En sus textos, parece imposible separar algunos de estos géneros, perfectamente entrecruzados a partir del talento de este escritor nacido en la provincia de Buenos Aires. Por eso nunca resultan “extranjeras” las menciones a las estrellas de Hollywood, a letras de tango o la cinematografía Clase B.
Sus novelas respiran al pulso del melodrama y los capítulos parecen responder a la lógica propia del folletín, de esos textos por entregas que siempre dejan al lector con ansias de ir un poco más allá.
Su primera novela, La traición de Rita Hayworth, apareció en 1968 y fue un preámbulo de lo que vendría. La aparición de la diva norteamericana en el título no era para nada azarosa.
“La novela cuenta la historia de una familia de clase media que vive en un pueblo de La Pampa en los años ‘40. El paisaje de La Pampa, que en realidad es la ausencia de todo paisaje, resulta una pantalla en blanco donde cada uno proyecta las fantasías que quiere. Ahí un chico que no puede aceptar la realidad por sentirla hostil, cambia los términos y toma como realidad a la ficción, ya sea la ficción del cine o la que le dicta su propia imaginación. En esa pantalla suya, la bondad es siempre premiada y la gente buena es hermosa. Hasta que Rita Hayworth en Sangre y arena prueba ser hermosa, la más hermosa tal vez, pero también pérfida. Y ahí comienza el drama, que del sueño pasa a la más cruda realidad”, explicó con suma precisión Puig en un reportaje de 1973.
Una obra sin concesiones
Tras un paso a principios de los ‘50 por las carreras de Arquitectura y Filosofía, en 1956 viajó becado a Roma para estudiar cine en el Centro Sperimentale di Cinematografia, esta formación, sumada a los guiones cinematográficos que pergeñó estando en Estocolmo y Londres y sus trabajos como asistente de dirección, terminaron de formar un estilo literario tan innovador como perturbador.
Así desfilan la experimentación narrativa (recurriendo a artilugios propios del cine como el montaje) y los ya mencionados cruces de géneros (folletín, radioteatro sentimental, melodrama) para redondear, bajtinianamente hablando, una obra polifónica.
Su obra nunca ofreció concesiones de ningún tipo y estuvo incluso por encima de la figura del escritor. Sus primeras 6 novelas (La traición...; Boquitas pintadas, The Buenos Aires Affair, El beso de la mujer araña, Pubis angelical y Maldición eterna a quien lea estas páginas), publicadas entre 1968 y 1980, anteceden a Sangre de amor correspondido, quizás su trabajo más complejo.
En 1988 apareció su última novela, Cae la noche tropical, dejando inconclusa al momento de su muerte Humedad relativa: 95%.
Alguna vez en una entrevista aclaró el porqué de su admiración hacia Hayworth: “Expresa el triunfo de la vida sobre la muerte, el triunfo de la sexualidad vivida sin culpa, vivida con toda la alegría que el mundo ha ido olvidando a través de siglos de represión”. El, para hacerle honor a la diva, vivió su vida de la misma manera.
Flavio Mogetta
Fuente: Hoy
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