sábado, 13 de junio de 2009

Alicia llega a un país de maravillas y ensueños

Nicolás Pauls, Daniel Casablanca, Soledad Fandiño, Georgina Barbarossa y Leandro Penna,
parte de un elenco que se anima al canto, al baile y al circo


La directora Alicia Zanca vuelve a meterse en un mundo imaginario para acercarse a los chicos y también a sus familias
El año pasado fue Cenicienta ; este año, su desvelo es Alicia, la que nació de la mente y la pluma de Lewis Carrol, la misma a quien le debe su propio nombre. Alicia Zanca comienza este fin de semana una nueva aventura que suena mucho a deuda pendiente. Es que fue su abuela paterna, Amelia, quien convenció a sus padres de que esa niña recién nacida llevara el nombre de la protagonista de tantas historias fantásticas, como una suerte de feliz designio. Pero no fue sencillo: hubo que convencer también a la abuela materna, Inés, quien quería dejar un sello en la niña, y lo dejó. Así, para que reinara la paz entre abuelas, padres y suegras, la que hoy todo conocen como Alicia Zanca es, en realidad, Alicia Inés Amelia Zanca; casi un campo de batalla.

Pero Alicia no se hizo cargo más que de su nombre y su destino, hecho que, desde este fin de semana, se verifica en el escenario del Astral, adonde llega la versión musical de Alicia en el país de las maravillas . La directora se metió de cabeza en el libro -también recurrió a Alicia a través del espejo y a Silvia y Bruno - para empaparse de las imágenes que la habían deslumbrado de niña.

"Casi he tomado como una militancia esto de trabajar sobre textos poéticos, bellamente escritos; es mi manera de resistir frente al empobrecimiento del lenguaje que sufren los jóvenes. De hecho, como docente, me he empecinado en trabajar obras de Chejov, Arlt y ahora Shakespeare; si no, los actores quedan sólo reducidos al modo de hablar en la televisión", cuenta Zanca, quien versionó las obras de Carroll para que Martín Bianchedi les pusiera música. Ingrediente fundamental en esta puesta con fuertes aires circenses, como los que viene utilizando la directora desde hace varios años, varias puestas atrás.

El desafío para el elenco iba a ser enorme. Por eso se rodeó de gente que conocía y de otra que intuía. Así aparece en escena Soledad Fandiño (Alicia), que si bien nunca llegó a estrenar con Zanca, hubo un tiempo de ensayos y preparación de una puesta que no se concretó. "En esa oportunidad hizo una española que me impactó. Además, descubrí que es una actriz muy trabajadora, muy seria y que canta muy bien. Se empecinó en empezar a entrenar en aro aún antes de firmar el contrato -sigue diciendo la directora, que tampoco ahorró halagos para Nicolás Pauls (Conejo)-. Nico es una persona distinta de todas las que conozco en el medio. Es inteligente. Me gusta su ideología de persona y dice los textos de manera maravillosa." Frente a estos dos actores que debutan en teatro, la directora se pertrechó con otros de altísimo tránsito teatral, como son Georgina Barbarossa (Reina de Corazones) y Daniel Casablanca (Sombrerero Loco), a quienes se unen Leandro Penna, Tamara Garzón, Leandro Aita, Federico Howard, Stella Maris Faggiano, Belén Pasqualini, Sabrina Melo y Marina Pomeraniec. Alberto Negrín es quien pensó una escenografía que permite el uso de una pantalla gigante que, además de proyectar imágenes alocadas, tiene la virtud de comerse personajes.

Todo el conjunto que pinta la directora suena colorido, atractivo, poético, de ensueño, como la vida que imaginó Carroll para su Alicia; como la que la abuela Amelia deseó para su nieta.

Para agendar

Alicia en el país de las maravillas, versión y dirección de Alicia Zanca.

Astral, Corrientes 1639. Sábados, a las 16; domingos, a las 15 y a las 17. Informes, 4374-5707.

Verónica Pagés

Fuente: La Nación

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