viernes, 22 de septiembre de 2000

TEATRO: MANUEL IEDVABNI, DIRECTOR Del teatro de Brecht a la música de Schumann

Reconocido especialista en el autor alemán, ahora presenta una propuesta totalmente diferente: Canciones Maliciosas, del estadounidense Jon Marans.

Se estrena en el teatro Regina, Canciones maliciosas, una obra de Jon Marans con la que Bob Hoskins obtuvo un suceso que todo el mundo considera excepcional en el Gielgud Theatre de Londres. Aquí se la verá interpretada por Héctor Bidonde y Juan Manuel Gil Navarro. El director Manuel Iedvabni, un hombre asociado a la trayectoria del teatro independiente y reconocido como uno de los mayores cultores del teatro de Bertolt Brecht, define la dificultosa propuesta.

- ¿Qué es Canciones maliciosas?
- Un espectáculo que exige al espectador mucha concentración. Hay que descubrir qué es lo que vincula a un pianista prodigio con su viejo profesor, pues allí queda expresada la relación entre la vida cotidiana, la política y el arte.

- ¿Por qué transcurre en Viena durante 1986?
- Porque en ese año en Austria es elegido presidente Kurt Waldheim, un anticipo del rebrote nazista que se prolonga hasta nuestros días.

- ¿Es la primera obra musical que hacés?
- Por lo menos es la primera en que la música adquiere tanta relevancia. Pero sólo hay música y canto, no baile.

- ¿Cómo resultó la experiencia?
- Grata, sin problemas. Conté con la colaboración de Patricia Averbuj en lo musical. Pero en la obra la relevancia es compartida entre la música de Robert Schumann y la poesía de Heinrich Heine.

- ¿Qué pasa con el idioma?
- Muchos poemas están cantados en alemán, pero a través los personajes inducen a la comprensión del contenido.

- ¿Los actores sabían alemán?
- No; pero, casualmente, Héctor Bidonde estuvo un tiempo en Alemania, por lo que tiene idea de la fonética, y Juan Manuel Gil Navarro estudió en una escuela alemana. Algún concepto tienen.

- Fue un desafío bastante particular.
- La música es, para mí, una vieja conocida y, repito, lo esencial del conflicto es la relación entre alumno y maestro. Además, tampoco es un concierto, es una obra de teatro con todas las letras.

- ¿Te la propusieron o la elegiste?
- Me la propusieron. Es la única obra de Marsans, que es músico. Es un ejemplo perfecto de la habilidad que tienen los norteamericanos para concertar un conflicto y su desarrollo.

- ¿Es un punto de inflexión en tu carrera?
- El gran regista Peter Brook dijo que cada cinco años convenía cambiar de tema. Canciones maliciosas podría ser eso, aunque mi cambio, en estos últimos años. ha sido concentrarme en el trabajo con el actor, que es por donde pasa el teatro. Lo que propone el dramaturgo me interesa como estructura, pero a partir de ahí el espectáculo tiene su autonomía.

- ¿Brecht es la influencia mayor en tu carrera?
- Sin ninguna duda. Ya es un clásico y sobrevive a todas las cuestiones coyunturales. Su obra sigue dando respuestas a temas muy diversos, ya sea el de la ciencia o el nazismo.

- ¿Cuánto hace que empezaste?
- Cincuenta años, como alumnito del teatro IFT. Y he dirigido entre cincuenta o sesenta obras.

- ¿Has podido vivir de eso?
- En los primeros cuarenta años, no.

Fuente: Clarín

domingo, 17 de septiembre de 2000

Rubén Szuchmacher DIRIGE, ACTUA, DA CLASES Y ES RESPONSABLE DEL FESTIVAL DEL C.C. RICARDO ROJAS Hombre mirando al teatro

Experto en festivales de vanguardia, es la cabeza visible del exitoso festival porteño. Entre sus puestas se recuerda la de Galileo Galilei. Y dice que su sueño sería hacer un espectáculo que dure siete horas.

MABEL ITZCOVIC

Rubén Szuchmacher es director del festival teatral que se está realizando actualmente en el Centro Cultural Ricardo Rojas, da clases de dirección, actuación y puesta en escena en varios talleres, dirige y a veces sube al escenario como intérprete e imparte una maestría en la Universidad de San Martín y, sin agotar la lista de sus ocupaciones cotidianas, es también asesor del teatro San Martín.

- ¿Cómo hacés para dividirte?
- Tengo una suerte de orden mental que me permite saltar de una cosa a la otra. Y la fortuna de que todo tiene que ver con lo mismo. Cuando no tengo proyectos o tareas, me resulta inquietante.

- ¿Te alcanzan las veinticuatro horas?
- También tengo clases de inglés, voy al gimnasio y a mis dos sesiones de análisis.

Se inició con la música cuando tenía seis años. Después actuaba, estudiaba piano, danza y en 1970, a los 19 años, trabajó en el equipo de La vuelta manzana, de Hugo Midón. Lo curioso es que no tuvo ninguna formación como actor con los maestros de su generación. ¿Y cuándo sintió que ahí estaba su elección?

"Teatralmente el momento más fuerte y decisivo fue en el 75, a los 24 años, cuando hice Porca miseria con Lorenzo Quinteros, Tina Serrano y la coreografía era de Marilú Marini. Ahí, para mí fue claro: quería eso", dice.

Szuchmacher considera que los momentos más importantes en su carrera fueron cuando hizo Calígula, en 1992: "Tuve la sensación clara de que era director y que no tenía que hacer esfuerzos para asumir ese rol. Y creo que me pasó algo equivalente cuando el año pasado participé en Tenebrae, en el centro experimental del Colón, el darme cuenta de que era actor".

- ¿Y si tuvieras que elegir?
- Tienen sus pros y sus contras. Sé que me gusta actuar, pero eso requiere una energía impresionante. Es como el trabajo de un deportista: hay que cuidarse en la comida, no acostarse tarde, mientras como director puedo hacer lo que quiera porque es otro tipo de exigencia.

- Una vida menos saludable.
- Son placeres diferentes. En uno estoy oculto, en otro mostrándome. Soy una persona curiosa. Soy voraz en el saber.

- ¿Qué te gustaría hacer?
- Un espectáculo muy extenso, de seis o siete horas...

- ¿Por qué creés que es importante la duración de un espectáculo?
- Es como la diferencia entre un cuento y una novela larga.

- ¿No será que querés tener a los espectadores bajo tus alas hasta el respiro final?
- Si uno lograra eso y el espectador cayera seducido, no estaría mal. Ya tuve la prueba con la dirección de Galileo Galilei en el San Martín, que con los intervalos duraba tres horas diez. Hay espectáculos de veinte minutos que a los diez quisiera que terminen y otros larguísimos que no terminaran nunca.

- Sos experto en festivales de vanguardia y algunas obras que se dieron en el Rojas tuvieron una recepción muy buena en festivales europeos. ¿A qué lo atribuis?
- Básicamente a la sorpresa que producen nuestros medios de producción. Llama la atención que exista un teatro de formato pequeño, de producción independiente, absolutamente impensable afuera.

- En cualquier otro lugar del mundo que no sean los países periféricos.
- Pero ni siquiera hay una situación así en otros países latinoamericanos. En esta ciudad existe una gran inteligencia teatral. Aquí nos encontramos con teatros de ínfima producción y gran potencialidad expresiva. En los países desarrollados les resulta casi imposible creer que esto se hizo entre gallos y medianoche y con muy poca plata.

- ¿Como cuáles?
- Cachetazo de campo o Dens in dente, que costaron mil pesos. Y que haya, al mismo tiempo, un concepto plástico y actoral y una cierta temática que resulta contemporánea. Cualquier escritura teatral en Alemania se concibe para un escenario grande, a gran escala. Y hasta por ahí se quejan de que les falta plata y tienen un millón y medio de dólares.

- Es otro sistema.
- Aquí hay por temporada cinco o seis espectáculos que valen la pena. Buenos Aires es una ciudad con una diversidad enorme y eso es también sorprendente para los europeos. Hay obras de mayor densidad, son más conceptuales. Yo creo que está dada por esa filosofía de no tener nada por lo cual el artista levanta los hombros y se dice: "Ma sí, lo hago igual". El famoso no tengo nada que perder se transforma en algo creativo.

Fuente. Clarín

lunes, 11 de septiembre de 2000

Maratón Teatral por la integración

A beneficio de la Asociación para la Integración del Sordo en el Arte (APISA) se realizará a partir de hoy la Maratón Teatral Actuando por la Integración en la Asociación Argentina de Actores, 4 entre 59 y 60, a cargo de grupos de teatro independientes platenses.

La maratón arrancará a las 19 con la obra "Hambres de luna" del grupo La Gotera con las actuaciones de Cynthia Aguirre, Luciano Guglielmino, Juan Pablo Pereyra y dirección de Claudio Cogo. Mañana a las 21 el grupo Stacatto pondrá en escena "Matando horas" con Betina Giorno y María Laura Belmonte y dirección de Cynthia Pierce.

El miércoles se pondrán ver dos obras: a las 19.30 "Cumbia, morena, cumbia" del grupo La Gotera y las actuaciones de Marcelo Demarchi y Diego Aroza y dirección de Daniel Dalmaroni; y a las 21.30, también del grupo La Gotera, "La gran Murga" con Fabián Andicochea, Diego Aroza, Alejandra Bignasco, Claudio Cogo, Siro Colli, Edgardo Desimone, María Ibarlín, Claudia López Lombardi, Juan Pablo Pereyra y Adriana Sosa, y la dirección de Marcelo Demarchi.

Cerrará la maratón el grupo Barataria, que el jueves a las 21 presenta la obra "Delmira, el alma incontenible" con Analía Aristegui y Ruth Attaguile y dirección de Nina Rapp.

APISA es una asociación sin fines de lucro creada con el objetivo de promover la integración de personas sordas en las áreas artísticas cuya expresión se concretó en la puesta en escena de las obras "Bodas de sangre" (1996 a 1999) y "Sueño de una noche de verano" (1999-2000) que dirige Mónica Laxague.
Cabe aclarar que la entrada a estos espectáculos cuesta dos pesos.

Fuente: El Día

sábado, 2 de septiembre de 2000

Under porteño en La Plata

La obra protagonizada y gestada por Laura López Moyano y Santiago Traverso, "Choque con Eco" se estrena hoy a las 21 en La Fabriquera, 2 entre 41 y 42, y según los responsables de la puesta "en este trabajo se expone los instantes más contradictorios de la vida de Julián Sibilino, un artista que, enceguecido con sus egoístas prácticas, comete los peores actos de 'lesa humanidad'. Carla Ritovato, una joven secretaria de la academia donde ellos se encuentran, será el fusible que revelará los relieves oscurecidos por la inercia de una realidad implacable y cruel".

Cabe destacar que este grupo de teatro fue seleccionado para el festival del Centro Cultural Ricardo Rojas con la obra "Pure de manto" que se presentará el 20 y 21 de setiembre.

Tanto Santiago Traverso como Laura López Moyano -que en nuestra ciudad formaron parte del elenco de "Eterna", la obra de Laura Valencia basada en el libro "La ciudad ausente" de Ricardo Piglia- se formaron actoralmente a las órdenes de Pompeyo Audivert, Daniel Veronese y Mariana Briski, entre otros docentes teatrales capitalinos y Moyano, por su parte, realizó trabajos con dirección de Rafael Spregelburd.

Ambos actores se desempeñan en un espacio denominado "El garaje", ubicado en el barrio de Palermo Viejo que funciona como una pequeña sala de 30 localidades, donde se han estrenado varias obras de teatro independiente porteño.También el grupo coordina un ciclo denominado VARAS (variaciones artísticas) en donde se combinan distintos trabajos de teatro, danza, música y plástica. Una propuesta con entrada libre y gratuita, con un escenario abierto a toda propuesta que no exceda los diez minutos y que le dio la posibilidad a que decenas de jóvenes artistas provenientes de diferentes lenguajes relacionados con el arte, se fusionen, pienses y practiquen sus ideas.

Fuente: El Día