009

Festival de Mar del Plata: entrega emocional

Justificar a ambos lados"La invención de la carne", presentada por Santiago Loza en la Competencia latinoamericana.

Santiago Loza presenta "La invención de la carne".

Como en todos los festivales en los que estuvo, por caso Locarno y San Sebastián, Santiago Loza dividió al público con La invención de la carne. La película, que está en la competencia latinoamericana, se centra en la extraña relación entre un estudiante de medicina y una mujer que entrega su cuerpo para prácticas ginecológicas. El parece silenciosamente obsesionado por la paternidad -desde la imposibilidad- y el funcionamiento orgánico. Ambos emprenden un viaje: lacónico, casi onírico, que remite a la homosexualidad y la religiosidad, y a un atípico concepto de familia.

"Noto que la película no deja indiferentes a los espectadores. A algunos les parece dura, a otros morosa. Lo primero me sorprende, porque siento que trata con amor y mucha piedad a sus personajes, quienes intentan crear una familia virtual, inexistente. Sé que es áspera, pero también intensa. Algunos cuestionan su supuesta 'provocación' sexual, aunque no es erótica. Se centra en lo orgánico: recorre los cuerpos y la materia. En todo caso, hice la película que quise, sin pensar en a quién le agradaría: acepto lo que venga".

La estética de la película se acerca, en más de un sentido, a lo quirúrgico. "Trabajé con encuadres muy calculados y con una iluminación hospitalaria, con tonos fríos que, a medida que avanza el viaje, van dejando paso a otras tonalidades. La cámara está usada como un objeto de indagación: de un modo punzante, cortante. Un estilo, en general, muy distinto al que usé en Extraño y en Cuatro mujeres descalzas, que estaban construidas con colores cálidos".

En los protagónicos se lucen Umbra Colombo y Diego Benedetto, dos actores que vienen del teatro, pero que se muestran delicados y dúctiles frente a cámara. "El prejuicio de algunos realizadores hacia los actores de teatro es porque no saben dirigirlos en cine. En teatro, ambiente del que también formo parte, están los actores mejor formados, capaces de enfrentar cualquier desafío interpretativo. Umbra y Diego muestran acá un increíble entrega física y emocional. El prejuicio de que los actores teatrales son retóricos y expresionistas debería quedar definitivamente en el pasado".

Fuente: Clarín

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