“Este sábado a la noche te paso a buscar a bailar el Wadu-Wadu que te va a gustar, te prometo invitarte muchas veces más, todo el tiempo Wadu-Wadu para re-relajar”, cantaba Federico Moura en 1981, desde la canción “Wadu-Wadu”, que a su vez dio nombre a aquel disco debut concebido en City Bell, en los años de la última dictadura militar. Esa será una de las canciones que esta noche, a las 21.30, suene en el Teatro Café Concert (43 entre 7 y 8) cuando los músicos de Virus suban a ese escenario para festejar sus treinta años con la música.
Tres son los integrantes que quedan de la histórica formación de este grupo nacido en City Bell (Marcelo Moura -voz-, Julio Moura -guitarra y coros- y Daniel Sbarra -guitarra y coros-) y que revolucionó desde sus canciones buena parte de la escena del rock nacional. Muchas bandas nacidas en los '80, '90 y '00 deben su sonido a Virus. A horas de su recital en La Plata, Marcelo Moura repasó con Diagonales el presente de la banda, de la música argentina y el respeto que generan en las nuevas generaciones de músicos.
–¿Qué características tendrá el recital de mañana en el Teatro Café Concert?
–Básicamente será el show que venimos haciendo, con el que estamos recorriendo el país y estamos cumpliendo 30 años de estar tocando, y tampoco vamos a aparecer con nada que de vuelta mucho las cosas, pero permanentemente estamos aggiornando los shows, sacando temas, poniendo temas y es un show que aún no han visto en La Plata, y que conserve las canciones más conocidas por la gente, y siempre vamos tratando de cambiar la lista de temas por la gente y por nosotros. Vamos a hacer un repaso por los 30 años de Virus, que es casi lo que hacemos siempre. Un show tiene 20 o 25 canciones y nostros tenemos más de 100, por eso vamos cambiando, reversionando alguna.
–¿Cómo se hace para mantener el fuego a lo largo de tantas décadas?
–Disfrutando, la verdad es que nosotros disfrutamos muchísimo lo que hacemos. Creo que el día que no pase eso no estaremos más tocando. Cuando tenemos un show es una alegría para nosotros, una buena noticia, está muy lejos de significar un mantener una cosa, de mantener vivo algo que no es, sino todo lo contrario. Es disfrutar, yo que veo la interna noto que los técnicos y los músicos están varias horas antes chequeando todo, probando todo. Cuando pensás que pasaron 30 años y los ves quizás con más entusiasmo que grupos que por ahí están desde hace poco tiempo. Una muestra de que hay pasión por lo que se hace.
–Y yendo para atrás en el tiempo, los años en los que la banda nació no fueron fáciles si tomamos en cuenta el contexto político y social del país.
–A algunos nos tocó más de cerca, nosotros tenemos un hermano desaparecido. Yo soy una persona que trata de mirar para adelante, ya pasaron muchos años e intento pensar en las cosas piolas que tengo para hacer, que son muchas y no quedarme tan clavado en cosas dolorosas que la vida tiene eso también.
–¿Cree que para los chicos que arrancan ahora es más fácil hacer música de lo que fue para ustedes?
–No, son distintas cosas, son etapas distintas. Si yo hubiera nacido cuando no había ni gas ni luz, no sé, me cuesta trasladarme. Me parece que no es peor ni mejor. Por otro lado, por ahí hoy parece más fácil pero se ha perdido esa cosa de los amigos que se juntan en un garage con los equipos. De hecho la década del '80 fue eso y para mí fue una de las décadas más brillantes de la música. No creo que hoy sea más fácil para nada.
–Como banda pasaron los '80, los '90, los '00 y están entrando en una nueva década. Ya mencionó lo que significaron los '80, ¿qué opinión tiene de las otras décadas?
–La de los '90 no fue una década que me gustó mucho desde lo musical. Fue una década más social, de grupos que llenaban canchas de fútbol pero que de golpe el público iba más a gritar que a escuchar música. A veces cuando hemos cambiado músicos y empieza el show de Virus y la gente está en silencio se asustan porque dicen: "está todo el mundo callado", entonces les digo: "no te preocupes que están escuchando". Parece loco que alguien se asuste que la gente esté en silencio. No me parece una década muy rica. Ahora me parece que volvió un poco al under, en Buenos Aires hay todo un circuito nuevo, y también es bueno que el público busque porque lo que nos ofrecen los medios no siempre es lo mejor, hay mucho poder económico metido en el medio y mucho buen artista que hay que buscarlo e ir a verlo.
–¿Qué les pasa a ustedes cuando bandas como Miranda! o Babasónicos los tienen como referentes y los citan como influencia?
–Agradecimiento y sin ser pedante creo que lo que ellos toman de nosotros es la conducta de cómo encarar un espectáculo, de cómo hacer las cosas, porque si te remitís a la música no hay grandes parecidos. Y son bandas muy cercanas a nosotros. Virus fue siempre un grupo muy laburador y mucho del mérito que logró fue por sacrificio, por ocuparse de un montón de detalles, las pruebas de sonido nuestras duran el doble que los shows mismos. Y los resultados finales no son producto de la casualidad sino del esfuerzo.
–Esa admiración hizo también que 19 bandas platenses reversionaran a Virus en 2004, en un CD editado por Radio Universidad.
–Maravilloso disco, la verdad que un disco genial y para mí no hay éxito o dinero que me devuelva esas cosas, sentirme súper respetado por los artistas. Para mí eso es un orgullo enorme.
Fuente: Diagonales
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