Agilidad y certeza en la plata
El equipo médico acompañó a Diagonales en una recorrida por el sector de los laboratorios, para conocer la nueva tecnología y cómo es el proceso a través del cual se llega a conocer si una persona tiene o no gripe A y si el virus de la Influenza sufrió o no algún tipo de mutación.
En el segundo piso del hospital Rossi (37 entre 16 y 117) un equipo de cuatro especialistas en virología dedica gran parte del día al procesamiento de muestras de casos sospechosos de gripe A H1N1, entre barbijos y tubos de ensayos. Son los únicos en territorio bonaerense -junto con el Abete de Malvinas Argentinas- que, además de realizar el diagnóstico, hacen un seguimiento epidemiológico para controlar el avance de la pandemia, acaso la tarea que recobra más importancia, por la instancia en la que se encuentra la enfermedad.
El equipo médico acompañó a Diagonales en una recorrida por el sector de los laboratorios, para conocer la nueva tecnología y cómo es el proceso a través del cual se llega a conocer si una persona tiene o no gripe A y si el virus de la Influenza sufrió o no algún tipo de mutación.
PROCESO. Las muestras o hisopados pediátricos y de adultos, de cualquier rincón de la Provincia, son recibidos en el área de Epidemiología del ministerio de Salud, en 51 entre 17 y 18. De allí, las muestras parten para el Rossi.
Fernando Pérez y Ángeles Baridón, bioquímicos especialistas en virología, junto con Ariel Fioriti y Martín Zubieta, dos bioquímicos becarios dispuestos por la cartera sanitaria, inician el procedimiento que les permitirá observar el virus y determinar si la persona dueña de la muestra está infectada con el virus de la influenza.
El trabajo comienza con la extracción de células de los hisopados. En una campana de flujo laminar -un instrumento que tira aire en forma vertical y lo filtra para garantizar la máxima asepsia, además de evitar el contagio del operador y contaminaciones entre las muestras- se hace la extracción del ácido ribonucleico (ARN) para luego realizar lo que se denomina una transcripción para obtener el ADN. Posteriormente, los especialistas operan el equipo de PCR.
El PCR o reacción en cadena de la polimerasa, explicaron, "es una técnica que permite replicar entre cientos de miles y millones de veces, en el transcurrir de pocas horas e in vitro, pequeñas cantidades de ADN". Uno de los aportes fundamentales de esta metodología a la investigación básica en biología molecular es la rapidez y eficiencia mediante las cuales se realiza una tarea, que antes requería largas horas de trabajo.
"En la PCR se replican millones de veces el fragmento del virus y, para su análisis, se lo coloca en unos pequeños tubos", señaló Pérez. "Los datos son tomados por un sensor óptico -tubo por tubo- y son registrados en la computadora, en la medida que la reacción progresa, es decir, en tiempo real", agregó.
Los resultados de los análisis se obtienen en dos horas, pero los médicos señalaron que a la población se dan a conocer en 48 horas, por la eventual necesidad de ratificar los datos.
Debido a la capacidad operativa, los bioquímicos trabajan con no más de 20 muestras diarias. No obstante, Baridón explicó que "no tendría sentido analizar las muestras de toda la población, porque como el virus tiene circulación libre, sabemos que lo que está circulando es el de la gripe A. De modo que -agregó- vamos a analizar los hisopados de los pacientes graves".
En ese sentido, Pérez indicó que "es más probable que haya cepas que puedan llegar a ser resistentes o que puedan haber llegado a mutar. Entonces, la idea es mandar a analizar las muestras de estos pacientes a laboratorios del exterior, para su posterior confirmación".
VIGILANCIA. "Nosotros realizamos el diagnóstico para saber si estamos frente a una influenza de tipo estacional o si vamos a tener una influenza porcina y, además, vamos a vigilar que no haya nuevas variantes del virus", señaló la bioquímica.
Es que se trata de un virus ARN que tiene mucha posibilidad de mutar, por lo que no sería raro que en el transcurso de esta epidemia "y al transmitirse tan fácilmente, se generen nuevos mutantes, que se van a comportar de alguna forma distinta al previo", acotó.
Para los especialistas, se trata de un virus que cambia de forma constante. Esos cambios pueden ser pequeños o grandes, por lo que "el estudio está dirigido a analizar dos determinantes antigénicos: uno que nos indicaría que hay un cambio grande y otro que hay un cambio pequeño en la mutación".
El control epidemiológico es esencial para conocer cómo evoluciona el virus y, en función de eso, diseñar e implementar determinadas políticas públicas de salud.
SEGURIDAD. El equipo médico que trabaja en el servicio de laboratorio se protege con guantes, barbijos, camisolines y con el lavado de manos frecuente.
El especialista en virología explicó que "la normativa mundial establece que cuando se origina una pandemia, que es un virus nuevo que hace que no sepamos a qué nos estamos enfrentando, la idea es tomar la máxima cantidad de recaudos. Por eso, inicialmente el único que procesaba las muestras era el Instituto Malbrán, donde los profesionales trabajan en un laboratorio de máxima bioseguridad".
"Nosotros no estamos tomando todos esos requerimientos, porque ya sabemos que la patogeneicidad del virus no es tan grande como inicialmente se suponía", agregó. Pérez recordó que "los primeros análisis se hicieron siempre sobre los primeros casos que aparecieron en el país, que fueron los más graves. Entonces, el índice de letalidad daba mucho más grande de lo que hoy ya se sabe. De manera que, nosotros tomamos protecciones, pero no las de alta seguridad".
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