jueves, 5 de marzo de 2009

Extrañamos a Olmedo: "Chau Negro"



Hace 21 años, fallecía en Mar del Plata, Argentina, uno de los cómicos más célebres del Río de la Plata, Alberto Olmedo, creador de una larga galería de personajes inolvidables,en un confuso episodio que nunca quedó aclarado.

Se caracterizó por un humor para adultos, con doble sentido. Mientras actuaba, en ocasiones solía hablar en rosarigasino, cuando no quería que otro de los actores se enterase de algo. Se caracterizó por utilizar el arte de la improvisación y fue un gran transgresor de los códigos televisivos (no seguía los libretos, en medio de sus actuaciones se iba detrás de cámaras, etc.).
Su deceso prematuro provocó una profunda tristeza entre sus seguidores. Luego de su muerte, comenzó a ser considerado un humorista de culto, y se celebran homenajes en su Rosario natal y en el resto del país. En Rosario, donde nació y pasó sus primeros años de vida, es homenajeado con una escultura de bronce. La misma es visitada por gran cantidad de turistas que no pueden evitar dejar de fotografiarse frente a la escultura del actor.

En Buenos Aires, una columna baja de ladrillo, en la Avenida Corrientes 1753, obra de José Martínez, tiene en su parte superior las huellas dejadas en cemento de las manos del actor y una placa debajo que dice:

¿Que quiero que quede de mí? Una estatua a mis manos en la calle Corrientes para que miren y digan: "Chau negro". Nada más.
Alberto Olmedo


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