A LOS 72 AñOS, MURIO EL DIRECTOR DE CINE Y TELEVISION ALEJANDRO DORIA
Estaba trabajando en dos proyectos cuando debió ser internado por un cuadro de neumonía crónica. Dejó obras inolvidables en televisión y cine, donde brilla especialmente Esperando la carroza.
En sus 72 años de vida llevó a cabo una enorme cantidad de proyectos cinematográficos y televisivos, que terminaron prodigándole premios de toda clase y el aplauso sincero del público y la crítica. Pero en esa montaña de creaciones, lo primero que se fija en el recuerdo es una feroz pintura de la clase media argentina en la que un elenco de primera línea giraba alrededor de una inolvidable composición de Antonio Gasalla como Mamá Cora: Esperando la carroza es, sin dudas, uno de los legados más valiosos que deja Alejandro Doria, el director argentino que murió ayer en una clínica de Buenos Aires a causa de una neumonía crónica. Sus allegados informaron que será velado en una ceremonia íntima: la noticia llegó al filo del cierre de esta edición, por lo que sabrá disculpar el lector la brevedad de estas líneas, que no se condicen con la larga carrera del autor.
Nacido en Buenos Aires el 1º de noviembre de 1936 en el barrio de Flores, Alejandro Doria se inclinó primero por una carrera tan diferente como la de Ciencias Económicas; sin embargo, la abandonó pronto, se desempeñó como actor y locutor de radio y partió a Estados Unidos para realizar estudios de televisión. A su regreso, su primera experiencia en el terreno de la dirección televisiva fue, también, su primer éxito, con Nuestra galleguita, telenovela de 1969 protagonizada por Laura Bove y Norberto Suárez, que prendió inmediatamente en el gusto popular y que además marcó el debut de una nena de 4 años llamada Andrea Del Boca. A partir de allí, Doria fue encadenando una serie de programas televisivos que quedaron en la historia de la industria argentina, como Alta comedia, Pobre Diabla, Papá corazón, Identidad, Escenario universal, Amores, Mi mamá me ama, El Rafa (en sus dos versiones) y Los Especiales de Alejandro Doria.
Con Situación límite y especialmente Atreverse (que recibió varios premios Martín Fierro, entre ellos “Mejor Director” y “Mejor Programa”, en dos entregas consecutivas, y un premio internacional al “Mejor Programa de Ficción Hispanoparlante”), el director marcó nuevos rumbos en la manera de encarar las ficciones y sobre todo en las temáticas elegidas. Por su trabajo en la pantalla chica llegó a totalizar once premios Martín Fierro, cuatro de ellos en reconocimiento a Los Especiales de Alejandro Doria, y el Konex de Platino en 1991 en el rubro Director de Televisión.
La carrera del realizador encontró varios hitos en el género cinnematográfico, donde comenzó su producción con Proceso a la infamia (1974) y siguió con Contragolpe (1978), La isla (1979) –que ganó el Premio Ecuménico del Jurado del Festival de Montreal–, Los miedos (1980), Los pasajeros del jardín (1982), la exitosísima Darse cuenta (1984, ganadora del Cóndor de Plata), Esperando la carroza (1985), Sofía (1987) y Cien veces no debo (1990). Las manos, film de 2007 que relató la historia del sacerdote italiano Mario Pantaleo, obtuvo los premios Goya, Oclacc de Cartagena, Premio Sur y Colón de Plata, en Huelva. También participó del film colectivo 18J (2004), una serie de cortos relacionados con el atentado terrorista a la AMIA. Su último film estrenado fue "Las manos".
“Siempre siento una gran angustia cuando trabajo. Una gran premura. Es como la necesidad de cumplir. Cuando emprendo una filmación, salgo de un puerto y en cinco, seis o siete semanas tengo que llegar a otro puerto. Soy muy responsable”, dijo tiempo atrás a este diario, en una entrevista en la que también señaló que “no hago TV porque no estoy de acuerdo con la ideología que se impuso, una ideología perversa. No estoy de acuerdo ni con las cámaras sorpresa ni con los grandes hermanos”.
Fuente: Página 12
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