Pasión de multitudes
Rodolfo Braceli presentó su último libro, Perfume de Gol. En la sala China Zorrilla del teatro Coliseo Podestá de La Plata, hombres y mujeres se deleitaron por igual con anécdotas de la trastienda de esta edición para leer en las próximas vacaciones.
Las mujeres también vivimos el fútbol. De una u otra manera, algunas lo disfrutamos, sufrimos, sentimos o, simplemente, ignoramos. Pero nunca estamos ajenas a esa pasión de multitudes que tan bien refleja la sociedad argentina en sus mejores aspectos y en sus máximas miserias.
“El fútbol es el espejo que mejor nos espeja. Es la herramienta que nos permite conocer cómo somos y cómo no. Es el parámetro del exitismo y el derrotismo que vivimos todos los días”, sintetiza Rodolfo Braceli, autor de Perfume de Gol, un libro en el que las mujeres son protagonistas.
Existen, en el interior de este libro, 17 historias. Ni Eva si escapa. ¿Tan viejo será el fútbol? Cuenta Braceli que no hubo tal pecado original, ni mordiscón de la manzana que hizo que Adán y Eva tuvieran que salir despedidos del Paraíso.
“Adán y Eva eran muy felices en el Paraíso terrenal. Pero como todo, cuando la felicidad abunda, empieza a aburrir. Felicidad a la mañana, a la tarde, a noche. Eva estaba harta de tanta felicidad. Entonces, un día sentada bajo el manzano le tiró una manzana a los pies de Adán. El la tocó con el pie derecho, y nada. Eva le tiró otra, esta vez a la zurda. Y ahí nomás la levantó con el empeine. Resultó ser zurdo Adán, como no podía ser de otra manera”, se regodeaba Braceli mientras el público presente en el teatro Coliseo, lugar donde se presentó su libro el viernes 6, se reía y esperaba ansioso el desenlace del cuento.
La culpa sí la tuvo la manzana. Pero también la mala puntería de Adán que, tras patear con todas sus fuerzas la manzana al arco iris, se fue por arriba del travesaño y fue a darle derecho a Dios, que estaba durmiendo la siesta. Según Barceli, fue motivo suficiente para que la pareja feliz tuviera que armar las valijas y salir del Paraíso.
Historias como ésta abundan en sus relatos, muchas de las cuales no entraron en la selección que comprende Perfume de Gol, también por pura casualidad. “A mí se me van ocurriendo ideas y las anoto en papelitos que voy guardando en una caja, como Minguito. Después, esos papelitos se van convirtiendo en cuentos y, de repente, me encontré con una enorme cantidad de cuentos que no entraban todos en este libro. Y a mí se me hace difícil elegir unos pocos, así que me desligué de esa tarea y se la dejé a mi perro, Manyin”.
Mayín es un término que se usa en Mendoza, tierra natal de Braceli, para denominar a los vagos y pícaros. Resulta que a este perro le encanta llevarle papeles al autor, así que la selección consistió en desparramar la primer hoja de cada cuento en el piso del escritorio y abrirle la puerta a Mayin para que vaya “eligiendo” entre tanto caos. “Es un método que varios académicos llegarían a desaprobar”, bromea Braceli.
Cierto o no, la selección de cuentos es más que un recorrido por historias futboleras. Son relatos que espejan la sociedad en todos sus aspectos y que, entre nostalgias y realidades sociales, pintan a los argentinos de cuerpo entero.
Un libro para disfrutar este verano y donde el fútbol también es cosa de mujeres.
Fuente: Hoy
Rodolfo Braceli presentó su último libro, Perfume de Gol. En la sala China Zorrilla del teatro Coliseo Podestá de La Plata, hombres y mujeres se deleitaron por igual con anécdotas de la trastienda de esta edición para leer en las próximas vacaciones.
Las mujeres también vivimos el fútbol. De una u otra manera, algunas lo disfrutamos, sufrimos, sentimos o, simplemente, ignoramos. Pero nunca estamos ajenas a esa pasión de multitudes que tan bien refleja la sociedad argentina en sus mejores aspectos y en sus máximas miserias.
“El fútbol es el espejo que mejor nos espeja. Es la herramienta que nos permite conocer cómo somos y cómo no. Es el parámetro del exitismo y el derrotismo que vivimos todos los días”, sintetiza Rodolfo Braceli, autor de Perfume de Gol, un libro en el que las mujeres son protagonistas.
Existen, en el interior de este libro, 17 historias. Ni Eva si escapa. ¿Tan viejo será el fútbol? Cuenta Braceli que no hubo tal pecado original, ni mordiscón de la manzana que hizo que Adán y Eva tuvieran que salir despedidos del Paraíso.
“Adán y Eva eran muy felices en el Paraíso terrenal. Pero como todo, cuando la felicidad abunda, empieza a aburrir. Felicidad a la mañana, a la tarde, a noche. Eva estaba harta de tanta felicidad. Entonces, un día sentada bajo el manzano le tiró una manzana a los pies de Adán. El la tocó con el pie derecho, y nada. Eva le tiró otra, esta vez a la zurda. Y ahí nomás la levantó con el empeine. Resultó ser zurdo Adán, como no podía ser de otra manera”, se regodeaba Braceli mientras el público presente en el teatro Coliseo, lugar donde se presentó su libro el viernes 6, se reía y esperaba ansioso el desenlace del cuento.
La culpa sí la tuvo la manzana. Pero también la mala puntería de Adán que, tras patear con todas sus fuerzas la manzana al arco iris, se fue por arriba del travesaño y fue a darle derecho a Dios, que estaba durmiendo la siesta. Según Barceli, fue motivo suficiente para que la pareja feliz tuviera que armar las valijas y salir del Paraíso.
Historias como ésta abundan en sus relatos, muchas de las cuales no entraron en la selección que comprende Perfume de Gol, también por pura casualidad. “A mí se me van ocurriendo ideas y las anoto en papelitos que voy guardando en una caja, como Minguito. Después, esos papelitos se van convirtiendo en cuentos y, de repente, me encontré con una enorme cantidad de cuentos que no entraban todos en este libro. Y a mí se me hace difícil elegir unos pocos, así que me desligué de esa tarea y se la dejé a mi perro, Manyin”.
Mayín es un término que se usa en Mendoza, tierra natal de Braceli, para denominar a los vagos y pícaros. Resulta que a este perro le encanta llevarle papeles al autor, así que la selección consistió en desparramar la primer hoja de cada cuento en el piso del escritorio y abrirle la puerta a Mayin para que vaya “eligiendo” entre tanto caos. “Es un método que varios académicos llegarían a desaprobar”, bromea Braceli.
Cierto o no, la selección de cuentos es más que un recorrido por historias futboleras. Son relatos que espejan la sociedad en todos sus aspectos y que, entre nostalgias y realidades sociales, pintan a los argentinos de cuerpo entero.
Un libro para disfrutar este verano y donde el fútbol también es cosa de mujeres.
Fuente: Hoy
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