Mañana a las 21.30 se presenta En la cama en el teatro Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47), obra del genial José María Muscari. Mónica Ayos imagina que “Los menos negadores seguramente propondrán un debate”.
"La obra logra convertirse en una gran comedia, arrancando carcajadas aún cuando trata sobre esos momentos profundos y de crisis de la pareja", anticipa a Diagonales Mónica Ayos, una de las actrices junto a Gerardo Romano, Anabel Cherubito y Walter Quiroz.
–Pensar en una cama como centro de la historia, hace pensar en historias de sexo ¿es ese el principal tema que se toca en la obra?
–No, la dramaturgia de esta obra escrita por Muscari apunta a ese conflicto universal que es el amor y el desamor. Y es ahí cuando merodean los temas referentes a la vida conyugal, el sexo, la convivencia, los roces, el hartazgo, la felicidad, la infidelidad, la búsqueda en sí del equilibrio viviendo en pareja.
–Las vivencias de parejas desencadenan distintas reacciones, dependiendo si se están pasando, si son cuestiones superadas, si dejaron marcas y una larga lista de etcéteras, ¿cómo están contadas en esta obra, con qué tono o intención?
–Muscari cuenta con herramientas más que interesantes a la hora de contar. En este caso es profundo, sensible, audaz e insolente. Creo que la obra despliega un abanico de posibilidades para que el público la disfrute, se divierta, reflexione, desde el punto que más le convenga.
–¿Cuál observa qué es la reacción del público durante la obra?
–Bueno, precisamente esta es la historia de esas dos parejas que, aún siendo muy particulares, despiertan la sensación de una fuerte identificación en el público. Lo hemos comprobado ya con 80 mil espectadores que la disfrutan mucho.
–¿Y qué supone usted que pasará después, habrá "reacciones post-obra"?
–Seguramente, los menos negadores, al salir del teatro propondrán un debate… (risas).
–¿Qué relación podría hacer entre lo que cuenta la obra y la vida misma? ¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad hay en el texto?
–La obra es la vida misma. Más allá de estar contando la situación de dos parejas en particular, contiene un común denominador que son las relaciones humanas, la cotidianidad. La puesta es magnífica, la obra es un relojito donde destaca la marcada sincronización de los momentos conyugales más conocidos y la confianza entre sí de los personajes en lo que al trato se refiere. El teatro no sostiene la interpretación "naturalista" o "costumbrista", creo que sin necesidad de caer en lugares comunes se logra el fiel reflejo de la desventura a través de lo años y la esperanza de remontar lo perdido.
–¿La obra es un drama, una comedia o una combinación acertada de ambos géneros?
–Hay un punto de inflexión dentro de la trama, en el que el público comienza a reflejarse en las distintas situaciones, es justo allí donde esta obra logra convertirse en una gran comedia, arrancando carcajadas aún en momentos profundos y de crisis que se cuentan. La obra logra ser divertida mientras toca lugares oscuros de una pareja.
–¿Cada uno de los actores hace un único personaje o interpretan a varios?
–Los actores tuvimos que contar con una herramienta que para Muscari era esencial: "la tripolaridad", los personajes se comportan de un modo con quien se interrelacionan, de otro modo cuando rompen la cuarta pared y hablan directo al público, y la tercera es un instante de cada uno en la obra donde somos nosotros mismos.
–¿Qué particularidades tiene su rol?
–Sasha es mi personaje y está insatisfecha en su deseo, no escuchado por su marido, de ser madre. Pero mantiene también una complicidad con el público y, en un momento, el personaje le da paso a la actriz y es Mónica Ayos por unos segundos.
En la cama ya se presentó en Buenos Aires e hizo temporada en Mar del Plata. Ahora una gira la trae a la ciudad de La Plata para que más espectadores puedan disfrutar de esta propuesta desprejuiciada, irónica y feroz sobre los vínculos de pareja.
Fuente: Diagonales
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