La agrupación creada en 1985 celebra su 20º aniversario con estrenos, reposiciones de obras y una muestra fotográfica que repasa su historia
En 1985, un grupo de actores, recién egresados en su mayoría de la Escuela de Teatro de La Plata, soñaba con crear un espacio donde expresar su arte. El escenario de sus primeras reuniones fue el hogar de uno de ellos, en la esquina de 7 y 55. Una antigua casona que fue testigo de las primeras lecturas, ensayos y rondas de mate de aquellos jóvenes. Allí, en tiempo de lluvias, aquel clima de trabajo se veía invadido por el persistente repiqueteo de una gotera que distraía la labor de los artistas. Uno ha de suponer que fue entonces que el grupo debió tomar su primera decisión trascendente: o deshacerse de la filtración y volver a quedar solos en aquel cuarto, o sumarla al proyecto. Sólo ellos saben si fue por falta de recursos o por simple pereza, pero la historia cuenta que la primera opción fue descartada y desde entonces aquel grupo de teatro adoptó el nombre de "La gotera".
Este mes el grupo celebra sus 20 años de vida, con reposiciones de algunas producciones emblemáticas, estrenos y una muestra fotográfica alusiva.
LOS PRIMEROS PASOS
Siete fueron los fundadores: Alejandra Bignasco, Siro Colli, Claudio Cogo y Marcelo Demarchi, que aún integran el grupo, a los que se sumaban en los primeros tiempos Lidia Tundidor, Carlos Sánchez Viamonte y Jorgelina Pérez.
Actualmente también integran La Gotera: Edgardo Desimone, María Ibarlín, Fabián Andicoechea, Julieta Sargentoni, Adriana Sosa, Diego Aroza, Liliana Iglesias, Claudia López Lombardi, Juan Pablo Pereira, Luciano Guglielmino, Claudio Suárez, Laura Palmieri, Marcela Arena, Sergio Peretti y Diego De Miguel.
"Los primeros textos sobre los que trabajamos fueron de autores latinoamericanos como 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo, y 'Aura', de Carlos Fuentes. Pero la primera puesta fue 'Donde manda capital, no manda marinero', en 1986, que fue una adaptación de 'La mueca del miedo', de Darío Fo", contó Alejandra Bignasco, una de las integrantes fundacionales de La Gotera.
Aquel primer espectáculo subió a escena en la sala del Teatro Lozano y, como un indicio promisorio, le permitió ganar la fase regional del Encuentro Provincial de Teatro.
Un año más tarde, en 1987, La Gotera realizó la primera versión de "La gran murga", obra basada en un texto de Pedro Orgambide. "Esa obra es muy querida porque el público la recibió muy bien, pero también porque muchos años después, en 1995, cuando el grupo emprendió la aventura de su sala propia, una nueva versión de aquella puesta nos brindó un gran respaldo en la nueva casa", subrayaron los integrantes de La Gotera.
LAS CASAS DE LA GOTERA
Entre los años 1990 y 1995, el grupo continuó creciendo y sumando integrantes. "Siempre el criterio de incorporación estuvo relacionado con la labor teatral, con propuestas de trabajo y el compromiso personal de quienes se acercaban. Paulatinamente se sumaron integrantes a medida que las obras se sucedían", señaló Alejandra Bignasco.
En aquella etapa, el elenco se mudó a la que fue su segunda sede: el Club Echeverría, en 14 entre 43 y 44. "Allí montamos la que fue nuestra primera sala propia, donde pudimos dar nuestras obras en un espacio propio, con escenografías pensadas para un lugar determinado", recordó Edgardo Desimone.
La inquietud por tener la casa propia creció y en 1995 La Gotera se mudó al edificio de 17 y 71, donde fundaron el Centro Cultural Viejo Almacén El Obrero. La apertura formal fue el 7 de abril de 1996 y desde entonces cuenta con la gestión del grupo. "El hecho de estar al frente de la organización de un centro cultural con un perfil barrial complica, indefectiblemente, el trabajo del grupo de teatro, pero fue un desafío que asumimos y seguimos llevando adelante día a día", contaron los integrantes de La Gotera.
En el "Viejo Almacén El Obrero" se encuentra la sala en la que tienen lugar las funciones de La Gotera, pero también se desarrollan talleres de teatro para todas las edades, así como otros de plástica, clown y teatro aéreo.
RAZONES DEL CRECIMIENTO
Hoy, a punto de cumplir 20 años, aquel reducido grupo original se ha multiplicado hasta llegar a los diecinueve integrantes (que cumplen los más variados roles escénicos: actores, directores y escenógrafos); y a aquella obra fundacional le han seguido más de treinta espectáculos.
"El crecimiento del grupo estuvo dado por el reconocimiento de la gente de teatro como trabajadores; ese fue el empuje que siempre motorizó el proyecto", dijo Bignasco, a lo que agregó: "en ese sentido, fue fundamental la participación en la Asociación Argentina de Actores, donde trabajamos para mejorar las condiciones de trabajo de los actores".
Respecto a la propuesta estética, Diego de Miguel, actor y director, afirmó: "el grupo no tiene un criterio estético único, por el contrario, podríamos decir que la identidad está dada por la diversidad".
Otra característica que ha marcado a La Gotera ha sido la apertura del espacio a otros grupos de teatro independiente de la ciudad. "Muchos elencos, diría que casi todos, han pasado por el escenario del Centro Cultural con sus obras", señalaron sus integrantes.
EL RECONOCIMIENTO
En sus 20 años de trabajo, La Gotera ha conquistado numerosos premios (entre otros, el Arturo Jauretche, el Cóndor y el Pepino el 88) y sus obras se han representado en las provincias de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chubut, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Luis y la capital federal, además de Florianópolis, Brasil. Doce de sus espectáculos han integrado la programación de la Comedia Municipal en diversas temporadas y otros diez han sido premiados por la Comedia de la Provincia, siendo dos veces ganadores de la Fiesta Provincial de Teatro (con "Ostinato", en 1997 y "El claudicante", en 2002).
Fuente: El Día
En 1985, un grupo de actores, recién egresados en su mayoría de la Escuela de Teatro de La Plata, soñaba con crear un espacio donde expresar su arte. El escenario de sus primeras reuniones fue el hogar de uno de ellos, en la esquina de 7 y 55. Una antigua casona que fue testigo de las primeras lecturas, ensayos y rondas de mate de aquellos jóvenes. Allí, en tiempo de lluvias, aquel clima de trabajo se veía invadido por el persistente repiqueteo de una gotera que distraía la labor de los artistas. Uno ha de suponer que fue entonces que el grupo debió tomar su primera decisión trascendente: o deshacerse de la filtración y volver a quedar solos en aquel cuarto, o sumarla al proyecto. Sólo ellos saben si fue por falta de recursos o por simple pereza, pero la historia cuenta que la primera opción fue descartada y desde entonces aquel grupo de teatro adoptó el nombre de "La gotera".
Este mes el grupo celebra sus 20 años de vida, con reposiciones de algunas producciones emblemáticas, estrenos y una muestra fotográfica alusiva.
LOS PRIMEROS PASOS
Siete fueron los fundadores: Alejandra Bignasco, Siro Colli, Claudio Cogo y Marcelo Demarchi, que aún integran el grupo, a los que se sumaban en los primeros tiempos Lidia Tundidor, Carlos Sánchez Viamonte y Jorgelina Pérez.
Actualmente también integran La Gotera: Edgardo Desimone, María Ibarlín, Fabián Andicoechea, Julieta Sargentoni, Adriana Sosa, Diego Aroza, Liliana Iglesias, Claudia López Lombardi, Juan Pablo Pereira, Luciano Guglielmino, Claudio Suárez, Laura Palmieri, Marcela Arena, Sergio Peretti y Diego De Miguel.
"Los primeros textos sobre los que trabajamos fueron de autores latinoamericanos como 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo, y 'Aura', de Carlos Fuentes. Pero la primera puesta fue 'Donde manda capital, no manda marinero', en 1986, que fue una adaptación de 'La mueca del miedo', de Darío Fo", contó Alejandra Bignasco, una de las integrantes fundacionales de La Gotera.
Aquel primer espectáculo subió a escena en la sala del Teatro Lozano y, como un indicio promisorio, le permitió ganar la fase regional del Encuentro Provincial de Teatro.
Un año más tarde, en 1987, La Gotera realizó la primera versión de "La gran murga", obra basada en un texto de Pedro Orgambide. "Esa obra es muy querida porque el público la recibió muy bien, pero también porque muchos años después, en 1995, cuando el grupo emprendió la aventura de su sala propia, una nueva versión de aquella puesta nos brindó un gran respaldo en la nueva casa", subrayaron los integrantes de La Gotera.
LAS CASAS DE LA GOTERA
Entre los años 1990 y 1995, el grupo continuó creciendo y sumando integrantes. "Siempre el criterio de incorporación estuvo relacionado con la labor teatral, con propuestas de trabajo y el compromiso personal de quienes se acercaban. Paulatinamente se sumaron integrantes a medida que las obras se sucedían", señaló Alejandra Bignasco.
En aquella etapa, el elenco se mudó a la que fue su segunda sede: el Club Echeverría, en 14 entre 43 y 44. "Allí montamos la que fue nuestra primera sala propia, donde pudimos dar nuestras obras en un espacio propio, con escenografías pensadas para un lugar determinado", recordó Edgardo Desimone.
La inquietud por tener la casa propia creció y en 1995 La Gotera se mudó al edificio de 17 y 71, donde fundaron el Centro Cultural Viejo Almacén El Obrero. La apertura formal fue el 7 de abril de 1996 y desde entonces cuenta con la gestión del grupo. "El hecho de estar al frente de la organización de un centro cultural con un perfil barrial complica, indefectiblemente, el trabajo del grupo de teatro, pero fue un desafío que asumimos y seguimos llevando adelante día a día", contaron los integrantes de La Gotera.
En el "Viejo Almacén El Obrero" se encuentra la sala en la que tienen lugar las funciones de La Gotera, pero también se desarrollan talleres de teatro para todas las edades, así como otros de plástica, clown y teatro aéreo.
RAZONES DEL CRECIMIENTO
Hoy, a punto de cumplir 20 años, aquel reducido grupo original se ha multiplicado hasta llegar a los diecinueve integrantes (que cumplen los más variados roles escénicos: actores, directores y escenógrafos); y a aquella obra fundacional le han seguido más de treinta espectáculos.
"El crecimiento del grupo estuvo dado por el reconocimiento de la gente de teatro como trabajadores; ese fue el empuje que siempre motorizó el proyecto", dijo Bignasco, a lo que agregó: "en ese sentido, fue fundamental la participación en la Asociación Argentina de Actores, donde trabajamos para mejorar las condiciones de trabajo de los actores".
Respecto a la propuesta estética, Diego de Miguel, actor y director, afirmó: "el grupo no tiene un criterio estético único, por el contrario, podríamos decir que la identidad está dada por la diversidad".
Otra característica que ha marcado a La Gotera ha sido la apertura del espacio a otros grupos de teatro independiente de la ciudad. "Muchos elencos, diría que casi todos, han pasado por el escenario del Centro Cultural con sus obras", señalaron sus integrantes.
EL RECONOCIMIENTO
En sus 20 años de trabajo, La Gotera ha conquistado numerosos premios (entre otros, el Arturo Jauretche, el Cóndor y el Pepino el 88) y sus obras se han representado en las provincias de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chubut, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Luis y la capital federal, además de Florianópolis, Brasil. Doce de sus espectáculos han integrado la programación de la Comedia Municipal en diversas temporadas y otros diez han sido premiados por la Comedia de la Provincia, siendo dos veces ganadores de la Fiesta Provincial de Teatro (con "Ostinato", en 1997 y "El claudicante", en 2002).
Fuente: El Día
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