La intimidad de Frida en fotos
Con récord de ventas, terminó la semana pasada ArteBA. En el evento participaron más de cien galerías y espacios de exposición, muchos de ellos llegados del extranjero
Con menos visitantes que la edición anterior, pero más ventas, cerró el último jueves la feria de arte contemporáneo ArteBA, que tuvo lugar en el predio de La Rural. En el evento, decenas de galeristas del país y de afuera exponen cada año sus obras, mientras que los espacios artísticos más nuevos o no formales también tienen lugar para mostrar lo que hacen, en una participación que les es subvencionada por la Fundación ArteBa, a cargo de la feria.
Como todos los años desde que se viene realizando, se pueden ver desde pinturas y todo tipo de artes plásticas, pasando por esculturas, fotografía, video, performance e instalaciones, como por ejemplo puede ser la recreación de la escenografía que se utilizó en determinada película.
Según los organizadores, la asistencia superó las 120 personas en cinco días. En total, participaron 83 galerías en las que pudieron apreciarse obras de artistas argentinos legendarios como Antonio Berni (1905- 1981) pero también las últimas expresiones de los artistas más jóvenes del país y la región, nucleadas en el sector Barrio Joven, integrado por 19 stands.
Por el Bicentenario, en esta edición se invitó a participar a distintas galerías de los países latinoamericanos que también cumplieron 200 años de vida, y que son México, Chile, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Ecuador. Por otro lado, y como todos los años, también hubo galerías internacionales, de naciones como Brasil, España y Holanda, entre otros.
El principal premio que se entrega en la ocasión, “ArteBA-Petrobras”, de 50 mil pesos, fue para la argentina Adriana Miranda, que se impuso entre 400 proyectos por una obra conceptual titulada El espacio de acá, basada en la investigación de dos grupos de perros callejeros en San Juan.
En cuanto a las ventas, consideradas “extraordinarias” por los organizadores, hay que decir que un factor determinante fue la compra realizada por museos, que cobró mucha importancia. Según trascendió, el Museo de Arte de Tigre compró en Rubbers La memoria, de Yuyo Noé; y el Museo Caraffa, de Córdoba, Abismo, de Marcia Schvartz (en ambos casos la galería cedió su comisión para que la operación se concretara). Y en Mara-La Ruche, donde el Museo Nacional de Bellas Artes compró una obra de la serie Reflejos de Stupía. Se vendieron una decena de sus obras y además varias obras del artista brasilero Macaparana, de la checa Kveta Pacovská y relieves de Adolfo Estrada.
El nivel general de los stands de la feria fue bueno y parejo, y trascendió que se vendieron más obras de precios intermedios y pocas obras de precios altos.
En el Barrio Joven las ventas fueron muy buenas. El colectivo Markus vendió obras entre 200 a 2.400 pesos y SAPO más de 30 trabajos.
Y si de ventas se habla, cabe recordar el incidente que protagonizó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que rompió una pieza valuada en 4 mil dólares que, por supuesto, prometió comprar. Todo sucedió durante el encuentro con un notero del programa televisivo CQC, cuando Macri le insistió para que introduzca la cabeza en la obra del artista norteamericano Seth Wulsin, consistente en un juego de espejos para dar la sensación de infinito. Cuando el periodista se agachó, el funcionario porteño le dio un pequeño empujón a modo de broma, pero que causó el astillamiento de los cristales. El galerista a cargo, Mariano López Seoane, no ocultó su cara de espanto, a lo que Macri respondió con un apretón de manos y una frase reparadora: “Vendiste la obra”.
Fuente: Hoy
Con récord de ventas, terminó la semana pasada ArteBA. En el evento participaron más de cien galerías y espacios de exposición, muchos de ellos llegados del extranjero
Con menos visitantes que la edición anterior, pero más ventas, cerró el último jueves la feria de arte contemporáneo ArteBA, que tuvo lugar en el predio de La Rural. En el evento, decenas de galeristas del país y de afuera exponen cada año sus obras, mientras que los espacios artísticos más nuevos o no formales también tienen lugar para mostrar lo que hacen, en una participación que les es subvencionada por la Fundación ArteBa, a cargo de la feria.
Como todos los años desde que se viene realizando, se pueden ver desde pinturas y todo tipo de artes plásticas, pasando por esculturas, fotografía, video, performance e instalaciones, como por ejemplo puede ser la recreación de la escenografía que se utilizó en determinada película.
Según los organizadores, la asistencia superó las 120 personas en cinco días. En total, participaron 83 galerías en las que pudieron apreciarse obras de artistas argentinos legendarios como Antonio Berni (1905- 1981) pero también las últimas expresiones de los artistas más jóvenes del país y la región, nucleadas en el sector Barrio Joven, integrado por 19 stands.
Por el Bicentenario, en esta edición se invitó a participar a distintas galerías de los países latinoamericanos que también cumplieron 200 años de vida, y que son México, Chile, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Ecuador. Por otro lado, y como todos los años, también hubo galerías internacionales, de naciones como Brasil, España y Holanda, entre otros.
El principal premio que se entrega en la ocasión, “ArteBA-Petrobras”, de 50 mil pesos, fue para la argentina Adriana Miranda, que se impuso entre 400 proyectos por una obra conceptual titulada El espacio de acá, basada en la investigación de dos grupos de perros callejeros en San Juan.
En cuanto a las ventas, consideradas “extraordinarias” por los organizadores, hay que decir que un factor determinante fue la compra realizada por museos, que cobró mucha importancia. Según trascendió, el Museo de Arte de Tigre compró en Rubbers La memoria, de Yuyo Noé; y el Museo Caraffa, de Córdoba, Abismo, de Marcia Schvartz (en ambos casos la galería cedió su comisión para que la operación se concretara). Y en Mara-La Ruche, donde el Museo Nacional de Bellas Artes compró una obra de la serie Reflejos de Stupía. Se vendieron una decena de sus obras y además varias obras del artista brasilero Macaparana, de la checa Kveta Pacovská y relieves de Adolfo Estrada.
El nivel general de los stands de la feria fue bueno y parejo, y trascendió que se vendieron más obras de precios intermedios y pocas obras de precios altos.
En el Barrio Joven las ventas fueron muy buenas. El colectivo Markus vendió obras entre 200 a 2.400 pesos y SAPO más de 30 trabajos.
Y si de ventas se habla, cabe recordar el incidente que protagonizó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que rompió una pieza valuada en 4 mil dólares que, por supuesto, prometió comprar. Todo sucedió durante el encuentro con un notero del programa televisivo CQC, cuando Macri le insistió para que introduzca la cabeza en la obra del artista norteamericano Seth Wulsin, consistente en un juego de espejos para dar la sensación de infinito. Cuando el periodista se agachó, el funcionario porteño le dio un pequeño empujón a modo de broma, pero que causó el astillamiento de los cristales. El galerista a cargo, Mariano López Seoane, no ocultó su cara de espanto, a lo que Macri respondió con un apretón de manos y una frase reparadora: “Vendiste la obra”.
Fuente: Hoy
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