Custodio del pasado remoto
Con la fundación de La Plata, en 1882, el Poder Ejecutivo bonaerense dispuso el traslado de las colecciones de Francisco Pascasio Moreno hacia nuestra ciudad, y ese patrimonio sentó las bases de los tesoros paleontológicos que hoy se encuentran en el Museo de Ciencias Naturales ubicado en el Bosque.
Diseñado por los arquitectos europeos Heynemann y Aberg, el Museo presenta una arquitectura única que combina un estilo neoclásico con elementos de la cultura americana precolombina, los cuales se complementan en armonía con sus líneas griegas, hecho que le da al edificio un carácter único.
Custodiado en su entrada por dos férreos esmilodóntes, el interior del Museo consiste en un rectángulo con dos hemiciclos en sus extremos, con 135 metros en su eje principal y 70 metros en el eje menor. Allí funcionan más de 20 salas de exhibición situadas en espiral que, al recorrerlas, permiten comprender la evolución de la vida en la Tierra desde sus orígenes hasta la aparición del ser humano.
En la planta baja se encuentran muestras biológicas, geológicas y paleontológicas; y en las dos bandejas superiores se exhiben colecciones históricas y antropológicas. El subsuelo, con techo curvo que imita una caverna, queda reservado para los laboratorios de investigación y la biblioteca perteneciente a la facultad de Ciencias Naturales.
De los cercanos 3.000.000 de objetos que constituyen su colección, sólo una pequeña parte está expuesta al público. Fundamentalmente se destaca su colección de grandes mamíferos fósiles pampeanos de las eras Terciaria y Cuaternaria. También cuenta con una importante colección de trilobites del período Cámbrico y de graptolites del período Silúrico. El Museo cuenta además con salas de Zoología, Entomología, y Botánica.
Es, sin dudas, uno de los edificios emblemáticos de nuestra ciudad.
Fuente: Hoy
Con la fundación de La Plata, en 1882, el Poder Ejecutivo bonaerense dispuso el traslado de las colecciones de Francisco Pascasio Moreno hacia nuestra ciudad, y ese patrimonio sentó las bases de los tesoros paleontológicos que hoy se encuentran en el Museo de Ciencias Naturales ubicado en el Bosque.
Diseñado por los arquitectos europeos Heynemann y Aberg, el Museo presenta una arquitectura única que combina un estilo neoclásico con elementos de la cultura americana precolombina, los cuales se complementan en armonía con sus líneas griegas, hecho que le da al edificio un carácter único.
Custodiado en su entrada por dos férreos esmilodóntes, el interior del Museo consiste en un rectángulo con dos hemiciclos en sus extremos, con 135 metros en su eje principal y 70 metros en el eje menor. Allí funcionan más de 20 salas de exhibición situadas en espiral que, al recorrerlas, permiten comprender la evolución de la vida en la Tierra desde sus orígenes hasta la aparición del ser humano.
En la planta baja se encuentran muestras biológicas, geológicas y paleontológicas; y en las dos bandejas superiores se exhiben colecciones históricas y antropológicas. El subsuelo, con techo curvo que imita una caverna, queda reservado para los laboratorios de investigación y la biblioteca perteneciente a la facultad de Ciencias Naturales.
De los cercanos 3.000.000 de objetos que constituyen su colección, sólo una pequeña parte está expuesta al público. Fundamentalmente se destaca su colección de grandes mamíferos fósiles pampeanos de las eras Terciaria y Cuaternaria. También cuenta con una importante colección de trilobites del período Cámbrico y de graptolites del período Silúrico. El Museo cuenta además con salas de Zoología, Entomología, y Botánica.
Es, sin dudas, uno de los edificios emblemáticos de nuestra ciudad.
Fuente: Hoy
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