miércoles, 7 de enero de 2009

“El teatro es una herramienta de cambio”

La platense Jimena Duca realizó una obra sobre tráfico sexual a pedido de la ONU. Metódica, estudió Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires para tener conocimientos teóricos, se formó como actriz y, en 2003, su marido ganó una beca para estudiar en los Estados Unidos.

Jimena Duca tocaba el piano desde chica y pensaba que iba a ser concertista. Pero, a los 16 se dio cuenta que no iba a poder pasar 8 horas al día sola y se volcó al teatro. Metódica, estudió Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires para tener conocimientos teóricos, se formó como actriz con Raúl Serrano y, en 2003, cuando apuntaba a la dirección, su marido ganó una beca para estudiar en los Estados Unidos. Y allá fue, a terminar de formarse una carrera. Hizo un master y salió de un curso en el Instituto Internacional del Teatro Saratoga convencida de que podría conquistar el mundo. A los pocos días, recibió un llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A los 33 años, la platense Jimena se convirtió en la primera directora de teatro en presentar una obra financiada por el organismo internacional. La obra que creó con sus compañeros neoyorquinos se llama Mika y está inspirada en Susana Trimarco, la mujer que después de sufrir el secuestro de su hija Marita Verón en 2002 comenzó una lucha con la que recuperó a 150 chicas secuestradas en la Argentina por redes de tratas de personas para la explotación sexual.
Duca pasó por La Plata para saludar a su familia y recordó su infancia en la escuela Nº 5; su paso por el bachillerato de Bellas Artes, en el que conoció a sus mejores amigos y aprendió que el arte puede cambiar el mundo, y también se acordó de su maestra de piano, Susana Rome, que le inculcó el respeto por la disciplina y eso de ponerse metas porque podría llegar a donde se propusiera. Y se tomó una tarde para una entrevista con Diagonales en Plaza Belgrano.

LA CARRERA. En Nueva York, Duca fue oyente en la Universidad de Columbia y se ganó una beca para un master en la Universidad de Nueva York. Iba cuatro veces por semana al teatro. Hizo una pasantía en el Soho Rep y en junio de 2008 hizo el curso que iba a permitirle tener la confianza para encarar la propuesta que le hizo Rachel Mayanja, la consejera del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
"Saratoga fue un antes y un después. De ahí salís creyendo que conquistás el mundo", explicó Duca. En ese momento la invitaron a sumarse a la campaña mundial contra la violencia hacia las mujeres. La propuesta era tentadora: crear una obra original para ser presentada apenas cinco meses después. Duca le contó la novedad a su grupo Tiyatroglobal y dobló la apuesta: "Se pensaron que nosotros, los artistas, íbamos a hacer algo. Pero ahora creen que el teatro puede ser una herramienta de cambio. A medida que fuimos trabajando, empezaron a ver al arte de otra manera. No nos achicamos, y les hicimos poner mucha plata. Les exigimos que la obra se presentara en el mismo lugar en el que ellos discutían".

EN LA PLATA. La Madre de Plaza de Mayo Adelina de Alaye fue invitada a la conferencia de prensa en la que Duca contó su experiencia artística. Durante la charla, Adelina le dijo a Duca que Vidas Robadas, Montecristo y los programas de Televisión por la Identidad que dieron en Telefé "sin duda ayudaron mucho, pero yo lo viví y para mi fue imposible verlos. La ficción me molesta, pero por las fotos que veo, tu obra parece ser diferente".

La pieza se llama Mika en homenaje a Micaela, la hija de Marita, que tenía 3 años cuando su mamá fue secuestrada el 3 de abril de 2002, en la ciudad de Tucumán. Su hilo conductor es la historia de Trimarco, a quien Duca entrevistó en la fundación de esa provincia que brinda un hogar a las chicas rescatadas en todo el país. La obra denuncia la violencia de género, la corrupción policial, la mirada esquiva de la Justicia y la indiferencia de las autoridades para combatir la explotación sexual.

"En Mika nadie actúa de Marita Verón. Ella es la ausencia. Tampoco mostramos a los villanos. Hay policía corruptos y jueces que miran para otro lado, pero no aparecen los cafishios de las chicas", describió la directora. Y agregó: "Usamos símbolos para ver qué hace la comunidad, la Policía, la Justicia. Hacemos que la mamá vaya de un juez a otro para que se muestre el sistema que se niega buscar a su hija, para que lo ocurrido pueda ser analizado por el espectador".

El texto está cruzado por un cuento infantil, Caperucita roja: "Es lo más parecido a la historia de un secuestro de una mujer. El lobo es el tratante y el cazador es quien la libera", describió.
Mika se estrenó el martes 25 de noviembre en conmemoración del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en la sala de discusiones del edificio de la ONU, en la 1ª Avenida y la calle 46. El surcoreano Ban Ki-moon, ofició de anfitrión. La obra se repetió el 1º de diciembre en el Día Internacional de Lucha contra el Sida y, un día después, en el consulado argentino en Nueva York.

Un modelo para crear. La idea que empezó a crecer en la cabeza del secretariado general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es que Mika empiece a girar por el mundo. Y Jimena Duca cree que eso es posible, porque la obra es "un modelo para crear que está basado en técnicas de composición". Y tal vez pueda comenzar a girar por América Latina en marzo, con un estreno que podría ubicarla en La Plata. "Está muy verde", aclaró Duca, aunque confirmó la posibilidad de que el elenco neoyorquino comience a formar otros elencos y que la obra se multiplique para que, desde la ONU, se extienda a todos los rincones del planeta.

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