viernes, 24 de agosto de 2001

Una "road movie" teatral

"Puentes": Una pieza interactiva para un conflicto sindical de los ´40
Dentro de los aciertos de la obra, está el equipo de actores, que hacen partícipe al público de la inestabilidad que hoy viven todos aquellos que trabajan en fábricas, oficinas y, también, en relación de dependencia.

Ficha técnica: "Puentes" de Mariana Chaud y Mariana Anghileri. Dirección: Mariana Anghileri. Escenografía: Roberto Fernández. Diseño de sonido: Nicolás Varchausky. Iluminación: Roberto Fernández y Mariana Anghileri. Vestuario: Griselda Vidal. Actores: Carlos Tkizian, Diego Velázquez, Juan Branca, Leo Granullers, Marcelo Nacci, Matías Chebel y Policastro. En La Fábrica Ciudad Cultural (Querandíes 4290), los domingos a las 20 y 21.30.

EL ESPECTACULO Los cuatro pisos que conforman la fábrica IMPA, de aluminio, se convierten en un sugestivo escenario teatral para ir hilvanando las escenas que terminarán con la muerte de un obrero, víctima de una disputa de poderes sindicales, en la Argentina de fines de los 40. En síntesis esto es lo que cuenta la fragmentada narración dramática, con la que la directora de "3ex" -su primer espectáculo conocido que integrará la programacion del próximo III Festival Internacional de Buenos Aires- cautiva y conmueve al espectador que se acerca hasta el edificio de calle Querandíes, en el barrio de Caballito. "Puentes" es una "performance", una especie de "road movie" urbana, miserable e inquietante, en la subyace el eterno drama de poderes que también se desarrolla entre las clases trabajadoras. Sobre este tema, Anghileri fue construyendo una historia hecha de "retazos", de situaciones que se repiten en distintos escenarios, de operarios que son capturados por manos "invisibles", en una noche oscura y de obreros o sindicalistas especializados, que preparan entre juegos de naipes y cuentos tontos, una emboscada a otro trabajador, que en apariencia pertenece a un grupo antagónico.

RELATO FRAGMENTADO Con esta "performance" Anghileri demuestra una vez más sus influencias cinematográficas a la hora de narrar, como ya había pasado en su fantástica "3ex". Esta vez las escenas se suceden a modo de encadenados, fundidos y hasta en algunos casos de sutiles primeros planos. La iluminación permite ir tejiendo una trama de misterio y de un sinsabor atrapante. Internarse en "Puentes", es disponerse a "leer" y participar de un relato fragmentado, en el que la imaginación del espectador irá completando la trama, una vez que haya sido "despedido" del lugar por una puerta lateral de la fábrica, al concluir el espectáculo. Lo valioso de la propuesta de Anghileri, de su coautora Mariana Chaud y de su equipo de actores, es que hacen partícipe al público de la inestabilidad que hoy viven todos aquellos que trabajan en fábricas, oficinas y, por decirlo de una vez: en relación de dependencia. La "performance" sólo permite el acceso de algo más de veinte personas por función y recorrer los cuatro pisos del lugar, sólo guiados por varios asistentes con linternas, es una experiencia única para todo aquel que quiera sentir la sensación de internarse con cuerpo y alma en una historia que encierra misterio, seducción y muerte.

UN SONIDO FABRIL Dos escenas son claves y hacen "despertar" al espectador hacia una sensación de realidad apabullante. Una de ellas es la escena en la que se intenta someter a un hombre en uno de los baños. La otra es el simulacro de asesinato en la terraza, en la que hasta los vecinos se asoman por las ventanas al escuchar los falsos disparos. El equipo de actores sorprende a través de la sensación de realidad, que transmiten la sutileza y el expresionismo de sus gestos. La sigilosidad de los movimientos que se desarrollan casi en penumbras, el dramatismo de las escenas y el vestuario contribuyen a hacer más verosímil esta historia que sucede en medio de sonidos de máquinas, láminas de aluminio, envases de cartón y paredes grises, que recuerdan los insalubres ámbitos en los que la mayoría de las veces se trabaja y se tejen efímeras ilusiones.

Juan Carlos Fontana

Fuente: La Prensa

viernes, 27 de julio de 2001

La Fabriquera

Mañana a la medianoche en La Fabriquera (2 nro. 477 entre 41 y 42) se presentará el ciclo Letras de Medianoche, con el fin de instaurar un ciclo que permita la circulación de textos de autores diversos cuya obra no sea muy difundida. Participarán Mario Arteca, El Muererío Teatro con su orquesta estable Los Valientes de los Tres Ríos con textos y canciones y la
actuación y dirección de Diego Starosta y la participación de Federico Figueroa, Edgardo Redetic y Julian Romera. La entrada es gratuita.



El domingo a las 20.30 en La Fabriquera (2 entre 41 y 42) se realizará la última función de la obra La Frontera o tan ávidos de amor como de sangre con la dirección de Patricia Ríos.
Cuenta con la actuación de Cococho Abbatangelo y Diego Peralta.





Expulsados, vodevil. Mañana y el domingo a las 20.30 en la sala A del Pasaje Dardo Rocha (50 e/6 y 7) Ganadora del Concurso de la Comedia Municipal 2001. GRATIS

Fuente: Hoy

miércoles, 25 de julio de 2001

ENTREVISTA CON ABELARDO CASTILLO Y TITO COSSA

La palabra en acción
Castillo, el autor de Israfel, es un escritor que a veces produce teatro. Cossa, el de La Nona, es un dramaturgo que ha incursionado en otros géneros. Una charla intensa sobre el invento escénico.


IVANA COST
Uno escribe temprano a la mañana. El otro sólo puede hacerlo de noche. Eso podría explicar la esencial diferencia entre la literatura dramática de Abelardo Castillo y el teatro "vicario" (para usar una definición suya) de Roberto Cossa. Pero la prudencia nos obliga a dudar de las explicaciones demasiado visibles. Cossa nació en 1934, Castillo poco más de un año después. En los años 60, ellos dieron a la literatura argentina algunas de sus obras más valiosas. Hoy, el estreno de sus textos teatrales más significativos (La nona de Cossa e Israfel de Castillo), es la excusa para reunirlos y dialogar con ellos sobre el lugar que ocupa la creación de historias y personajes dentro del fenómeno teatral.

- ¿Se reconocen como dos modelos "opuestos" de autor dramático?
- Roberto Cossa: Yo debo decir que cuando escribo pienso en el escenario, no en el libro. Si alguien se está vinculando con una obra mía, lo veo sentado en una platea, como espectador, no lo veo leyendo en el living de su casa. Es más, si vos me preguntás por las salas donde yo debo tener veintipico de estrenos las recuerdo a todas (incluso a aquellas que ya no existen, como el Riobamba donde estrené mi primera obra); en cambio no me acuerdo en qué editoriales las publiqué.

Abelardo Castillo: Estamos en lo mismo, pero desde lugares distintos. Yo vengo desde la literatura y casi no puedo pensar en el escenario. Mis acotaciones no son escénicas. Creo que, esencialmente, el teatro es literatura. Si hoy, todavía, uno puede ver Nuestro fin de semana es porque ese texto fue escrito.

- ¿A qué atribuyen estas dos formas de relacionarse con el teatro?
- A.C.: Tal vez a mis orígenes. Yo me crié en San Pedro y allí no había teatro. El primer teatro al que fui en mi vida (me llevaron muy chico: a los cinco años) fue al Teatro del Pueblo. El teatro con el que yo tenía cercanía era Las dos carátulas, vale decir, un teatro leído. Al punto que, cuando yo escribí Israfel, pensaba que estaba escrita para ser leída. Viví el estreno como una gran sorpresa.

- El teatro era algo que entraba por el oído.
- A.C. Eso es lo que hace, propiamente, que mi teatro sea más verboso. Son dos tradiciones que se vienen repitiendo desde que el teatro es teatro: el teatro a la manera de Racine y el teatro a la manera de Corneille. Hay un teatro donde la palabra es la acción; y hay otro teatro donde la acción es el punto esencial. Yo no me considero un autor dramático, me considero un escritor que también escribe teatro, como escribo cuentos, novelas, poesía o ensayos. Incluso, no podría trabajar con los actores, para mí escribir es un trabajo solitario.

R.C. Para mí es al revés. Para mí la palabra tiene que estar vinculada a la acción. La frase sale porque la acción la empuja.

A.C. Yo también creo en eso. Pero estoy más apegado a la palabra como lugar de partida. El teatro francés tiene una enorme tradición; sin embargo, cuando lo hacen Camus o Sartre te das cuenta que ellos vienen de otro lado.

R.C. Claro, porque en el teatro caben todas las formas. Las corrientes van cambiando y el teatro hoy se ve distinto. En 40 años hubo una transformación enorme.

- ¿Por qué creen que se escribe distinto?
- A.C. Hoy Tito decía que casi no hay obra escrita hace 30 años que para ser montada no exija un corte. Y es cierto. El tiempo del espectador cambió. Hace poco vi una obra de Chéjov y me resultó larga. Hoy se necesita mucha más acción, en el sentido teatral de la palabra, y mucha menos palabra en el sentido tradicional.

R.C. Mucha más síntesis. Hoy los tiempos del espectador son más reducidos y esto tiene que ver con la transformación que ha sufrido la percepción. Cuando éramos jóvenes podíamos ver algo de televisión, pero no teníamos la provocación del control remoto para decidir los tiempos.

- ¿Se le ocurrió alguna vez, Abelardo, modificar sus obras en función de esta transformación de la percepción?
- A.C. Bueno, a veces se adapta algún cuento mío; y a veces algo que nació como texto teatral se vuelve cuento. Casi siempre cuando nace un texto literario mío yo sé instintivamente si es un cuento, un drama o una novela. Una sola vez me equivoqué: fue con El otro Judas. Empecé a escribir un relato y de golpe sentí como si los personajes estuvieran acostados en lugar de estar de pie. Pensé: "Tienen que pararse. Se tienen que poner de pie" y encontré la forma teatral.

R.C. Mi experiencia es distinta. En general cuando un escritor se mete con el teatro se desbarranca porque narrativa y teatro son dos maneras distintas de mirar la ficción. Pero el arte de la dramaturgia es vicario: escribís para que otros lo completen. Hacés la partitura para otra cosa, para otro fenómeno, que es el del escenario.

- Roberto, cuando se decidió escribir obras como El viejo criado o Pingüinos a partir del trabajo de improvisación de los actores ¿lo hizo para evitar esa soledad del "vicario"?
- R.C. Sí, son dos cosas: la soledad y la impaciencia. El autor teatral es generalmente un impaciente. Yo no me imagino como los novelistas, escribiendo horas. Un autor de teatro nunca escribe horas. Escribe un buen rato, pero de pronto se para y empieza a hacer de actor. Soy una actor frustrado, empecemos por ahí...

A.C. Sí, sí. Todo autor dramático es un actor frustrado.

- ¿Usted también, AbelardoP
- A.C. Yo hubiera querido ser actor. Yo leo muy bien, por ejemplo, sentado. Pero de ahí a caminar y a mover las manos...

R.C. Para mí, escribir junto a los actores fue la manera de romper con la soledad, pero también de ir en busca de la dirección, porque no me gusta dirigir. Yo necesito saber que mi tarea se termina con la escritura.

- ¿Y en su caso?
- A.C. En algo nos parecemos con Tito: yo también creo que el autor no puede dirigir su propia obra porque no ve más que lo que hizo, y el director, aunque sea un disparatado, lo ve desde otro punto de vista. Y, a veces, como ocurrió en la primera puesta de Israfel, algo que veo en el escenario me permite cambiar un parlamento.

- Pirandello dice que la obra escrita tiene una idealidad perfecta que la puesta en escena necesariamente vulnera. ¿Coinciden con esta visión?
- R.C. No. No siempre es así. A mí la obra se me completa cuando la veo. Yo siempre estrené, no tengo textos no estrenados. Bien o mal, éxitos, fracasos, pero mi trabajo se completa ahí.

- ¿Y qué pasa, Abelardo, cuando transcurren muchos años sin ver la obra en escena?
A.C. Igual que Tito, casi siempre me quedo pegado a la primera versión. Tengo que hacer un esfuerzo muy grande para salirme de aquel Alfredo Alcón que hizo Israfel en el 65. Pasa, también, con la música clásica: uno escucha una versión cuyos sonidos después se vuelven irreemplazables.
- Le preguntaba por si le ocurrió el "extrañar" esos textos, el necesitar que vuelvan a ser dichos.
A.C. En realidad tuve mucho miedo. Mi pregunta era: después de 40 años, ¿qué pasa?, ¿tiene vigencia?, ¿tiene sentido? Y, de pronto, parece que sí. Pero no puedo juzgar. Ni crítico, ni espectador. Pero una de las cosas terribles que tiene para mí el teatro es que cuando se monta una pieza, cuando voy al teatro ¡me dan unas ganas de escribir teatro!
R.C. Ah, sí, ¿viste? Cuando uno ve una cosa buena, enseguida se estimula.


Fuente: Clarín

miércoles, 27 de junio de 2001

Dos obras platenses de teatro ganaron el Festival Regional

Las obras "Hasta que el agua me lleve" de Jazmín García Sathicq quien tiene a su cargo la dirección del elenco de Acqua Teatro, y "09.53" de escrita y dirigida por Horacio Rafart e interpretada por el grupo La Cuarta Pared, ganaron el Festival Regional de Teatro La Plata, organizado por la Comedia de la Provincia.

El jurado estuvo constituído por Juan Carlos Lamy, Carlos Alvarenga y Gabriel Peralta.

También fueron distinguidas las siguientes obras: Iluminación, Claudio Cogo y Julieta Sargentoni por "Hambres de luna"; Música original, Luciano Guglielmino por "Hambres de Luna" y Diego Madoeri por "Los siete cabritos" y "Expulsados"; Espacio escénico: Alejandra Higa y Gustavo Luchesco por "Entretanto ligados", Mónica Canelo por "09.53", Claudio Suárez por "Hasta que el agua me lleve" y Laura Valencia por "Expulsados"; Actuación, Horacio Rafart, por "Treblinka", Alicia Durán por "El señor que nos viene a ayudar", Diego Aroza por "Ricardo III", Luciano Guglielmino por "Hambres de luna", Cinthia Aguirre por "Hambres de luna", Laura Palmieri por "Hasta que el agua me lleve", Mauricio Lozada por "Los siete cabritos", Luis Manfra por "El dragón de fuego", Karina Bordogna por "Expulsados", Nora Oneto por "Entretanto ligados", Gustavo Delfino por "09.53", y Carla Tous por "09.53"; y dirección, Claudio Cogo por "Hambres de luna", José Canevaro por "Los siete cabritos", Jazmín García Sathicq" por "Hasta que el agua me lleve" y Horacio Rafart por "09.53".

Fuente: Diario El Día

sábado, 16 de junio de 2001

Festival de Teatro Regional

La obra El Pupilo quiere ser Tutor, a cargo del grupo de teatro Treintadías, inaugurará hoy el concurso denominado Festival de Teatro Regional, un concurso de teatro que contará con la presentación de un total de 18 obras preseleccionadas, con entrada libre y gratuita para todo público.

Organizado por la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de La Plata, la apertura de dicho concurso se llevará a cabo a las 18.30, en la Sala B del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha, ubicada en el 2º piso. Consecutivamente, el mismo día se presentará, en la Sala A, a las 20, la obra Esquirla, a cargo del grupo platense Tentempié, y programada para las 21.30, en la Sala B, se llevará a cabo El Acompañamiento, del grupo Taller Teatral Ranchos, perteneciente a General Paz.
El Festival de Teatro Regional, para el que se convocaron en abril grupos de la Región de La Plata (La Plata, Cañuelas, San Miguel del Monte, San Vicente, Berisso, Ensenada, Castelli, Magdalena, Brandsen, General Paz, Chascomús, Punta Indio y General Belgrano) se desarrollará durante el mes de junio en las salas "A" y "B" del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha (calle 50 e/ 6 y 7). El jurado, compuesto por Carlos Lamy (actor, director y autor), Carlos Luis Alvarenga (actor, director y docente) y Gabriel Peralta (actor y director), expedirá el fallo el domingo 24, a las 19, en la sala A, cierre que incluirá también un espectáculo teatral y la entrega de diplomas.

El sábado 16 el grupo platense La Cuarta Pared concursará con la obra Treblinka (Sala B, 18.30), seguida por Los japoneses no esperan, a cargo del grupo de Chascomús Gente de Teatro (Sala A, 20 hs.) y, al cierre, se llevará a cabo El señor que nos viene a ayudar, del grupo platense Las crines del chancho (Sala B, 22).
Para el domingo 17 se anuncian dos obras a cargo del grupo platense La Gotera. La primera será la obra de William Shakespeare, Ricardo III (Galpón de la Comedia, calle 49 e/ 3 y 4, 18.30). Y posteriormente se presentará Hambres de Luna (Sala A, 21.30).
El jueves 21 podrán apreciarse las obras Hasta que el agua me lleve, del grupo platense Acqua Teatro (Sala A, 18.30); Los siete cabritos, del grupo local La Fabriquera (Sala B, 20) y Donde crecen los cerezos, del grupo platense Artífice (Sala A, 21.30).
El viernes 22 las obras previstas son El Dragón de Fuego, de los platenses de la Biblioteca Teatral A. Mediza (Sala B, 18.30); Expulsados, de La Fabriquera (Sala A, 20) y La Frontera, tan ávidos de amor como de sangre, de Bazar X producciones (Sala B, 21.30).
Programadas para el sábado 23 concursarán Entretanto Ligados, del grupo platense La Cooperativa (Sala B, 18.30); La Irredenta, a cargo de Teatro popular de Berisso (Sala A, 20.00) y 9.53, de La Cuarta Pared (Sala B, 22 hs.). La última obra a concursar es Herederos de Clausewitz, de los locales Compañía Teatral Romanelli, programada para el día del cierre (domingo 24, Sala B, 17).

Fuente: El Día

sábado, 2 de junio de 2001

Una obra de Beatriz Catani en el festival internacional de Viena

Se presenta hoy y mañana en El Princesa, antes de partir hacia Austria. Participará además de otros festivales en el exterior. Catani invitada a dirigir en Alemania

"Cuerpos a banderados", obra escrita y dirigida por la platense Beatriz Catani, además de los premios obtenidos en nuestro medio, en la provincia y en la capital federal, ha sido invitada a tres festivales internacionales. El primero de ellos, este mes, al prestigioso evento teatral de Viena y en setiembre, a los festivales de Porto Alegre y de Buenos Aires, "Cuerpos a banderados", con la interpretación de Rosario Berman, Susana Tale, María Victoria González Albertali y Blas Arrese Igor y la asistencia de dirección de Magdalena Arau, se presentará esta noche a las 20 y mañana a las 19, en el Teatro de la Hermandad del Princesa, diagonal 74 entre 3 y 4.
Reconoce que "es difícil definir mi propuesta. Por un lado, diría que está presente lo experimental, que salvo uno de los espectáculos que trabajo ahora, en general pongo en escena textos propios, que pongo en riesgo la idea de representación en donde utilizo elementos muy realistas que interfieren la ficción. Pero eso es lo que estoy trabajando ahora, una historia diríamos fantástica que se cuenta con a través de una estética realista. Lo demás -explica Catani- tiene que ver con lo que se dice, la temática del encierro, de la asfixia".

Beatriz Catani, se ha convertido en una de las directoras teatrales argentinas más destacadas de la actualidad, reconocida por la crítica y sus pares, fue elegida para participar con otros diez directores de otros países en el festival internacional "Teatro en el mundo" que se realiza en 4 ciudades alemanas en donde deberá montar en el ámbito de un viejo taller una obra en 8 días, encuentro que se realizará en junio del 2002.

Pero no todo se circunscribe en la vida de Catani a estos proyectos. En la actualidad se encuentra ensayando tres obras, dos de las cuales le pertenecen. La primera, al ser seleccionada por el Teatro Municipal General San Martín de la capital federal, para poner en escena "Ojos de ciervo rumanos", que ensaya con los actores platenses Silvia Drante, Ricardo González y Blas Arrese Igor, con asistencia de Magdalena Arau y que se estrenará este año. Charlando con el diario, la directora y autora explica que "es una obra compleja, de texto poético con puesta realista y maneja una temática que tiene que ver con el injerto, no sólo en lo material, sino también en lo social, lo cultural".
Otra de las obras que pondrá en escena este año Catani, es un trabajo que viene ensayando y trabajando con un elenco porteño sobre textos de Dostoievski, que se llamará "Perspectiva siberiana" y que se brindará también en el Municipal General San Martín de Buenos Aires. Por último, fue invitada a poner en escena con la actuación de Nora Oneto, Carolina Painceira y ella misma y asistencia de Jazmín García Sathicq y Magdalena Arau, "Las presidentas", obra del dramaturgo austríaco Werner Schwab en un ciclo de teatro semimontado en el Instituto Goethe, de Buenos Aires. También fueron invitados otros tres directores, considerados los más representativos de la nueva camada nacional.
Becada también por Antorchas para realizar un trabajo de taller e investigación y para montar una "instalación" teatral para el 2002, dando clases de actuación, cuenta que empezó a estudiar en el Teatro del Bosque, con Hugo Márquez y Jorge Pérez Escalá y de allí fue a Buenos Aires en donde estudió por años con Popemyo Audivert y Ricardo Bartis. Hizo su primer trabajo porteño en "El chiflete que se filtra", trabajo premiado y que vio el director Beronese, quien les propuso hacer un trabajo conjunto que dio por resultado, "El líquido táctil", obra con muy buena repercusión de crítica y público. Después comenzó a trabajar "Cuerpos a banderados", espectáculo que se pensó para pocas funciones en El Escudo en el año 2000 y que "ahora tenemos funciones previstas e invitaciones hasta el 2002".

Fuente: Diario El Día

jueves, 24 de mayo de 2001

III Festival Internacional de Teatro Buenos Aires 2001

Graciela Casabé, la directora del Tercer Festival Internacional de Buenos Aires de Teatro, Música, Danza y Artes Visuales, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Capital nos comunicó el programa de este acontecimiento que se extenderá del 12 al 30 de setiembre próximo.

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Danza: Korper de Sacha Waltz.
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Danza: Korper de Sacha Waltz.

Esta tercera edición del Festival sigue a un crecimiento de un 30% en la asistencia de público en la relación del segundo Festival de 1999 en relación al primero celebrado en 1997.

Las ideas que orientan al Festival son múltiples y complementarias. Se afirma el fuerte carácter cultural de Buenos Aires, integrando la ciudad al circuito internacional de festivales, con el consiguiente flujo de aficionados desde el interior del país y de los países vecinos.

Se difunde teatro en la misma gran urbe, con obras representadas en centros barriales, bibliotecas y salas independientes.

Se busca la relación entre los artistas y las culturas que representan los elencos invitados, con una distribución de horarios donde los espectáculos argentinos y los internacionales se ofrecen en horarios distintos y compatibles, de modo que todo el público y los artistas invitados puedan conocer la producción del audaz, fermental y valioso movimiento teatral de la Argentina.

Al fin, pero no lo menor, la idea del diálogo de las culturas se realizará con el primer Seminario Internacional de Maestros del Teatro Contemporáneo, que se compondrá de unas ocho o diez clases magistrales, de los artistas invitados y para los artistas locales.

Habrá también talleres de teatro, se ha lanzado un concurso de dramaturgia para autores argentinos menores de 35 años, segunda edición del premio "Germán Rozenmacher", habrá una Feria del Libro del Teatro y aun un Tercer Encuentro Internacional de Reflexión Teatral, sobre el candente tema de la relación entre el teatro y la política en estos comienzos del siglo XXI.

La danza

De la programación internacional se destacan, en ballet, los espectáculos de Sasha Waltz (Alemania) Korper (Cuerpo), basado en un trabajo de investigación iniciado en el Museo Judío de Berlín y Zweiland (Doble paisaje) basado en la dualidad de Berlín durante la guerra fría, ciudad partida en dos que cree ser una sola.

Iets op Bach (Algo sobre Bach) por Les Ballets C. de la B. con dirección de Alain Platel (Bélgica), definido como una "tumultuosa unión del cielo y del infierno", Les veilleurs (Los serenos) con música de Mauricio Kagel, por el Centre Choréographique National d'Orléans (Francia), Fix (Fijo) y Rush (Carrera) de Akram Khan, un joven inglés proveniente de una familia de Bangladesh, por su Akram Khan Company, Extra dry, por la Compañía Emio Greco & PC (Holanda e Italia), con coreografía de Emio Grieco y dirección de Pieter Scholten.

El teatro

En teatro, La historia de la oca por la compañía "Les deux mondes" de Canadá con dirección de Daniel Meilleur, que aborda el problema de la violencia ejercida sobre los niños a través del tiempo.

Hechos consumados de Juan Radrigán, por el Teatro La Memoria (Chile) con dirección de Alfredo Castro, firme compromiso entre política e historia.

Conocer gente, comer mierda por la compañía "La Carnicería" (España) y dirección de Rodrigo García, que trata la desorientación y el tedio de la vida moderna.

Drácula por el Philip Glass Ensemble (Estados Unidos), House de Richard Maxwell (Estados Unidos) con dirección del autor, que ensaya un nuevo concepto de actuación de "una afectada inexpresividad y una mirada vidriosa", Ugnies veidas (Cara quemada) de Lituania, de Marius von Mayenburg.

Hamlet de Shakespeare, en versión de Eimuntas Nekrosius y su compañía Menofortas, también de Lituania, que tiene como intérprete principal a la estrella de rock Andrius Mamotovas, por la compañía de Oskaras Korsunovas, La cabina blanca de Massim Isaiev y Pavel Semtchenko, de Rusia.

De Uruguay se exhibirá El cerdo de Raymond Cousse, por "Trenes y lunas", dirección de Alberto Rivero y actuación de Iván Solarich.

La música

En música tendremos, Banda y orquesta de bodas y funerales de Goran Bregovic, el músico de varios filmes de Emir Kusturica (Yugoslavia), y la actuación del saxofonista Roger Hanschel con el Cuarteto Auryn (Alemania).

Los argentinos

De los espectáculos argentinos, que incluye muchos nombres y títulos, parecen destacarse por su originalidad y provocación Villa Villa, por el grupo De la Guarda, que viene de triunfar en Nueva York y Europa.

Cuerpos abanderados de Beatriz Catani, Mil quinientos metros sobe el nivel de Jack de Federico León, Hormiga Negra de Eduardo Gutiérrez, con dirección de Lorenzo Quinteros.

Secreto y Malibú de Leticia Mazur, Inés Rampoldi y Diana Szeinblum, con dirección de esta última y Requiem para el Riachuelo, de Jorge Pastorino, sobre textos de Juan Gelman y dirección de Edgardo Rudnitzky.

Como puede apreciarse, de toda Latinoamérica sólo Chile y Uruguay están representados. De Brasil habrá una importante oferta musical, con un panorama de la música popular según las diferentes regiones, desde las milongas sureñas de Víctor Ramil y los chamamés de Renato Borghetti hasta el acordeón de Sivuca y las canciones de Chico César del Nordeste.

Fuente: La República (Uruguay)

domingo, 20 de mayo de 2001

LIBROS El teatro en clave enciclopédica

LILIANA MORENO. De la Redacción de Clarín.
El teatro actual (1976-98)

Es sólo la punta del iceberg de una investigación monumental que está realizando el Grupo de Estudios de Teatro Argentino e Iberoamericano (GETEA), sobre la Historia del Teatro Argentino en Buenos Aires (en Galerna). Es el primero de siete tomos que arrancarán en los albores (1700-1884) y culminarán en un diccionario de directores teatrales. Osvaldo Pellettieri, director del GETEA —además de investigador y director teatral—, habló con Zona sobre momentos clave de las "tablas" porteñas.

—¿Existe una tradición teatral de Buenos Aires?

—Quien diga lo contrario se equivoca. Hay textos, formas actorales y de puesta en escena que se concretan muy tempranamente. Hay un modelo de tradición del teatro popular, del sainete, de la comedia de costumbres, del grotesco criollo, y hay una tradición de teatro culto, de cómo poner en escena, por ejemplo, obras europeas o estadounidenses. Y también hay una tradición de entender al teatro como testimonio. Desde 1810 hasta ahora fue una especie de parlamento nacional donde se debatían y debaten los temas del país. De alguna manera el público y la crítica le dieron esa función. Quizá el teatro evolucione más lentamente que otras artes, pero siempre estuvo mucho más ligado al contexto social que ninguna otra.

—Sin embargo, no fue particularmente utilizado como instrumento del Estado para favorecer a gobiernos de turno.

—Los gobiernos siempre han intentado —mal o bien— tener una política teatral. En 1817, por ejemplo, existía la "Sociedad del Buen Gusto del Teatro", interesada en que las obras acompañaran los ideales de Mayo. Bernardino Rivadavia se inclinaba por el teatro de Juan Cruz Varela para universalizar la pampa. Y Alberdi y Sarmiento han escrito sobre la necesidad de que tuviera una función didáctica. Sin embargo, el teatro nunca fue la gran víctima de los gobiernos. Por ejemplo, el peronismo del 46 al 55 tenía una ideología teatral, que ellos decían que era popular, que coexistía con el teatro independiente, —molestado aunque no acosado desde el oficialismo—, fuertemente crítico del gobierno, no por su reformismo sino por su tendencia al autoritarismo. La última dictadura atacó con mano muy dura todas las formas artísticas, pero la censura al teatro fue indirecta, de meter miedo. Al frente del Teatro San Martín estaba Kive Staiff que daba un repertorio, no digo de izquierda, pero sí moderno, e incluso allí actuaban actores que estaban prohibidos en otros teatros oficiales. Creo que estas políticas incoherentes se deben a que el teatro, a pesar de que tiene una penetración muy grande, siempre fue una cuestión de minorías

—¿A qué estado de situación asistimos hoy?

—Asistimos a una polémica oculta entre los teatristas realistas —los artistas modernos por antonomasia, que creen en el testimonio y el compromiso y su principal exponente es el dramatugo Roberto Cossa— y las nuevas textualidades, emergentes de los 80 y los 90, que buscan otro tipo de salida para el teatro argentino: proponen un universo estético poseído por el simulacro y la deconstrucción del lenguaje y la razón y su máximo representante es el director Ricardo Bartís. Estos cambios lógicos en el sistema teatral —que producen indecisiones e incoherencias— son la causa principal de la actual merma de público, más que la situación económica.

—¿Cuál de estas corrientes nos representa afuera, hoy que el teatro es un importante producto cultural de exportación?

—Según los festivales, tienen muy buena repercusión tanto el que llamo teatro emergente como el realista. Porque, en suma, estamos asistiendo al reconocimiento de las cualidades del teatro argentino.


Fuente: Clarín

lunes, 14 de mayo de 2001

Expulsados, vodevil - publicado en diario El Día


Expulsados... seis personajes en busca de sí mismos
Por IRENE BIANCHI



"Expulsados Vodevil", basada en la narrativa de John Cheever. Actuación: Cococho Abbtángelo, Karina Bordogna, Mónica Fernández, Ernesto Meza, Delia Aguinaga y Karina Carballo. Música original: Diego Madoery. Escenografía e iluminación: Laura Valencia. Asistencia técnica: Eduardo Campo. Dramaturgia y dirección: Laura Valencia. La Fabriquera, calle 2 entre 41 y 42
El novelista y cuentista norteamericano John Cheever (1912-1982), publicó sus primeros relatos en importantes revistas como "The New Yorker", obteniendo el Premio Pulitzer de Literatura en 1979 tras la edición de sus obras completas, titulada "Relatos de John Cheever" (1978). Sus novelas más destacadas: "Crónica de los Wapshot"; su secuela, "El escándalo de los Wapshot", "Bullet Park"; "Falconer" y su novela corta: "¡Oh, esto parece el paraíso".
Sus cuentos y novelas pueden considerarse comedias costumbristas, en las que el autor reflexiona con ironía y sarcasmo acerca del empobrecimiento emocional y espiritual de las clases media y alta de la sociedad norteamericana de su época.
En este sentido, la obra de Cheever tiene puntos de contacto con la narrativa de otro autor estadounidense: Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), quien personificó en sus cuentos y novelas el ambiente y costumbres de los años veinte; "la era del jazz", como la calificara el autor de "El Gran Gatsby": una atmósfera social marcadamente hedonista, traspasada por una enorme banalidad espiritual.
Laura Valencia se inspiró en la producción de Cheever para imaginar el encuentro (más causal que casual) de seis personajes en un lugar incierto. No se conocen entre sí y ninguno sabe a ciencia cierta cómo fue a parar ahí ni para qué está.
Al principio, pareciera que se tratara de un cocktail, en el que los invitados beben, fuman y parlotean sobre cuestiones intrascendentes. Pero, poco a poco, se empieza a percibir que ese lugar se halla fuera del espacio y del tiempo: una suerte de limbo o peculiar sala de espera del que los personajes sólo podrán salir cuando hayan elegido un recuerdo de su historia.
El denominador común entre todos parece ser la soledad, el desamor, la imperiosa necesidad de aturdirse, de ser escuchados; el desamparo, la nostalgia. Por sus dichos, parecería que todos están muertos y aún no saben qué les espera ni dónde ir.
Lo más atractivo de la puesta de Valencia es el uso del espacio, que -en un certero golpe de efecto- integra el patio y la galería de la casa, convirtiendo la totalidad del lugar en área escénica. Eso le da profundidad a la visión del espectador; permite jugar con los volúmenes de voz y crea por momentos la sensación de estar viendo una película.
Otro acierto de la escenografía: lo que a primer golpe de vista parece una alfombra es en realidad un cuadrilátero de tierra suelta, lo que refuerza la hipótesis de la tumba.
Tal vez el "Expulsados" del título se refiera a que todos estos seres han sido expulsados de la vida, del "paraíso terrenal", arrancados a destiempo, de ahí su desconcierto y su deambular sin rumbo.
Hay un marcado contraste entre la sofisticación, frivolidad y vacuidad de los personajes, y lo trágico de la espera. Ni la música, ni el baile, ni la bebida, ni el cigarrillo ni el flirteo logran disipar la angustia, la oscuridad, el miedo, el vacío.
Las caracterizaciones son caricaturescas y deliberadamente ambiguas y patéticas. El vestuario subraya la personalidad de cada cual.
"Expulsados vodevil": un cocktail tragicómico.

viernes, 11 de mayo de 2001

Agenda Teatro

HOY
La herida.- Hoy a las 21.30 en la Sala Roberto Arlt, 4 entre 59 y 60. Dirección de Gustavo Delfino. Actúan Fernanda Farjat, Melisa Correa, Martín Ferrer, Verónica Arierep, Mayucayan, Mónica Fernández y Andrea Arias. Entrada 5 y 3 pesos.

La China.- Hoy y mañana a las 21 y el domingo a las 17.30, en el Galpón de la Comedia, 49 entre 3 y 4. Dirección de Jorge Ahamendaburu, a cargo del grupo Marco Dago. Entrada 5 y 3 pesos y con carnet Haciendo la Comedia 2.50 pesos.

Panteras.- Hoy a las 21 en el Teatro La Nonna, 47 y 3. Con dirección de Santiago Dana y las actuaciones de Ana María Alonso, Liliana Varela, María Elena Saenz, Marcela Pulichino y Liliana Magariños. Entrada 5 pesos.
Match de improvisación.- Hoy a las 23.30 en el Galpón de la Comedia, 49 entre 3 y 4. Dirección de Cabe Mallo. Entrada libre.

Carta del General.- Mañana a las 21.30 en el Coliseo Poestá se presenta esta comedia musical marplatense ganadora del Estrella de Mar con producción de Lydia Betard, Cristina Galli y Marta Mochkovsky, y 30 actores en escena. Entrada 10 pesos a beneficio de la fundación Pro Humane Vitae.

09.53.- Mañana a las 21 y el domingo a las 20.30 en la sala B del Pasaje Dardo Rocha. Escrita y dirigida por Horacio Rafart.

Plaza hay una sola.- Mañana a las 21 en el Colegio de Abogados, 13 entre 48 y 49 con dirección de Roberto Conte. Entrada libre y gratuita.

Ricardo III.- Mañana a las 21.30 en el Viejo Almacén el Obrero, 13 y 71. Con dirección de Marcelo Demarchi y las actuaciones de Fabián Andicoechea, Diego Aroza, Edgardo Desimone, Siro Colli, Claudio Cogo, Juan Pablo Pereira, Adriana Sosa, Alejandro Bignasco y María Ibarlín. Entrada 7 y 4 pesos.

A qué jugamos?.- Mañana a las 22 y el domingo a las 20, en La Lechuza, 58 y 10. Dirección Juan Carlos De Barry, actúan Paula Cichino, Manuel Espinosa Viale, Antonio Di Battista, Virginia Panettieri y Lito Conor. Entrada libre y gratuita.

Menos Pausas.- Mañana a las 22 en la Sala 420, 6 entre 40 y 41. Dirección de Rubén Monreal. Actúan Ana Cecilia Alba, Carolina Katz y Alejandro Orduña. La entrada es libre y gratuita.

Entretanto ligados.- Mañana a las 21.30 en La Rosa de Cobre, 51 y 16. Dirección de Adriana Parisse y las actuaciones de Jorgelina Perez y Nora Oneto.

Cerrojos.- Mañana a las 21.30 en La Hermandad del Princesa, diagonal 74 entre 3 y 4. Unipersonal de María Inés Portillo con dirección de Hebel Sacomani.

Matarás a tu madre.- Mañana a las 23.30 en el Galón de la Comedia, 49 entre 3 y 4. Dirección de Mariano Moro, elenco "Los del verso". Entrada libre y gratuita.

El acompañamiento.- Mañana a las 21 en el salón de Martilleros, 47 entre 5 y 6. Dirección de Ricardo Lofeudo, actúan Carlos Pulin y José Corchete.

Imágenes Paganas.- Mañana a las 21.45 y el domingo a las 20.45, en el Taller de Teatro Rambla, 2 entre 48 y 49. No apta para menores de 16 años. Dirección de José Luis de las Heras.

Alejandro Gardinetti.- Mañana a las 21.30 y el domingo a las 20 en La Nonna, 3 y 47, espectáculo de humor y chistes a cargo de este humorista y las actuaciones de Silvana Radicena y el Ballet Show. Entrada 8 pesos.

La Playa.- Mañana a las 21 en La Fabriquera, 2 entre 41 y 42. Dirección de Mariela Pedemonte y la actuación de Karina Basoalto, Mariela Pedemonte y Lorena Sarco.

Expulsados, vodevil.- Mañana a las 23 y el domingo a las 20 en La Fabriquera, 2 entre 41 y 42, dirección de Laura Valencia, actúan Cococho Abbatángelo, Delia Aguinaga, Karina Bordogna, Karina Carballo, Mónica Fernández y Ernesto Meza. Entrada 6 y 3 pesos.

El dragón de fuego.- Mañana a las 21, en el Taller de Teatro de la Universidad, 10 entre 54 y 55. Dirección de Norberto Barruti y las actuaciones de Chichi Labat y Luis Manfra. Entrada 5 y 3 pesos.

La gran murga.- El domingo a las 18 en el Viejo Almacén el Obrero, 13 y 71. Dirección de Marcelo Demarchi. Actúan Siro Colli, Alejandra Bignasco, Diego Aroza, Fabián Andicoechea, Claudio Cogo, Adriana Sosa, Juan Pablo Pereyra, Claudia López Lombardi, edgardo Desimone y María Ibarlín. Entrada libre y a la gorra.

Cuando crecen los cerezos.- El domingo a las 21 en el Viejo Almacén el Obrero, 13 y 71. Dirección de Sergio Peretti, actúan Patricia Mathey Doret, Miriam Alvarez y Laura Kropff.

Lunes, lunes, lunes.- El domingo a las 20 en la Sala 420, 6 entre 40 y 41. Dirección de Roberta Castro, con las actuaciones de Silvia Durante y Carolina Katz.

Parejas.- El domingo a las 20.30 en Espacio Arte Vivo, 58 Nº 461, dirección de Alicia Diciacio, equipo Teatral Espacio. Entrada libre y gratuita.

7 cabritos.- El domingo a las 21.30 en La Fabriquera, 2 entre 41 y 42, con dirección de José Pollo Canevaro y las actuaciones de Ratón Losada y Eduardo Spinola. Entrada libre y a la gorra.

A los muchachos.- El domingo a las 19 en el Taller de Teatro de la Universidad, 10 entre 54 y 55. Dirección de Norberto Barruti y las actuaciones de Alexis López Costa y Pablo Pawlowicz. Entrada 5 y 3 pesos.

Fuente: Diario El Día

martes, 8 de mayo de 2001

Juana González, de "La comedia de las equivocaciones"

POSTAL DESDE EFESO
"Querido Ernesto: Juanita González desde aquí, buscando toda la tarde a Antífolo, pero sin suerte. No pude dejar de pensar en nuestro grupo y en todo lo que hicimos imaginando esta ciudad increíble y cargada de historia. Aquí deposité a todos los personajes de la comedia y también mi corazón. Un fuerte abrazo, Juanita"

miércoles, 25 de abril de 2001

"Hasta que el agua me lleve": sobre llovido, mojado

Por IRENE BIANCHI

"Hasta que el agua me lleve", de Jazmín García Sathicq, con Valquiria Kumar, Laura Palmieri y Nieves Kriscautzky. Escenografía y luces: Claudio Suárez. Asistente de Dirección: Soledad Aparicio. Dirección: Jazmín García Sathicq. Centro cultural Viejo Almacén El Obrero.

La obra de Jazmín García Sathicq es por demás enigmática y nada complaciente para quien pretenda resumirla conceptualmente. La acción transcurre en un baño público, aunque también podría tratarse del baño de un manicomio, por las características de los personajes, tres mujeres cuyo común denominador es una permanente desesperanza, nihilismo y agresividad, como si todas ellas estuvieran a punto de matarse a sí mismas o de matarse entre sí, siempre al borde del abismo."Soledad" (Kumar) se ahoga en su propio llanto. En realidad, se ha entrenado sistemáticamente para llorar hasta graduarse de llorona profesional. Padece de todo tipo de fobias y sufre repentinos ataques catalépticos que la hacen parecer muerta. Da la sensación de que se está escondiendo en ese lugar tras haber cometido algún inconfesable crimen.

"Dolores" (Palmieri) es una piromaníaca compulsiva. Acaba de incendiar con una lanzallamas el local de "Mundo Eléctrico" donde trabajaba, sólo porque su jefe le negó un aumento de sueldo. Pero la fogosa Dolores paga caro sus arranques flamígeros: debe soportar con estoicismo una lluvia molesta e intermitente, que sólo la moja a ella, esté donde esté, aún bajo techo; una suerte de chaparrón de su única y exclusiva propiedad.

Si bien en un principio simulan no conocerse, con el transcurrir de la acción descubrimos que tienen un pasado en común, y que ese encuentro no es casual ni fortuito. Hay datos de una infancia compartida de secretos celosamente celosamente guardados y de un vínculo bastante siniestro y oscuro, un sentimiento de amor-odio que las ata indisolublemente.La tercera en discordia, "Dulcinea" (Kriscautzky), es la víctima-victimaria que aparece sobre el final, para recomenzar el juego de las sillas, o mas bien, de los inodoros.Lo más atractivo de "Hasta que el agua me lleve" es su puesta en escena. Ese cuadrilátero blanco ideado por Claudio Suárez funciona por momentos como un ring de box, con las protagonistas como contrincantes. Es asombroso y hasta divertido ver cómo le llueve puntualmente a la pobre Dolores, mientras Soledad contempla la insólita escena con incredulidad pero sequita. Esta última, recordemos, genera su propia lluvia interna, compuesta por sus saladas lágrimas, pero mucho menos copiosas que las precipitaciones que acosan a su compañera.La interpretación apunta a la crispación y a la exasperación como tono casi constante, y las actrices responden con gran ductibilidad a la consigna. Sus trabajos son interesantes y capturan la atención del espectador.

Lo que en cambio resulta bastante pretencioso, oscuro y críptico es el texto, el cual por momentos suena denso, intrincado y filosófico, sobre todo en los "apartes" en los que los personajes reflexionan en voz alta. Parece haber un marcado desfasaje entre la acción y los parlamentos; entre las juveniles voces y actitudes de las actrices, y lo altisonantes textos de la obra, como si marcharan por carriles diferentes. Uno siente que si se hubiera pulsado más franca y decididamente la cuerda del humor negro, con todas sus variantes, aprovechando la enorme versatilidad y -por qué no- vis cómica de las actrices, otro habría sido el cantar.

Fuente: Diario El Día

domingo, 22 de abril de 2001

La vida se hace humo

TEATRO CRITICA / EXPULSADOS, VODEVIL

Entremezclando risas y reflexiones, seis seres se vinculan igualados por sus profundas carencias afectivas. La vida convertida en un cigarrillo que se va consumiendo

Por Ana M. Tótoro
Especial para Hoy

Expulsados... es un espectáculo inspirado en la obra del autor norteamericano John Cheever. Ya desde el título (Vodevil) instala al espectador en el clima de una comedia ligera, sin pretensiones intelectuales, que puede contener canciones y bailes. En este contexto se construye una historia en la que los personajes se reúnen en un lugar impreciso y sin saber muy bien cómo ni por qué han llegado hasta allí. Son seis seres con características distintas y exacerbadas, pero todos ellos igualados por la carga de frustaciones afectivas que arrastran desde hace tiempo. ¿Expulsados, quizás, de la sociedad y de sus convenciones?

Los encuentros y desencuentros los llevan a relacionarse, intentar comunicarse, enfrentarse y hasta agredirse, pero nunca consiguen liberarse de las viejas ataduras que los aprisionan. Estos fragmentos de vida se entrecruzan apuntalando la metáfora de la existencia como un cigarrillo que se consume y es aquí donde el espacio se transforma en un gran cenicero con el piso cubierto de cenizas. Los seres humanos están inmersos en él y lo único que pueden hacer es esperar que la vida pase.

Los seis actores dan vida a personajes absolutamente definidos. El vestuario que usan y los colores del mismo ayudan, con eficacia, a sostener esta caracterización. El trabajo actoral es parejo, destacandose el manejo corporal que los acerca, en algunos casos, a las técnicas de la danza. Karina Bordogna sobresale en la creación de una mujer cargada de sensualidad.

Uno de los aspectos más interesantes de la presente puesta es el aprovechamiento que se realiza del espacio con que cuenta el lugar. El público se ubica enfrentado a la puerta de entrada de la sala que, no bien empezado el espectáculo, se abre completamente para incluir en el espacio escénico al patio, al hall de entrada y a un salón.

La iluminación resulta fundamental para crear profundidad y señalar los lugares de la acción. Se suma un interesante trabajo de dirección de Laura Valencia que coordina con eficacia los distintos signos del espectáculo.

Ficha Técnica

Obra: Expulsados, vodevil
Autor: basado en John Cheever.
Intérpretes: Karina Carballo, Cococho Abbatangelo, Mónica Fernández, Delia Aguinaga, Ernesto Meza y Karina Bordogna.
Música: Diego Madoery
Dirección: Laura Valencia
Lugar: La Fabriquera (2 e/ 41 y 42).
Funciones: En abril, sábados 21.30 y domingos a las 20.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/04/22/pdf/26.pdf

viernes, 6 de abril de 2001

MATCH DE IMPROVISACION

Teatro en el cuadrilátero

A partir de hoy vuelve el Match de Improvisación Teatral al escenario del Galpón de la Comedia. En su temporada 2000 lo vieron más de siete mil espectadores en las diferentes salas en las que se presentó

Por MAIA MATRICARDI

Suena el silbato. La adrenalina de los jugadores fluye cada vez con mayor intensidad a medida que transcurren los escasos segundos que otorga el árbitro. Cuando salen al cuadrilátero saben que se trata de poner el cuerpo. Saben que se trata de un salto al vacío donde todo puede pasar....
El año pasado siete mil espectadores fueron testigos, en los seis meses que estuvo en cartel, del espectáculo teatral-deportivo "comandado" por Cabe Mallo en el que dos grupos de actores se enfrentan en una competencia de improvisaciones donde el humor es el protagonista y la recompensa el aplauso y el voto de la gente. Hoy a las 23, en el Galpón de la Comedia, 49 entre 4 y 5, vuelve el "Match de improvisación" versión 2001 con la promesa de seguir sorprendiendo y arrancando carcajadas en cada "duelo".
Es que los catorce actores deben resolver en cuestión de segundos una improvisación teatral donde no sólo hay un tema propuesto, que está encerrado en una urna, sino que además la consigna es actuarlo en un determinado tipo de estilo. Al finalizar cada "round", el público vota para establecer cuál de los equipos fue el mejor, que así suma puntos en la competencia. Claro que, todo esto supervisado muy de cerca por los implacables árbitros que no dejan pasar nada a los jugadores y que, con el rigor de su silbato, sancionan y marcan cuáles fueron las "imperdonables" faltas.
La idea de presentar un espectáculo teatral, diferente cada vez, y enmarcado en una competencia deportiva surgió en Canadá donde se jugó el 21 de octubre de 1977. En 1993, Cabe Mallo lo empezó a realizar en capital federal, cuando Claude Bazin lo introdujo en Argentina, para luego traerlo a nuestra ciudad y se estrenó el 8 de noviembre de 1995 en una Feria del Libro que se realizó en el Pasaje Dardo Rocha.
Las novedades que el equipo del match propone este año serán la presentación de nuevos jugadores, la música original compuesta por Sergio Lourdet, la incorporación de nuevos estilos y la presencia de invitados especiales en cada encuentro.
"No queremos decir mucho para que sea una sorpresa", explicaron los integrantes del match que a fin de año ganaron una copa compitiendo contra la liga de Buenos Aires y estrenaron el espectáculo en Mar del Plata en representación de nuestra ciudad. En tanto Mallo, dictó cursos de improvisación en Sevilla durante dos meses y formó un grupo que sigue funcionando en España.
"Como las reglas están estipuladas, el match se puede jugar con cualquiera que las conozca, hablen tu idioma o no. En general los estilos son comunes, como por ejemplo el 'tanguero', 'doblaje', 'a la manera de la mujer sentada de Copi', entre otros", indicaron los actores.
Si bien se trata de un espectáculo de improvisación, los actores realizan un entrenamiento en el que se juega un partido con los equipos ya definidos que participarán en el encuentro de esa semana.
"Para que el público no dude que nosotros no conocemos los títulos de las improvisaciones antes del momento de actuarlas, en la segunda parte del espectáculo la gente sugiere los temas y el árbitro decide cuáles son los potables de realizar", aseguraron.
La participación del público se da en el momento de la votación. Cada espectador tiene una tarjeta con los colores de cada equipo que permite elegir cuál fue la mejor improvisación.
Los actores que juegan el match son: Sergio Lourdet, Martín Sciannela, Maximiliano Arena, Mariana Palau, María Bustillo, Fernando Masobrio, Federico Marotta, Nicolás Marotta, Noel Almerares, Polla Tejeda, Cabe Mallo, a los que se incorporaron Pachu Vaio y Andrea Hamamé. La invitada de hoy es Jorgelina Uslenghi, el maestro de ceremonias Javier de Jesús alias Edgar Bravo, las porristas estrellas Lorena y Paola, los ayudantes de árbitro Clarisa Schwindt y Facundo Velilla, y los asistentes técnicos Flavio Oliveto y Gabriela Hamamé.

Fuente: El Día

jueves, 5 de abril de 2001

GUSTAVO VALLEJOS


Teatro, fútbol y trabajo

El CIT (Centro de Investigación Teatral-La Plata) fue creado hace 7 años atrás, por la necesidad del "Grupo Devenir", aclara Gustavo Vallejos, pope de ambas agrupaciones, "ya que este grupo teatral independiente debía desarrollarse dentro de formas institucionales.

Claro que CIT no es sólo el aval de Devenir, sino de todos aquellos grupos de investigación, no sólo de La Plata, sino de la Provincia de Buenos Aires y en general, de todo el país.

Recordando, agrega Vallejos que "en el '97 hicimos un Festival Nacional de Grupos de Investigación Teatral en el Coliseo Podestá, auspiciados por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo). Las actividades de ese encuentro no sólo fueron puestas teatrales, sino charlas en distintos ámbitos teatrales de la ciudad. Incluso becó y beca actores, como a Jazmín García Sathicq -actriz y directora- que en estos días -principios de abril- viaja al Instituto de Antropología de Milán por 6 meses, con quienes tenemos un convenio por el cual cada 2 años mandamos a quien consideramos los mejores actores".

Gustavo Vallejos hace 5 años que investiga sobre la relación del trabajo del actor y la preparación del jugador de fútbol, una suerte de síntesis de la "dinámica de los impensado".

Hace un año y medio, aclara sobre ésto Vallejos, "que andaba buscando una institución que me avale y un Director Técnico. Fui a ver al Club de Gimnasia por un lado y a Timoteo Griguol por el otro. Este me dio el sí. Me ayudó y me ayuda. Es el maestro que me faltaba. Es un ser especial como persona. Para Griguol no existe el egoísmo. Todo lo que él sabe, y yo le pregunto me lo da. Esta investigación está en función de volcarlo todo al teatro, de mi parte por supuesto. Con Griguol no hablamos de teatro, sino de tácticas que son similares en el espacio entre el teatro y el fútbol. Situaciones que en algunos casos ambos tienen que resolver".

"Estamos haciendo un documento, que será un libro el año que viene. La metodología tiene un nombre ahora que se llama 'En búsqueda del actor Cero'. El "0" significa un equilibrio. Un actor que no tiene actitud física, que no tiene concentración, buena alimentación -esto para muchos actores puede sonar tonto- no puede accionar ni reaccionar".

"Yo estoy trabajando con un preparador físico, con un preparado
musical-espacial, y con naturistas que nos hacen una dieta que este año pondremos en práctica. Esto nos llevó, dice entre risas Vallejos, ha denominar: 'El equipo teatral del Devenir'".

Otras de las cosas de las que nos dimos cuenta es que en vez de tener un "elenco", tener un "equipo". Incluido un "banco de suplentes" para cualquier obra que se daba. Si hay un actor que por equis motivos no rinda bien, entra inmediatamente otro a reemplazarlo.
Este año que comenzó, Gustavo Vallejos cuenta con 14 actores que venían del año anterior y su idea es festejar en el mes de octubre los 21 años de Devenir con una obra que se llama: Trabaja, trabajo, trabajo. Vallejos sigue de docente en la Escuela de Teatro local en una materia denominada Dramaturgia Actoral.

¿Qué pasa con El Huésped, que escribiste, dirigiste y anduvo por Europa, además de haber sido representada en uno de los lugares de culto teatral como lo es Holstebro lugar del Odin Teatret?

"La obra estuvo 8 meses en Europa. Un unipersonal con Fernando Santiago un actor de Bahía Blanca. Fue una experiencia que nos superó ampliamente. Terminó haciendo 2 funciones en la Sala Blanca de Holstebro, con 40 noruegos que Santiago se asombraba sobre cómo podía ser que entendieran... bueno, esta es la maravilla que tiene el arte. Estoy convencido que el arte, el teatro en este caso, va al alma. No va al bolsillo ni al cerebro".

"Bueno con el equipo ya estoy trabajando. El 16 de abril comienzo un seminario que me imagino será 'La Colmena'. Estoy preparando 2 unipersonales más. 'El Tuso', sobre un tipo que decide ser perro y otro para una mujer que se llama '¡Buenas tardes!, ¿está el Dr. Freud? También estoy en una charla con la Secretaría de Cultura de nuestra municipalidad para poner una obra que se llama 'Aparecer y desaparecer'. Voy a ser el director de una obra que se dará en el Coliseo Podestá y que propone rescatar desde el imaginario bonaerense las tradiciones teatrales que dieron origen a nuestro teatro. (Cuentan que el autor es platense y que en la obra expone lo vivido por él, desde niño, desde ese lugar tan especial y ejemplar de nuestro teatro que es el Coliseo Podestá) También hay un convenio en tratativa con Gimnasia y Esgrima para que todos aquellos socios que quieran estudiar teatro lo hagan en el CIT.

Con tanto trabajo y propuesta, sin embargo ¿cómo ves que anda el teatro?

"Yo ando con la 'bola' que se nos da. Esto excede lo oficial. Me parece que algo estamos haciendo mal los que hacemos teatro, para que la gente no nos de ni cinco de bola. No es una cuestión de guita, me da la impresión que a la gente no le interesa el teatro. Creo que se ha hecho tan técnico el teatro, que parece que está hecho para iluminados o entendidos. Hace 10 años atrás el panorama era distinto. En los jóvenes hay apuro, no se puede hablar de plazos... parecería que las cosas tienen que ser ¡Ya! Se espectacularizó tanto la vida que a veces caemos en esta trampa".

Fuente: Diario El Día

sábado, 17 de marzo de 2001

Rottemberg inaugura su multiteatro

Cuatro nuevas salas en lo que era el Blanca Podestá

Cuando era un benjamín, Carlos Rottemberg iba al cine, pero en en vez de mirar para la pantalla se daba vuelta para contar cuánta gente había. Por eso parece lógico que cuando todavía no tenía la mayoría de edad, su padre, Miguel, le haya comprado el teatro Ateneo para que se diera el gusto (¡ésos son padres!).

El año último este señor -dueño del Blanca Podestá, Ateneo, Lorange, Liceo, Tabarís y Corrientes, de Mar del Plata- cumplió 25 años como productor teatral y lo festejó con toda su familia: productores, actores, dramaturgos, críticos, directores, personal técnico y administrativo. En esa oportunidad anunció el reciclaje del Blanca Podestá, que transformará en un complejo con cuatro salas dotadas de todos los adelantos técnicos. Desde entonces, contrató a cien obreros y mandó cavar un pozo de doce metros de profundidad para transformar una sala de 700 localidades en cuatro con una capacidad total de 1500 butacas. En medio de ese ritmo vertiginoso, él se mueve con gusto entre los andamios, aunque rezongue al momento de sacarse las fotos. "Poné que afuera hay 37 grados de térmica y acá unos 60", dice, como justificando su desarreglo.

Si para cualquier mortal pintar un living de 4x4 implica hacer entrar a pintores sin saber cuándo se van a ir, Rottemberg, aunque cueste creerlo, inaugurará su nuevo chiche en el tiempo previsto.

-¿Cómo hace?

-Un amigo siempre dice que todo lo que me propongo suelo llevarlo a cabo. En eso soy bastante conservador. De última, sigo creyendo que todo tiempo pasado fue mejor. Sigo pensando que quienes fueron exitosos en esto fueron tipos como García, Romay, Petit, Goar Mestre, Gallo... En fin, productores que siempre se manejaron a partir de la piel. Y como a esta altura de mi vida ya no pienso cambiar, sigo creyendo en la transpiración. Dentro de ese esquema soy un tipo ordenado, por lo cual me manejo con planes claros de fechas. Hace tiempo les dije a todos mis amigos que para mis 44, que los cumplo el 11 de abril, no íbamos a ir a ningún restaurante porque íbamos a estar todos en el multiteatro. Es así.

Es así en su lógica. Y como es así, Rottemberg se mueve en la obra como si fuera el mejor maestro mayor de obras, aunque el proyecto general sea del Estudio Jaragusti Stury.

"Mirá, tengo el día a día de la construcción -y saca un papel arrugado como si fuera su computadora portátil-. Hasta tengo los días y horarios de función."

Creer o reventar, pero es así.

Sigue: "Claro que se podría haber hecho todo más rápido pero gastando el triple de plata, plata que no tengo. Desde hace tiempo venía con este proyecto. Me acuerdo de que cuando Fernando de la Rúa era intendente, fui a decirle que la ley de teatro, ésa que dice que si se tira abajo una sala se debe construir otra, había que reformularla. Creo en los multiteatros como única forma para salir a competir contra las cadenas de los espectáculos extranjeros a los cuales nunca les cierran los números. Es más, esas comedias musicales crean un clima de snobismo en el público, pero no terminan de llegar al espectador. Fijate vos que si uno mira las estadísticas siempre las obras nacionales fueron más exitosas. Ninguna comedia musical pudo hasta el momento contra los números de "Brujas", contra Midachi, contra Enrique Pinti.

- Si no cierran los números, ¿por qué se hacen?

-No sé, preguntales a ellos. Para mí es fundamental que cierren los números. Y para que me cerraran los números, los teatros tradicionales no me servían, tenía que cambiar. Ante esa instancia debía cerrar las salas, convirtiéndolas en playas de estacionamiento o en templos, como me pasa con el Tabarís, que lo alquilé a los evangélicos. O, si no, transformarlas. Y como hace 25 años que estoy en esto, quiero seguir en esto.

Rottemberg no tiene agenda electrónica, aspecto de yuppie ni de señor empresario pendiente del marketing, casi por una cuestión de principios. Por eso ya imagina construir un multiteatro en el terreno que tiene en Luro y Corrientes, de Mar del Plata, o agregar el Lorange a la oferta del multiteatro de la avenida Corrientes y Talcahuano. Pero para esas nuevas jugadas espera lanzar el multiteatro y tomar un nuevo envión. O sea, dicho de otra forma, juntar plata y volver a invertirla. Una jugada que conoce. En definitiva, con la plata fresca del bordereau (entradas vendidas) que obtenía con el espectáculo "Las pistolas frías" fue pagando la hipoteca que sacó para adquirir hace diez años el Blanca Podestá.

-¿Cuánto le sale toda esta movida?

-Un millón y medio de pesos.

-¿Cuenta con ayuda del Estado?

-Es un tema interesante. Cuando el año último festejé los 25 años, Luis Brandoni (diputado de la Alianza) leyó un comunicado declarando al multiteatro de interés nacional. En agosto fui a ver al entonces titular del Banco Nación y actual jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y volví a tomar contacto con la diferencia entre lo que dicen los funcionarios y lo que hacen. Colombo me dijo, muy correctamente, que no había ningún tipo de disposición que pudiera aplicar que diferencie un crédito para construir un teatro a uno para Perez Companc. Me dio escozor la frase, porque teniendo la declaración de interés general, pensé que servía para algo. Pero no.

-En la fiesta de sus 25 años con la actividad teatral estuvo Darío Lopérfido, secretario de Cultura de la Nación. ¿No sirvió como interlocutor?

-¿De qué me hablás? Si mientras la gente de teatro buscamos promociones, rebajas y hasta la construcción de un multiteatro para bajar costos fijos, y por ende bajar el precio de las entradas, aparecen versiones, al momento no desmentidas, que hablan de la aplicación de un impuesto a las entradas de teatro. Por lo cual, para la inauguración no invitaré a ningún funcionario sino que, además, los actores, director, actores, técnicos y empresarios recibirán en lugar de las flores por un nacimiento un crespón negro. Porque mientras algunos queremos nacimientos, otros quieren matarnos.

Rottemberg, esposo de Linda Peretz, el maestro mayor de obras, se pone los botines de punta. "El doble discurso es maravilloso. De todos modos, es de destacar que sí creo en lo que hizo el Gobierno de la Ciudad con respecto a la creación de Proteatro. Si bien el teatro nunca pagó ingresos brutos, ahora no paga impuesto el de alumbrado, barrido y limpieza, carteles publicitarios... De alguna manera, hay algún tipo de acercamiento", admite.

Como hizo hace 25 años, cuando se adueñó del Ateneo, Rottemberg volverá a ser el administrador general de este complejo teatral. Así, seguramente, se lo podrá ver en la puerta acomodando gente, dando la voz de aura para el inicio de un espectáculo o viendo si los baños están en condiciones. "Voy a vivir acá. Es más, en mi oficina me puse bañera", apunta.

-¿Una bañera? ¡Eso es lujo!

-Si me peleo con Linda voy a tener un lugar para pasar la noche. Si Blanca Podestá vivió tantos años acá, ¿por qué yo no?

Entre brujas y galanes

Del enojo con los funcionarios pasa a las ironías matrimoniales. El humor de Rottemberg da para todo. Como la programación que comenzará a partir de abril. Va el anuncio:China Zorrilla presentará su unipersonal "Había una vez"; Roberto Cossa estrenará "Pingüinos", con Valentina Bassi, Pablo Rago y Claudio Da Passano, y dirección de Daniel Marcove; volverá "Brujas", un clásico; Alfredo Casero hará un nuevo unipersonal y se estrenará en Buenos Aires "Los galanes peinan canas", con Claudio García Satur, Rodolfo Bebán y Guillermo Bredeston; René Lavant hará su tradicional espectáculo de magia. O sea, una batidora teatral compuesta por 31 funciones semanales, de lunes a lunes.

"Como señal, quise hacer todo teatro nacional. De Luis Agustini a China Zorrilla, de "Brujas" a Marcove o Casero. Esto es una empresa argentina, no hay palabras importadas. Quiero ser muy coherente conmigo mismo y con lo que creo que debe ser el teatro. Suena conservador, pero...", dice en medio del polvo de la obra.

¿Cómo seguirá todo esto? Rottemberg saca otro papelito.

-Parece un almacenero...

-Seguro, y no pienso cambiar. Pero dejá que te cuente: seguramente vendrá una obra de José Pablo Feinmann; quizás "El enganche", la pieza que Linda Peretz y Ulises Dumont presentaron en Mar del Plata; una comedia americana de bolsillo; "Camino a la meca", con China y Thelma Biral... Como verás, la oficina de programación con todo su personal está funcionando al pleno.

Se ríe el gerente, telefonista y asistente de imagen del departamento artístico, gerencial y de marketing de Carlos Rottemberg Producciones.

El hombre orquesta. El señor que siempre decodifica la realidad a partir del bordereau . El mismo lo reconoce. Sin ir más lejos, hace tres años atrás publicó un libro autobiográfico que tituló "No hay más localidades". En él contaba una anécdota que lo pinta de cuerpo entero: un día, Tomás, su hijo, que actualmente tiene 15 años, se acercó con su boletín para que lo firmara este señor. "Buen bordereaux ", dijo el padre, seguramente con cara de chochera. "Boletín, papá. Boletín", apuntó resignado Rottemberg hijo.

Alejandro Cruz

¿Alguien se acordará del nombre?

  • "Nadie sabe cuál es la sala Raúl Rossi, del Broadway, ni la Pablo Picaso, del Paseo La Plaza. Por lo tanto, todo lo que la práctica demuestra que no llega a la gente hay que evitarlo. Por eso las salas no tendrán nombres. Nada de 1, 2, 3 y 4, como pasa en los cines. Por otra parte, imaginate que ningún intérprete va a querer actuar en la sala 4 porque se va a sentir un actor de cuarta", apunta. En esto de los nombres, el que sí pasó al olvido es de Blanca Podestá. Para evitar los números identificatorios, cada sala llevarán el nombre de los espectáculos que estén en cartel. Rottemberg explica: "Como las tres salas más grandes tienen escenarios de igual dimensión y el mismo juego de luces, según como venga la demanda puede pasar de una sala pequeña a otra más grande y viceversa".

Fuente: La Nación

viernes, 23 de febrero de 2001

Impulsan obras en el Museo del Bosque

Museo del Bosque

La ambiciosa obra que se había planeado para el Museo de Ciencias Naturales de La Plata parece haber quedado en el olvido. Los trabajos parecen estar frenados porque el Gobierno provincial acusa no tener fondos para solventar los gastos. Por ese motivo, el proyecto del arquitecto Vicente Krause de remodelación y ampliación del histórico edificio, ubicado en el Paseo del Bosque, sería readaptado.

En rigor, se pasaría del megaproyecto planeado a otro menos costoso que sólo incluiría la remodelacion y reciclaje de lo que ya existe en pie. La idea original de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) contemplaba la construcción de un anillo perimetral subterráneo con casi 4 mil metros cuadrados entre laboratorios y salas de exposición. Se iba a realizar también una cirugía mayor en el interior del edificio para diseñar nuevas áreas y sectores. Todo este despliegue centrado en la ampliación de la centenaria institución significaría una inversión aproximada de 18 millones de pesos. Pero como la Provincia parece no estar dispuesta a girar los fondos necesarios, la obra esta frenada.

“Los trabajos, de hecho, están paralizados”, indicó Daniel Castro, responsable de la Secretaria de Obras, Planeamiento y Servicios de la Universidad local. Y si bien el vinculo contractual con la empresa que ganó la adjudicación aun se mantiene, por el momento “no hay señales de que se active el envío de dinero para solventar la obra”, según se indicó.Frente este panorama, en la UNLP se está evaluando la posibilidad de continuar la obra en etapas. “Estamos estudiando la alternativa de restaurar el edificio histórico, dejando para otro momento el proyecto de la ampliación general”, subrayó Castro.

En los 113 años de vida del Museo, no fueron muchos los trabajos de mantenimiento. Por ese motivo, el propio responsable de la secretaría de obras de la UNLP calificó su estado como “crítico”. El nuevo proyecto que se va a poner en consideración de los integrantes de la comisión de Planeamiento del Consejo Superior intenta poner en condiciones el histórico edificio del Bosque. Una vez “reciclado” su interior no se descarta su ampliación.

A pesar de las buenas intenciones que pueden estar detrás del proyecto de ampliación del Museo, hay un tema que preocupa a los que trabajan allí: que pasará con las 2,2 millones de piezas, cuyo valor es incalculable. Un edificio con historia El Museo de Ciencias Naturales de La Plata es un gran edificio oval greco-romano. La construcción es de estilo neoclásico de acuerdo con el criterio arquitectónico de la época de su inauguración (19 de noviembre de 1888).

Su planta, un rectángulo con dos semicírculos en sus extremos, mide ciento treinta y cinco metros en su eje mayor y setenta en su eje menor. La escalinata de acceso está custodiada a ambos lados por dos esmilodontes o tigres con dientes de sable, que ya son un icono. Consta de cuatro plantas y un entrepiso, con espacios dedicados a la exhibición, laboratorios, oficinas, biblioteca, talleres, servicios auxiliares y depósitos. En 1992 se incorporó un auditorio destinado a conferencias, conciertos, cursos y otras actividades culturales.

Las proporciones y la belleza de los elementos constitutivos dan al visitante una impresión imponente, provocando una sensación de solidez monumental. Valor turístico Los trabajos para restaurar el edificio del Museo fundado sobre la basede las colecciones donadas por el Perito Francisco Pascasio Moreno, no tienen fecha cierta. “Creo que las obras son necesarias, especialmente si se toma en cuenta que el Museo del Bosque es uno de los puntos de interés turístico más importantes de nuestra ciudad”, resaltó Castro.

En este sentido, no se descarta la posibilidad de que la propia Municipalidad de La Plata sea “invitada” a participar de la financiación del proyecto. Ahora que la idea original parece haberse reducido -en una primera etapa- tan sólo al reciclaje del interior del edificio, los costos de la obra son sensiblemente inferiores a los que se contemplaban para su ampliación.

Remodelación
  • El edificio del Museo de Ciencias Naturales de La Plata sería remodelado
  • Por el momento sedejaría de lado el megaproyecto que tenía como fin la ampliación del edificio
  • El Gobierno provincial no incluyó en sus presupuestos 2000 y 2001 las partidas necesarias para ejecutar las obras
  • Ahora desde la Universidad de La Plata (UNLP) se busca encarar un proyecto menos ambicioso: la restauración del edificio
El edificio
  • La construcción es deestilo neoclásico
  • La ornamentaciónpresenta elementos culturales de la América precolombina
  • Consta de cuatro plantas y un entrepiso, con espacios dedicados a la exhibición, laboratorios, oficinas, biblioteca, talleres, servicios auxiliares y depósitos
  • Su planta, un rectángulo con dos semicírculos en
    sus extremos, mide ciento treinta y cinco metros
    en su eje mayor y setenta en su eje menor
Su historia
  • Fundado mediante una ley provincial promulgada el 17 de octubre de 1877 en Buenos Aires como Museo Antropológico y Arqueológico de Buenos Aires
  • Las primeras piezas fueron donadas por el Perito Francisco Pascasio Moreno, nombrado Director vitalicio
  • Cuando el 19 de noviembre de 1882 fue fundada la ciudad de La Plata como capital de la provincia, el Museo fue trasladado a esta ciudad
  • En julio de 1884 se comenzó la construcción del edificio. Las obras finalizaron en 1889, pero se abrió oficialmente el 19 de noviembre de 1888
  • En 1906, al fundarse la Universidad Nacional de La Plata, el Museo pasó a formar parte de la misma incorporando la enseñanza superior de Ciencias Naturales
Fuente: Diario Hoy

lunes, 8 de enero de 2001

EL RECUERDO DE ARMANDO DISCEPOLO Arquetipo de hombre de teatro

Hoy se cumplen treinta años de la muerte del padre del grotesco criollo quien, misteriosamente, dejó de escribir a los 47. El autor de Mateo, al que se lo sigue estudiando en Europa, también fue un genial director.

Son 30 años de la muerte de una figura esencial del teatro argentino: Armando Discépolo. En enero de 1971 también hacía mucho calor. Don Armando, operado días atrás, murió en su casa de la calle Paraguay a las 20.30 del día 8. Se lo veló en la Casa del Teatro, y recién el 10 se lo sepultó, en el Panteón de Actores de la Chacarita (la demora fue para permitir que llegara desde Chile Otilia, la única que quedaba con vida de los cinco hermanos Discépolo). Fotos de época muestran un cortejo no muy numeroso (gran parte de la colonia artística estaba haciendo temporadas de verano en la costa o las sierras), con tantas mangas de camisa como sacos y corbatas, y sin flores, por expreso pedido de la viuda, Amanda Sportelli; en él se alcanza a divisar a su gran amigo Edmundo Guibourg, al director Roberto Durán, al actor Norberto Aroldi y al crítico Luis Ordaz. Estos eventos nunca guardan la debida proporción, ya se sabe. Debieron haber estado presentes muchos más.

Buenos Aires y el país estaban sepultando al creador del grotesco criollo, al autor de incomparables retratos de la inmigración, rebotados en sus caricaturas sobre el crisol de razas (el monólogo de Babilonia, 1925), de la miseria y el llamado "progreso" (Mateo, 1923), de las ilusiones perdidas y el fracaso (Stefano, 1928) y hasta del paso del tiempo encajado en la versión local de la "gran depresión" (Relojero, 1934).

También, a uno de los personajes más populares y queridos de la ciudad. Y, finalmente, estaban echando tierra a uno de los misterios más llamativos de la dramaturgia local: en los últimos 37 años de su vida el autor Armando Discépolo se llamó a silencio y no escribió una sola obra más, dejando sólo conjeturas en relación a semejante misterio.

Había nacido en una cuadra "teatrera", Paraná a metros de Corrientes, el 18 de setiembre de 1887. Sus otros hermanos se llamaban Amalia, Rodolfo y, desde luego, Enrique Santos. Sus padres eran Luisa Delucchi y Santo Discépolo, un trabajador joven napolitano que recaló en el Río de la Plata a los 20 años y, aparte de su célebre prole, llegó a dirigir la Banda Municipal y a escribir un tango (No me arrempujés, caramba).

Ese ambiente, y las lecturas —entre tantas otras, de su admirado Luigi Pirandello— lo van formando. El resultado reconoce distintas fuentes, pero es intransferiblemente argentino y porteño.

Es una señal que Armando Discépolo llegue en 1910, cuando en Milán muere Florencio Sánchez. Entre el hierro, que estrena Pablo Podestá, es un drama hecho y derecho. Escribirá otros (La torcaz, 1911; El vértigo, 1919), gran cantidad de comedias, sainetes y hasta una opereta, muchas veces en colaboración (El movimiento continuo, La ciencia de la casualitat, ambas de 1916, El chueco Pintos, 1917, La espada de Damocles, 1918, y El clavo de oro, 1920, con R. De Rosa y M. Folco; El organito, de 1925, sería la última en coautoría, con el inolvidable Discepolín). Allí va perfeccionando su estilo y definiendo su búsqueda. Mateo, que estrena en 1923 la compañía de Pascual Carcavallo, es la primera rotulada expresamente como "grotesco".

La expresión grottesco, que viene de grotta, aparece en Italia cuando, en el siglo XV, son descubiertas ciertas cavernas en cuyo interior se destacaban pinturas licenciosas y muy ridículas. El término permanece, es adoptado por el teatro y su rebrote en estas playas resulta notable.

El grotesco criollo es ácido, corrosivo, desesperanzado. Con personajes angustiados cuyos sueños, desilusiones y padecimientos el propio Armando Discépolo conoció y compartió. El detalle es que en el grotesco deriva hacia lo patético lo que en el drama convencional desembocaría en la tragedia.

En Relojero, canto de cisne que estrena Luis Arata en el viejo San Martín en el 34, el protagonista Daniel le dice a su mujer, que sufre con los brazos en cruz: "Estás parada a las nueve y cuarto. Date cuerda." Pero en todos los grotescos de Discépolo se encuentran situaciones del mismo dramatismo tratadas en esa clave: en Mateo (su protagonista don Miguel despotrica contra ese "vehículo diavólico, máquina repuñante", el automóvil); en El organito, también estrenada por Carcavallo; en Stefano, en 1928, por Arata, o en Cremona, que Olinda Bozán da a conocer en 1933.

Es entonces cuando su pluma se llama a silencio. Queda el gran puestista, trabajando prácticamente hasta el final, no siempre haciendo escuela pero sí dejando una prueba tras otra de su sabiduría, ya sea convirtiendo en un acontecimiento el estreno de Un guapo del 900, de su amigo Samuel Eichelbaum, en 1940, como siendo uno de los primeros teatristas en poner una ópera en el Teatro Colón (El cónsul, de Giancarlo Menotti) o, luego de montar La fierecilla domada y Julio César, manifestar públicamente que sentía que ni él ni los intérpretes argentinos estaban preparados para Shakespeare.

Fue un grande, y lo fue en una medida que pocos igualan.

Por eso sigue vigente. En Europa estudian su obra cada vez con mayor ahínco. Y esta temporada, el Teatro San Martín presentará, dirigida por Roberto Villanueva, la antepenúltima y menos conocida de sus piezas, Amanda y Eduardo, que Camila Quiroga estrenó en Barcelona en 1931.


Fuente: Clarín





sábado, 30 de diciembre de 2000

Hermosura (2000)


Clip de Hermosura, grabado en el Centro Cultural Recoleta, BsAs, un espectáculo donde manda la coreografía, se luce el despliegue corporal y se perciben destellos de inspiración. La trama de fondo juega con distintas opciones amorosas, desde el acercamiento inicial hasta la rutina irritante, pasando por diversas exaltaciones pero siempre con la pincelada del humor.



"HERMOSURA" juega irónicamente con la realidad, bucea en las fantasías amorosas del hombre abriendo distintos mundos donde buscar y perderse.

Es un show. Es una pelea de alcoba. Es una declaración de amor. Una mujer atada. Es un recital de canciones. "HERMOSURA", definitivamente, un musical cargado de energía erótica y salvaje.

Sobre El Descueve

El grupo El Descueve está integrado por cinco coreógrafos que, desde 1990, crean sus propias obras e investigan nuevas formas de expresión, renovando el lenguaje de la danza y el teatro. Utilizando el movimiento como principal instrumento, buscan transmitir emociones, relaciones y pensamientos del ser humano. La creación de sus obras es colectiva, aunque la dirección es asumida, cada vez, por uno o varios de sus miembros. La música es original para cada espectáculo.

Han presentado obras como "Criatura", "La fortuna", "Corazones maduros", "Todos contentos" y "Hermosura". En 1995 fueron invitados por el grupo De la Guarda a participar como intérpretes del proceso creativo de "Período Villa Villa".

Algunos escenarios donde se han presentado: "Festival Buenos Aires de Danza Contemporánea"; "The Turning Orld" (The Place Theater, Londres); Festival Internacional de Hannover (Alemania); International sommer Theater Festival (Hamburgo); "Columbia College Dance Center" (Chicago, USA); "Festival Alternativo" (Madrid); "Festival Teatro a Mil" (Chile); "Festival Internacional de Teatro de Londrina (Brasil); "Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires", "Muestra Internacional de Teatro de Montevideo"; giras internacionales: Estados Unidos (Daryl Roth Theatre, off Broadway, Nueva York), Brasil, Alemania, Holanda, Canadá, Inglaterra, Bélgica, Francia, Suiza y Yugoslavia, entre otras plazas y países. También, giras dentro de Argentina.

Ficha técnico artística
Autoría: Gabriela Barberio, Mayra Bonard, Carlos Casela, Daniel Cúparo, Ana Frenkel, Juan Minujín, María Ucedo
Actuan: Gabriela Barbeiro, Mayra Bonard, Carlos Casella, Daniel Cúparo, Ana Frenkel, Juan Minujín, María Ucedo
Dirección vocal: Diego Frenkel
Dirección: Carlos Casella, Ana Frenkel

Balance Teatral 2000

Por IRENE BIANCHI

Los Niños Primero: es justo destacar que las producciones locales infantiles son cada año más esmeradas y variadas, no limitándose a las tradicionales vacaciones de invierno sino ofreciéndose durante todo la temporada. De lo visto, lo mejor: El Mago de Oz, deslumbrante puesta de Leo Ringer con lujoso vestuario y muy cuidadas caracterizaciones. Una Cenicienta llamada Jazmín, ágil y colorida versión del clásico de Perrault, en formato de comedia musical, dirigida por Andrea Bonafini y Leonardo Almiento.

Misterio Azul, atrapante adaptación a cargo de Olga Anzolini de un cuento de Manuel Mujica Láinez, con excelente desempeño actoral. La Abejita Aventurera, divertida propuesta del joven autor y actor Juan Pablo Parodi, que recorre el mundo a vuelo de abeja. El Jarrón de Leche, lograda comedia musical infantil, escrita y dirigida por Gastón Marioni, que cuenta con la inspirada banda sonora de Marcela Monreal. El viaje a la isla del agua mágica, bella historia de fuerte impacto visual, basada en pinturas de Paul Klee y Henri Rousseau, plasmada por la Compañía de Teatro Crudo. El plato fuerte de la temporada: el IV Festival Internacional de Títeres, organizado por P&S Artistas Asociados (Teatros Pizzicatto y El Sombrero) y La Imaginaria, con 14 elencos y un enorme abanico de propuestas que convocaron entusiastas multitudes. La joyita del Festival: el peruano Hugo Suárez con sus Cuentos Pequeños, sencillamente sublime.

El Teatro Municipal Coliseo Podestá se lució con espectáculos ya probados y taquilleros como Confesiones de mujeres de 30, Art, Todo por que rías, El Cartero, Midachi, Porteños. También bailó al son de los parches de las murgas uruguayas "Falta y Resto" y "Araca la Cana" y del potente murgón local Los Farabutes del Adoquín, y se estremeció con el atávico canto a las raíces de la actriz mapuche Luisa Calcumil, en su Es bueno mirarse en la propia sombra. No faltó Shakespeare y sus Alegres Mujeres, de la mano de Claudio Hochmn, simpático divertimento que se anima a desacralizar al genial inglés.

Los espectáculos unipersonales fueron la "vedette" de la temporada. Elena Tasisto y su Isabel sin corona, inteligente pieza de Kado Kostzer, maravillosamente interpretada por la actriz; Rita Terranova en Diario de una camarera, dirigida por Manuel Iedvabni; la etérea y sutil Olga Knipper y su Querido Chéjov; la versátil María Inés Portillo, dirigida por Hebel Sacomani, en Cerrojos, un verdadero "tour de force"; el patagónico y "consonántico" Debrik Ankudovich, y su fulminante Veneno para hormigas; la audacia e ingenio de la polifacética Roberta Castro, autora, directora e intérprete de El verdugo maloliente; el retrato del anti-héroe de Humberto Constantini, Un señor alto, rubio, de bigotes, tiernamente encarnado por Ricardo Gil Soria; y como frutilla de la torta, el imponente Tato Pavlovsky dirigido por Daniel Veronese en La muerte de Marguerite Duras, un festín.

La flamante Sala Astor Piazzolla del Teatro Argentino ofreció un interesante y muy variado ciclo de teatro de cámara. El Amante, un Harold Pinter de pura cepa, interpretado por Lorenzo Quinteros y Alejandra Rubio, dirigidos por Raúl Serrano; La secreta obscenidad de cada día, duelo actoral de los venezolanos Fermín Reyna y Dimas González en la piel de los míticos Sigmund Freud y Karl Marx; Monogamia, aguda reflexión de Marco Antonio de la Parra sobre las delicias de la vida conyugal, dirigida por Carlos Ianni, con las muy logradas y contras con las muy logradas y contrastantes actuaciones de Guido D'Albo y Roberto Municoy; La mosca blanca, otro provocativo contrapunto, a cargo de Jorge Ochoa y José María López, en una pieza escrita y dirigida por Eduardo Rovner; La Reina de la Noche, descarnada obra de Thomas Bernhard, recreada por Roberto Villanueva, en una puesta rigurosa y ascética; El espino, la duda, de Diana Amiama (1er. Premio del Concurso de Obras de Cámara de Autores Bonaerenses), dirigida por Roberto Aguirre, con una destacable labor de la joven María Victoria Moreteau en el rol protagónico, y Jugando con el General, de César Genovesi (1ra. Mención de dicho Concurso), con dirección de Daniel Dalmaroni, y un muy homogéneo desempeño actoral.

El Grupo La Gotera ofreció en su Viejo Almacén El Obrero una impactante y muy original versión de Ricardo III, dirigida por Marcelo Demarchi, en la que nada quedó librado al azar: ambientación, iluminación, música, vestuario y, fundamentalmente, una interpretación impecable. De la producción local, sin duda lo más sobresaliente de la temporada.
La Sala Discépolo cambió su fisonomía habitual para albergar La isla de los esclavos, divertida reflexión sobre el poder y sus implicancias escrita por Marivaux en el Siglo XVIII, ágilmente dirigida por Daniel Suárez Marzal, con un memorable Jorge D'Elía en el múltiple rol de presentador-relator-árbitro moderador. De la mano del mismo director, subió a escena La Dama Duende, de Calderón de la Barca, sabrosa comedia de enredos en una puesta chispeante y dinámica. Luego, un clásico de Wedekind, Despertar de Primavera, doloroso llamado de atención del autor alemán acerca de las irreparables consecuencias de los prejuicios, hipocresía, pacatería y autoritarismo de los adultos sobre los adolescentes.
Hablando de adolescentes, La Nonna mostró otra óptica en AdoleSce, que no es poco, vertiginosa pieza de Domingo de Oliveira dirigida por Lía Jelín, excelente ocasión para acercar a los "teenagers" al teatro (que no muerde).

El viejo Galpón de la Comedia de la calle 49 volvió a la vida con Circo Sueños, hermoso espectáculo ideado y dirigido por el español David Fernández Troncoso que combina armoniosamente distintas disciplinas, tales como actuación, canto, danza, acrobacia, malabarismo, y demás rutinas circenses.
El mágico ámbito de La Hermandad del Princesa ofreció un variado abanico de propuestas. Entre ellas, Detrás de las palabras, inquietante muestra de lenguajes teatrales no convencionales, bajo la coordinación de Beatriz Catani. Los actores venezolanos de La secreta obscenidad... presentaron en una única función ¿Hay tigres en el Congo? (o el SIDA no es asunto mío), formidable y provocativa reflexión sobre un tema sobre el que no se habla lo suficiente. Nora Oneto recreó el sórdido universo de Michel de Ghelderode con su versión de Escorial, contando con la visceral actuación de Juan Bozzarelli y Julián Bertoldi.
El Teatro Rambla recordó los horrores de la tortura en Imágenes Paganas, sobrecogedora visión de la crueldad de que es capaz el ser humano.
El grupo El Sabbat estrenó en el joven e hiperactivo Espacio Teatral del Juglar una suerte de siniestro aquelarre que dio en llamar Fatum, atrapante historia que nos embarca en un viaje hacia una dimensión desconocida.

La Fabriquera, sede de espectáculos de vanguardia, además de regalarnos la esperada visita de Pavlovsky, ofreció El Desmadre, pieza escrita y dirigida por Jorge Sánchez, que se sumerge en los misterios de la locura y la muerte.
En suma, una temporada rica, capaz de satisfacer los gustos más diversos.

Fuente: Diario El Día