Una multitud de jóvenes copó los paseos platenses en los festejos del Día del Amigo

Plaza Moreno a las 19 fue un mar de gente

El Bosque y las plazas Moreno y San Martín, los más elegidos. Mate, fútbol y reggaetón

El miedo a la gripe A no pudo con la tradición y así miles de jóvenes se congregaron ayer en el paseo del Bosque, las plazas Moreno y San Martín y otras espacios verdes de La Plata para celebrar al aire libre el Día del Amigo.

El sol de la media tarde abrigó a los chicos que, reunidos en grupos, se confundían entre las familias con hijos pequeños que se disponían a disfrutar de las verdaderas vacaciones de invierno, que arrancaron ayer.
Como parte de la liturgia, los jóvenes y adolescentes llegaban a disfrutar del verde con mates, gaseosas, galletitas, sandwiches y pelotas de fútbol a cuestas.
Ya a la tardecita, los termos fueron reemplazados por otro tipo de bebidas y el centro de plaza Moreno era un mar de gente.

De largo. Para muchos, la jornada de ayer era el correlato de la noche anterior. Ese fue el caso de los "pibes del Barrio Cementerio", como se autodenominaron, que todavía se relamían de sólo recordar el asado que degustaron anteanoche, mientras se entretenían con una pelota en la plaza Moreno. "Hoy sigue el baile y el descontrol", prometieron.
Eliana Silva (19), Valeria Orona (20), Eliana Cruz (17) y Lucila Loizu (15), amigas "de la infancia y del cole", llegaron a la plaza desde Magdalena: "Vinimos a ver qué onda y esta noche nos juntamos en una casa", contaron, mate en mano con suculentas galletitas.

El Bosque también fue uno de los escenarios elegidos para festejar entre la muchachada. Sentados en el pasto escasamente verde, con las mantas desplegadas sobre el suelo y una batería de bebidas, tapers con viandas, y por lo menos un par de termos y mates, Nacho Orazi (22), Emanuel Pérez (22) y Gustavo Parenza (23) hacían la guardia en tierra mientras el resto del grupo -unos nueve amigos- eligieron remar en el lago. "La estamos pasando muy bien, el Bosque está relindo", comentó Nacho.

Mientras, Carolina y Sofía combinaron el ejercicio y la diversión en una mini excursión de 15 minutos en el bicibote.
Así llegó el anochecer y el tránsito y la circulación de gente fue incesante. Los distintos espacios se vistieron de reggaeton y pachanga y no faltaron los bailes improvisados. A esa hora, para muchos, el festejo recién empezaba.

Fuente: Diagonales