viernes, 20 de noviembre de 2009

El instante y toda la magia de la danza

El tango, esa intensa lágrima secreta

Pablo Gómez presenta hoy su libro e inaugura una muestra fotográfica en el Mugafo (Centro Cultural Islas Malvinas, 19 y 51) La Plata

“Un día pasé por la Plaza San Martín, en la Glorieta había gente bailando tango, era una noche cálida, muy estética y me llamó la atención. Empecé a hacer fotos, me gustó y me aboqué a eso. Hace 5 años que hago fotos de milongas recorriendo La Plata”, explicó a Diagonales el reportero gráfico Pablo Gómez.

Esa recorrida por la noche platense, pero aquella enmarcada por los aires del 2x4, desembocó en el libro El tango, esa intensa lágrima secreta y en una muestra fotográfica en el MUGAFO (Centro Cultural Islas Malvinas, 19 y 51). La presentación del libro servirá para inaugurar formalmente la exposición, que podrá visitarse, con entrada libre y gratuita, hasta el próximo 17 de diciembre.

Este es el primer libro editado por el fotógrafo en donde a través de 30 imágenes, presenta al tango como una danza costumbrista y popular y además se vuelve un recorrido emotivo y cargado de espiritualidad. Su mirada pasó por distintas milongas de la ciudad. “Lo que a uno le queda es un eterno agradecimiento a la gente que te hace sentir cómodo, que no se esconde. Las milongas las realizan con mucho esfuerzo. El público suele ser el mismo, pero los lugares van rotando para no quitarse gente. Las milongas de La Plata mantienen la esencia, las de Buenos Aires son más for export. Y por eso muchas veces esas fotos se ven más acartonadas.

–Entonces en esta ciudad encontraríamos más matices...

–Son como más auténticas. Por lo general se desarrollan en clubes, no va a venir ningún turista, sino que va a estar el vecino, el profesor de tango con sus alumnos. Pareciera una escena de 50 años atrás, el tango de los viejos códigos, del cabeza, el detalle de la ropa.

–¿Qué encontró en las milongas?

–Son lugares muy bohemios, muy oscuros y a veces para la fotografía se complica, hasta que uno se acostumbra. Pero hay momentos muy íntimos, todo lo que se dice del tango es cierto. Está instalado en nuestras vidas, aunque podamos ser un poco más rockeros. Hay una frase que usamos muchos los fotógrafos: “La moda pasa y el arte queda”. El tango es muy fuerte, es un sentimiento muy fuerte, por eso queda.

–¿Cómo construyó este trabajo?

–Partí de un primer esbozo y obviamente no me quedé con esas imágenes solas. Empecé a investigar, a puntear los temas que me interesaban y así fue madurando. Y después trabajé desde un lugar, como tercera persona, desde lejos, buscando pasar desapercibido.
–Imagino que imágenes debe haber muchas…

-Sí, aparecen todas esas que pudieron contarnos nuestros padres. El cabezazo para sacar a bailar, la importancia que tiene saber bailar bien y después está la importancia que tiene el tema de la ropa, por ejemplo los zapatos para las mujeres. Es un mundo muy mágico, muy sensual. No me importaba tanto el tema de la danza, sino el hecho de que participaban muy apasionadamente.

Pasión que Pablo Gómez supo capturar, pasión que podrá descubrirse hoy desde las 20, recorriendo la muestra o las páginas de El tango, esa intensa lágrima secreta.

Fuente: Diagonales

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