Manos a la obra. Ese parece ser el lema de un artista que no para de producir Foto: LA NACIONDesde este sábado, con Mamá, quiero bis , en el Metropolitan
El cantautor presenta su flamante show y habla de sus dos nuevos libros
Hombre productivo si los hay. Luis Pescetti acaba de terminar de grabar sus cápsulas para Permitido Estacionar , el ciclo televisivo para chicos de Canal 7, y ya está en las gateras para presentar su flamante show y sus dos nuevos libros. Vamos por partes. Mañana estrenará en el Metropolitan Mamá, quiero bis, el show en el que compartirá escenario con varios de los músicos invitados a ese ciclo televisivo del que se hablaba más arriba. Así, Roberto Comas González y Luciano Rosso harán percusión corporal; Fernando Tomasenía lo acompañará en acordeón y cavaquinho; Magdalena Fleitas y una murga serán partenaires de Pescetti en algunas canciones; entre otros músicos e instrumentistas que se irán alternando durante las seis semanas en que este cantautor estará en el teatro de avenida Corrientes mostrando y presentando su nuevo material. Es que este Mamá, quiero bis está compuesto por canciones y juegos completamente nuevos y desconocidos para el público (para desesperación de los fieles seguidores).
"Con el material nuevo pasa eso, la gente lo siente como si quisieras mostrarle el álbum de fotos de tus vacaciones en Cataratas, les importa tres pitos. Lo que pasa es que cuando te muestran algo nuevo claramente sos espectador, pero cuando te muestran algo que conocés estás ahí presente con tus recuerdos. Entonces trato de subsanar esto poniendo las letras de las canciones en una pantalla grande e iluminando a la platea para que la gente sea partícipe con los juegos y la música", resume Pescetti convencido que siempre terminará por perder la pulseada con los chicos de la platea que braman por las canciones, de antaño: "¡La del vampiro, Luis!" Pero está dispuesto a dar batalla, después de todo, todas las canciones alguna vez fueron nuevas.
Y por otro lado, están sus dos nuevos libros, uno para chicos, Te amo, lectura (Alfaguara), una nueva aventura de la querible Natacha y sus amigos, en una clara apología de los libros; y uno para adultos, Amame eternamente, y vamos viendo (Grijalbo). "Este es un monólogo sobre la pareja, un café concert llevado al papel, no es que me haya vendido a las páginas de autoayuda", promete Pescetti, y no se lo ve cruzar los dedos.
Verónica Pagés
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