La fiesta fue en las calles
Por: Ale Cosín. Especial para Clarín
La ciudad de Córdoba, castigada por la sequía como toda la región, y por un año de conflictos políticos que la tuvieron de escenario no artístico precisamente, fue al mismo tiempo el lugar elegido por las artes escénicas contemporáneas. Hace apenas algunas semanas se vivió el Festival de Teatro del Mercosur, y al borde de la medianoche del sábado 14, finalizó el Segundo Festival Internacional de Danza Contemporánea en Paisajes Urbanos, Pulso Urbano, que había comenzado el 12 de noviembre.
La característica principal fue que los ciudadanos y turistas se encontraron con los artistas en los espacios públicos, y tuvieron que detener su ritmo habitual para contemplar o esquivar bailarines que con sus diversas propuestas sorprendieron hasta al más avezado.
"¿Qué es ésto, qué está haciendo?" preguntaban curiosos los que se detenían perplejos frente al lento y misterioso andar de La Sposa di carta encarnado por Davide Francesca. La danza butoh del italiano fue sin dudas lo más bello del Festival, con su carga emotiva y poética que cruzaba el centro de la ciudad tirando arroz frente a las iglesias, y deshaciendo su traje de papel en una fuente o en el lago artificial del Parque Sarmiento.
La lluvia respetuosa llegó para alegrar, pero no entorpeció el nutrido programa del Festival. Muchas intervenciones sucedieron en la calle o en los espacios de esparcimiento tan caros para los cordobeses. La más impactante fue la propuesta por la Compañía Membros de Brasil, con Meio Fio, una danza callejera cruda, perfecta y emocionante. La puesta es realizada por jóvenes que buscan retratar mediante la combinación de la filosofía del Hip Hop y técnicas de danza contemporánea, sus reflexiones sobre los movimientos socioculturales, las injusticias y paradigmas de la sociedad brasileña actual.
Participaron también artistas de España, de México; y argentinos de Córdoba y Buenos Aires. Cabe apuntar que los bailarines argentinos se destacaron por su notable preparación física, sus lenguajes de movimientos más versátiles y cuidadosamente estudiados, en particular los grupos más vigentes, y así mismo, las obras resultaron de mayor complejidad dramática, y no por eso más literarias.
La programación también incluyó charlas, homenajes y talleres. La organización comandada por Walter Cammertoni -Area Escénicas de la Secretaria de Cultura de Córdoba- resultó muy precisa.
Fuente: Clarín
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